viernes, 30 de noviembre de 2012

HOLY MOTORS

A los gafapastas, no les gusta el cine, eso lo tengo clarísimo. Lo que les gusta es decir que han visto tal o cual película y dárselas de culturetas. Pero no tienen ni puta idea de cine. Les desprecio con toda mi alma. Igualmente, a los directores que siguen los gafapastas, tampoco les gusta el cine, lo que les gusta es crear, ser artistas. Otra cosa es que hayan elegido el medio del cine para dar rienda suelta a su creatividad, pero no les gusta el cine. Sin embargo, lo que hacen no dejan de ser películas, así que a mí me gustan, porque me gusta el cine… ¿Me explico? Lo que quiero decir, es que a mí que he visto de todo y de todo tipo, una película tan extraña no me pilla de nuevas. Y si, es una excentricidad, pero también es una película válida, y para nada algo rompedor ni trasgresor. Es simplemente, una película surrealista, para la que se ha prescindido de la coherencia, cosa que me gusta y me parece muy válida. Y dicho sea de paso, muy deudora de “Un Perro Andaluz” de Buñuelos.
Dicho esto, aclaro que mucho se ha hablado de “Holy Motors”, la ultima película de Leos Carax, ese director cuyos seguidores creen que desde “Los puentes de Pont- Neuf” no había hecho nada, y que esperaban esta nueva película como agua de mayo. Y hablan de obra maestra. No lo es. Pero tampoco es un puto bodrio inaguantable como dicen los que están poco acostumbrados a ver cine de arte y ensayo y/o experimental… o al menos no en su totalidad.
Un individuo sale de casa, se mete en una limousine dentro de la cual se maquilla para cambiar de personaje, se baja del coche y hace las cosas que ese personaje tiene que hacer. Y ese es el argumento de “Holy Motors”, porque aunque no se entienda –Ni Leox Carax pretende que se entienda- SI tiene argumento.
Pero tampoco es una película libre, como dicen por ahí. Efectivamente, Carax ha hecho lo que le ha salido de los cojones, pero la película tiene una producción y dudo mucho que haya podido hacer una película “libre”, en un producto con factura más cercana al mainstream que otra cosa. Así que dejémoslo en que “Holy Motors es una película rara”, ni tan “Cool” como quieren hacernos creer que es, ni tan extremadamente confusa como otros pretenden hacernos creer por otro lado. Pelis más raras he visto.
Así que ínfulas artísticas de su director a parte, que me parecen muy bien, déjenme decirles, que por momentos, mientras la veía, pensaba que estaba viendo la mejor película que había visto en mi vida… hasta que a mitad de película, cae para abajo, y se convierte en un coñazo rancio y, efectivamente, insoportable. Pero empieza de maravilla y hasta el “entreacto” (denominado así en la propia película) la película es cojonuda, ¡cojonudísima! Una locura autentica y brillante donde nada de lo que pasa tiene sentido. Luego ya… te puedes salir de la sala, o quitarla si es que te la has bajado.
Así que regular. Ni espantosa, ni maravillosa, una película del montón. Se caga ella solita según avanza. Pero ¿Es esa la intención del director? Yo creo que no tiene ninguna.
En cuanto a la escena de apertura, donde un individuo encerrado sale a través de una puerta de su habitación donde da a parar a una sala de cine llena en la que todo el publico duerme, he de decir que buscando info en imdb, me topo con la siguiente mamarrachada, en una crítica publicada en la base de datos mas maja de todo internet: “Su director la ha rodado para sí, de espaldas al público, al que probablemente ve como el que muestra al comienzo del filme: seres indolentes, masa pasiva, adocenada. Por eso decide no respetarlo, pasar de darle lo que espera, y ejerce de artista en su acepción más esencial, más radical”! ¡No me jodas! ¿Que gilipollez es esa? Yo esta controvertida escena la interpreto de dos maneras: 1) No quería decir nada, es solo gente durmiendo en el cine, no tiene ninguna lectura. Y 2) lo que quiere decir es: “!! preparaos que lo que viene ahora es un coñazo de tres pares de cojones¡¡”
Así que ustedes júzguenla, que a mí en principio la idea incluso me apasiona, lo que no soporto es que de repente, una cosa que iba de puta madre, se convierta en algo tan rematadamente aburrido.

