jueves, 9 de febrero de 2012

ASÍ HABLÓ ZARATUSTRA

Lo primero de todo, me parece muy mal por parte de la editora del manga en España (Herder) que no aparezca el nombre del autor de la obra. No me refiero a Nietzsche, sino al dibujante japonés que no aparece acreditado en ningún lado. Lo segundo, yo no he leído al alemán, no di filosofía, por lo que desconozco la obra original, aunque por lo que me he investigado sobre el manga, este es una obra bastante libre a modo de resumen de lo que el filosofo quiso contar.

“Dios ha muerto, es la hora del superhombre” con esta frase podemos sintetizar toda la obra, pero empecemos, como no, por el principio. En plena revolución industrial, un pastor ¿protestante? y su mujer pasean por las oscuras calles de su ciudad cuando al llegar a su iglesia escuchan llorar a un bebe que ha sido abandonado en la puerta. La esposa decide por los dos y se quedan al niño. Pasan los años, el pastor y su mujer fueron bendecidos con otro hijo, este natural. Zaratustra, el mayor, no deja de molestar a Alex su hermano pequeño, diciéndole que es un hijo no querido y que fue abandonado. Alex, que es temeroso de Dios, sufre por esas burlas y desea en lo más profundo de su alma que no sea verdad lo que su hermano dice. Los cotilleos se mueven rápido por la ciudad, y los feligreses al saber que uno de los hijos del pastor es adoptado, deciden no dar limosna al clérigo cuando va casa por casa solicitando el diezmo. Es tal la tensión que en una misa, y tras las acusaciones de una vieja borracha, la esposa del pastor acaba confesando delante de todo el mundo que Zaratustra es el hijo abandonado que recogieron de la calle. Esta revelación es una catarsis total para el joven Zaratustra, que si antes ya se replanteaba la fe (no su fe, sino la fe en Dios en general) ahora ya está convencido de que Dios ha muerto.

Zaratustra abandona el hogar pocos días después, ya de adulto se volverá a encontrar con su hermano y padres en circunstancias que no hacen sino reforzar más sus ideales. Allí delante de la iglesia de su padre y frente a un grupo de curiosos que se acercan al lugar, Zaratustra lanza su monologo llamando al despertar del hombre proclamando la muerte de Dios.

He contado la historia por encima sin entrar en los detalles (ni el final, ni el eterno retorno), sobre todo de Alex, ya que la verdad es que es una lectura más que recomendada, siempre y cuando no seas un beato meapilas, y si lo eres, también. Los dibujos son excelentes, por lo que me da más rabia aun, el que no aparezca el nombre del autor. Herder, mal tios, muy mal, aunque se agradece que traigáis estas obras (veo que también tenéis la Divina Comedia en versión manga) mira que olvidaros de poner quien lo dibuja……