jueves, 29 de noviembre de 2012

CONTRA EL TIEMPO

El documental “Contra el tiempo” es un nostálgico recorrido a través de las anécdotas que nos cuentan algunos de estos actores de toda la vida, que bien por ser casi siempre secundarios, o porque por distintos motivos dejaron de trabajar, son prácticamente desconocidos para el público estándar o bien, han sido olvidados de la memoria popular.
El proyecto “Contra el tiempo”, que se materializa ahora en forma de estreno en salas, no es en absoluto nuevo. Su director, el escritor y amigo de esta casa José Manuel Serrano Cueto, tenía pensado hacer este documental allá por 2005, pero por líos diversos de producción, la cosa se transformó, como por arte de magia, en el cortometraje “Río Seco”, que con el mismo espíritu, se centra en la figura del mítico Aldo Sambrell.
En los albores de 2009, se retomó el proyecto bajo producción de Utopía films, pero más problemas de distinta índole (la cosa del dinero, e incluso alguno de los actores que se caían a ultima hora) la película casi acaba yéndose a pique. Así pues, con un montón de material rodado, productor y director el pasado año, tuvieron que replantearse de nuevo el proyecto. Y francamente, creo que el resultado de esta versión definitiva, sin tantos actores entrevistados como en un principio se tenía previsto, es sustancialmente mejor que el que en un principio se tenía en mente, con escenificaciones y artificios, según el press book.
Así pues, la cosa se plantea de la siguiente manera: Un joven actor, Antonio Mora, amigo del director, desea conocer a un grupo de actores veteranos, para que le trasmitan sus experiencias, le cuenten anécdotas y en definitiva, empaparse de lo que los veteranos puedan contarle. Así las entrevistas trascurren a lo largo del metraje en forma de animadas charlas, dónde nos vamos escuchando lo que todos estos actores tienen que decirnos, sin demagogia ni amarillismo, de una forma honesta, y sobretodo, contado con un amor hacia todos ellos por parte del director, que se trasmite al espectador.
Y personalmente, creo que Serrano Cueto ha construido un documental entretenido y cercano, cuyos noventa minutos al final, se nos quedan cortos.
El acierto de la película reside en el montaje. Serrano Cueto, que aparece en pantalla e incluso lleva las riendas de la entrevista a Lone Fleming, en lugar de ofrecernos una estructura típica de entrevistas con declaraciones entrelazadas, apuesta por centrar la película en bloques, cada uno dedicado a un actor. Cada uno nos cuenta su película, y cuando termina se pasa a otro, y así sucesivamente, hasta que se rompe el ritmo de la narración (que no de la película), uniendo en pantalla a dos de los actores en un reencuentro, el de Carlos Bravo y Mabel Escaño. En ese momento, Bravo pasaría a ser un entrevistador involuntario.
Con un emotivo recuerdo para el recientemente fallecido Aldo Sambrel, se finiquita la película, dejando al espectador, un buen sabor de boca. Ya digo, una gozada. Carece de material de archivo, pero sinceramente, tampoco hace falta, porque así el documental tiene un aire como de película de ficción, en la que los actores charlan. Como ya he dicho, al no contar con tantísimas entrevistas como en un principio se tenía previsto, se profundiza más en cada entrevistado y el resultado es más intenso.
De entre los entrevistados, me gustaría destacar a Ricardo Palacios, cuyo carisma está a prueba de toda bomba, y cuyas declaraciones consiguieron sacarme alguna que otra risotada. “Charles Bronson, un pedazo de cabrito”, según Palacios. Junto a los ya citados, completan el “elenco” Antonio Mayans, y Fernando García Rimada.
Un documental muy cinéfilo, realizado por cinéfilos y para cinéfilos. Y con muchísima nostalgia, lo cual no siempre es bueno… en este caso, aceptamos barco. Durante la pre-producción del documental, tuve el honor de hacer una entrevista a propósito de la película a su director en mi desaparecido programa “La hora de Ving Rhames”, que si gustan, pueden escuchar pinchando aquí.

CROSSED BADLANDS

Crossed Badlands es uno de los  spin-off de la serie de comics Crossed, ideada por Warren Ellis Garth Ennis (siempre me equivoco con estos dos). La saga original es una serie limitada de 10 números, aunque en nuestro país se público como un solo tomo. En Crossed se nos cuenta el enésimo apocalipsis zombie, solo que aquí no hay zombies, hay “cruzados”. Estos cruzados son personas infectadas por una extraña enfermedad que vuelve a las personas, locos homicidas y depravados sexuales. No están muertos, solamente han pasado a un estado primitivo donde lo único que les interesa es matar y follar, les es indiferente el orden, y tampoco necesitan agujeros naturales del cuerpo humano para darse placer, una simple cuchillada en la espalda les es suficiente para meter allí el pito. Las características que identifican a los cruzados, son además de que suelen ir en pelota picada, lanzando gritos e improperios, una gran cicatriz en forma de cruz que les aparece en el rostro, de ahí lo de cruzados y el titulo de la serie. Si bien la “serie madre” sigue la historia de un grupo de supervivientes, Crossed Badlands nos cuenta distintas historias, de distintos grupos. Cada historia dura entre tres y cuatro comics, y todas ellas son de final malo, o final no feliz.

Aunque al principio pueda que no veamos diferencias entre los zombies y los cruzados, las hay, estos últimos son inteligentes, aunque es una inteligencia muy limitada, si que les da para hacer trampas o incluso para usar armas, ya que todo lo que una persona sabia antes de convertirse en cruzado, es algo que seguirá sabiendo y haciendo, incluso después de infectado. Los métodos de infección también son distintos al de los muertos vivientes. Si que infectan a las personas con sus mordiscos, pero es que también se puede infectar a un humano con cualquier otro fluido del cuerpo de un cruzado. Háganse a la idea, no estoy hablando solo de la sangre, sino que la saliva, los orines, o el esperma y los fluidos vaginales, son una potente forma de infección. Juntando lo que sabemos ya de los cruzados podemos hacernos una idea de que trampas pueden utilizar los infectados más avispados, por ejemplo, balas bañadas en semen, si, si, como lo leéis, esto es una idea original del comic, no se me ha ocurrido a mí. También una trampa para osos que puede estar llena de orines o de semen. Y si repito la palabra semen, es porque en el comic, el sexo está muy presente. Como digo los cruzados se dedican a follarse lo que sea que pillen, atónito me quede al ver en la primera viñeta de Crossed Wish You Were Here, en la que uno de los cruzados esta follándose a un delfín por el agujero que tienen para respirar. Escenas de sexo horripilante veremos muchas a lo largo de distintas colecciones de Crossed, todas ellas excelentemente dibujadas por Jacen Burrows.

Me he decantado por Crossed Badlands para titular a la reseña, aunque bien podría haber puesto Crossed y listo, pero es que de lo que ya he leído de estos comics, Badlands ha sido la que más me ha gustado. Probablemente porque sus historias sean más trágicas y dan más sensación de agobio, de que realmente los protagonistas de las mismas, están siendo acosados por un peligro que no pueden detener y cuyo final suele ser siempre fatal. Incluso recomiendo empezar por Badlands y si la cosa os gusta tirar por la serie madre y después el resto de spin off, y es que da igual el orden, ya que nunca sabremos que desencadena la ola de infección (ni falta que hace) así que casi que mejor empezar ya mismo desde un momento de desesperación para que así como lectores también nos veamos acosados y perseguidos. La gran diferencia con las historias de zombies, es que en Crossed no hay atisbo de esperanza, ni momento de relajación que valga. Todo el mundo desea un apocalipsis zombie, nadie querría un apocalipsis Crossed, nadie.

TENEBRE

Estas últimas semanas, y con motivo del reciente visionado de su "Dracula 3D", me dio por revisar algunas de las películas de la etapa ochentosa de Dario Argento. Me puse "Phenomena" (la peli, no el evento demoníaco), dispuesto a gosssarla y desglosssarla luego en este blog, pero contra todo pronóstico, me aburrió más de lo esperado y no me animó a ponerme a aporrear el teclado. Tal vez esa pequeña e inesperada decepción hizo que tardara más en intentarlo con la otra, "Tenebre". Me daba algo de miedo llevarme también un chasco con esta, básicamente porque le tengo mucho afecto a la puta peli. Veréis, fue de las primeras de terror que alquilé de chaval. Y seguramente, fue mi desvirgue ante las artes del cineasta italiano (además, tenía el vinilo del soundtrack y el cutre poster español -ver imagen-... aunque regalé ambos a entes que lo sabrán gozar más que io). Y claro, partiendo de esa base, "Tenebre" me atrapó, me impactó. Muchos de sus elementos hicieron mella en mí, y aún hoy siguen ahí, bien metidos en lo más profundo de mi psique. Todo ello condicionaba mucho el funesto visionado, hasta que ayer me armé de valor y de un pendrive, y me la puse.
Un escritor yankee de gran éxito, especializado en novelas de asesinatos, llega a Roma para promocionar su nuevo libro. Justo aterriza, comienzan a producirse crímenes, en los que el culpable se limita a seguir las fechorías del psycho-killer de la novela y, ya de paso, implica a su autor en todo ello. Este, ayudado por unos y otros, investigará, descubrirá, luego se perderá... y nosotros con él. Pero eso no importa porque la peli termina en un delirante y generoso baño de sangre que lo arregla todo... vamos, que te deja tan contento que te suda la polla si eso cuadra con aquello o no.
De entre medias, pues mucho material para el recuerdo, destacando sin duda alguna la estupenda y pegadiza banda sonora de los casi-Goblin Simonetti-Morante-Pignatelli, cuyo tema central es ya todo un clásico. Luego, pues ea, un reparto de lo más típico del cine de género italiano que intenta no parecerlo demasiado (Anthony Franciosa, John Saxon, John Steiner o el gran Giuliano Gemma), una buena ración de crímenes -misóginos- y bastante truculentos (la tipa a la que obligan a comer las páginas de la novela, la fascinante pareja de lesbianas viciosas, la adolescente con el estómago reventado a base de hacha... que por cierto, esto último en la versión en vídeo de la época andaba parcialmente censurado), las inimitables, carnosas, voluptuosas e inexpresivas hembras italianas, el inquietantemente erótico flash-back (protagonizado por una churri de notoria nariz... ¡cómo le ponen a Argento las hembras narigudas!, será por propio complejo... si hasta su santa hija tiene una napia de órdago), ese maravilloso primerísimo primer plano de la ensangrentada cuchilla limpiándose bajo el agua del grifo (y que tanto me influyó en mis propios delirios creativos), el presentador de televisión recibiendo un hachazo en pleno cabestro y, en fin, como apuntaba antes, el brutal clímax final bañado en hemoglobina, en el que muere hasta el apuntador, en el que vemos cómo un brazo es troceado con todo lujo (muy impactante!) y donde Dario Argento da rienda suelta a sus desvaríos. ¡Aaaay!, pero cómo molaban las locuras del italiano en aquellos tiempos, ¿o no?, en "Tenebre" tenemos el fascinantemente inútil paseo de la cámara por la fachada de un edificio (¡¿pero pol qué?!) o ese doberman incansable y cabezón. Otro de mis momentos favoritos: La sra. de Argento, Daria Nicolodi, abandona una habitación, la cámara se desplaza un metro y encuadra un objeto metálico puntiuagudo brillando (¡¿pero pol qué, again?!)... aunque para objetos puntiagudos, el final-final y su escultura asesina... absurdo, demencial... brillante.
Vamos, que sí, que a diferencia de "Phenomena", "Tenebre" volvió a gustarme. Es más, resulta bastante entretenida... algo no muy habitual en el cine de Argento... y el cine italiano en general. Y como dato fricoso, por ahí pululan Lamberto Bava y Michele Soavi ayudando a su mentor y marcándose unos cameos y tó.
En fin, un título imprescindible para fans de Dario Argento y, ¿por qué no?, del terror de la época. Hasta casi me atrevería a decir que "Tenebre" fue su última peli buena de verdad... a pesar de que, obvio, en aquel momento recibió palos de los críticos hasta en el DNI o, como dirán allá, l´identità nazionale. Pero ¿¿qué coño sabrán ellos, hijos de puta??.

martes, 27 de noviembre de 2012

DRIVEN

La decadencia de Silvester Stallone, antes de reinventarse dando al publico lo mismo que le encumbró, se hace palpable únicamente durante un periodo de cinco o seis años a lo sumo, desde 1999, hasta 2006 que volvió triunfante con “Rocky Balboa”. Pero yo pienso que no es que el público se olvidara de el, y a las taquillas de sus últimas películas me remito, es que durante ese tiempo, las películas que facturó Stallone, fueron muy malas. Por ahí andan “El Protector”, “D-Tox”, “Get Carter” o “Spy Kids 3-D”, donde se convirtió en una vulgar parodia de si mismo. Algunas de ellas más visibles, otras menos, pero sin duda, la que nos ocupa ahora, “Driven” es, cuanto menos, espantosa. Histórica también, puesto que se trata de la peor película de Stallone, y mucho me temo que, también lo es, de ese marcapaquetes de director que es Renny Harlin, que rueda esta cinta como diciendo “Ahí, mira como coloco la cámara, mira que edición más vibrante ¡cómo molo!”. El resultado es, agradablemente espeluznante, e involuntariamente gracioso.
El más prometedor piloto de formula 1, se siente presionado por sus managers y por lo importante de las carreras que va a disputar en los campeonatos. Para ello, el dueño de la escudería llama a un viejo veterano que truncó su carrera a causa de un accidente que casi le quita la vida, para que de apoyo moral a la joven promesa, que por otro lado, se trae unos rollitos de culebrón sudaca con la novia de su máximo rival, que es, como diría Armand Asante en “Los reyes del mambo”, más puta que las gallinas. Gracias a Stallone, todo saldrá bien.
La película es tan aburrida como lo son, en si mismas, las carreras de formula 1. Con una infografía primigenia de la mas baja estofa, e innecesaria para según que planos, para dar a las escenas de carreras (que poco cinematográficas son, por cierto) un dinamismo, que por momentos resulta hasta ridículo.
Pero la gracia radica en los complejos de Stallone, que aún siendo un estandarte del cine de consumo, no deja de ser el autor más brillante del siglo ( y lo digo sin despeinarme), e introduce elementos personales en sus guiones, porque el guión de esta basura, lo firma el. En este caso, el rollo personal, se le aplica al complejo de viejo que ya en 2001 venía arrastrando el actor/director/ guionista. Lo de “Ya estoy mayor para esto”, no es cosa solamente de “Los Mercenarios”. Stallone, consciente de que tiene una edad, se vende en la película como estrella, pero se encaloma a sí mismo un papel secundario, el de Joe Tanto, la vieja leyenda de la formula 1, que da la doctrina y los buenos consejos a las nuevas generaciones. Cosa esta que es muy común en las películas más personales de Stallone por otro lado, pues lo mismo ocurría en “La cocina del infierno”. Así pues, es muy divertido ver sus moralinas, su sapiencia y su rictus de “Ay, chiquillos” en pantalla, digamos, que si no lo llega a salvar de nuevo “Rocky Balboa”, Stallone en los últimos años, daba mucha penilla, y da la sensación de que el mismo pedía a gritos que se apiadaran de el. “Estoy mayor, pero dadme una oportunidad, que todavía tengo mucho que ofrecer”, parecía decir. Pero, obviamente, “Driven”, no era el mejor ejemplo de lo que podía hacer Stallone, de hecho, es una de las mayores patatas hervidas de la pasada década, que los años 00, dicho sea de paso, están en tierra de nadie, cinematográficamente hablando.
En cuanto a la dirección, Renny Harlin es un catálogo de excesos, también muy gracioso, pretende ser un revolucionario visual, con esos montajes trepidantes y millones de planos aéreos, pero en realidad es todo lo que hace una payasada que, siendo efectivamente “chanante”, no logra sacarle ni una emoción al espectador. Especialmente estúpida, resulta la escena en la que el prota, en un ataque de cuernos, coge el coche de formula 1 y sale a toda hostia por las calles de Chicago, y Stallone sale con el suyo detrás de el para secarle las lágrimas. Patético.
En el reparto, a parte de Stallone, un buen número de losers como son Burt Reynolds, Til Schwiger, Kip Pardue, Robert Sean Leonard o Stella Warren, que se quedó en el intento de ser una reconocida sex Symbol, precisamente porque si te fijas bien, es una tía bastante fea.
Ni para pasar el rato, porque encima, es larga de pelotas.

lunes, 26 de noviembre de 2012

DE CAMISA VIEJA A CHAQUETA NUEVA

Tercera película del tándem fascio Vizcaíno Casas y Rafael Gil, que cierra la trilogía más granada del cine facha junto a “Y al tercer año… resucitó” e “Hijos de papá” y que en clave de comedia, critica a los “Chaqueteros” que se pasaron de la falange española al partido comunista con el paso de los años, con el fin de no perder su estatus en el poder. De hecho, la película (y supongo, la novela en que se basa) no se plantea ni por lo más mínimo, un cambio de chaqueta por convicciones. Pero no es ya que ni se lo planteé… ¡Es que ni lo tolera!.
Manuel Vivar, es un alto mando del régimen Franquista, que se dedica a cumplir ordenes y a apoyar a Hitler en su cruzada. Cuando los nazis pierden la guerra, reniega del tercer reich, y se pasa a la corriente política mayoritaria, y así sucesivamente hasta llegar a los años ochenta y acabar liderando el partido comunista, mientras en un alarde de hipocresía, mantiene sus empresas, sus lujosos coches y su enorme casa. Todo ello entres situaciones supuestamente cómicas.
Independientemente de la ideología que profesan estas películas dirigidas por Rafael Gil, he de confesar que a mí me hace mucha gracia que estos films sean tan abiertamente fachas, y la naturalidad con la que exponen ciertos temas. Sin ir más lejos, al final de esta película, durante los créditos, y por si no nos había quedado claro, suena una burlona y discotequera canción que arremete contra los “Chaqueteros” de la forma más agresiva. Por lo demás, gags fascistas poco afortunados en un producto bien rodado, ingenuo y hasta entretenido en cierto modo, porque te tienes que acabar riendo en según que momentos, que son justo en los que los que el director no pretende que el público se ría.
Lo irónico de todo esto, es que durante la transición, había libertad a la hora de hacer una película, incluso una de una temática tan deleznable como esta. Se hacía, y se estrenaba, y que el publico eligiera verla o no, era su problema. Sin embargo en los tiempos que corren, que somos tan modernos y se aboga tanto por la libertad, sería imposible que se diera luz verde a una película como esta, es más, sería perseguida y condenada.
Sin más politiqueo, decir que en la película aparecen José Luis López Vázquez, cuyo físico parece concebido para hacer de fascista, Manuel Codeso, Antonio Garisa, Charo López, Agustín González, y Emilio Gutiérrez Caba, que es su afán por querer ser el Al Pacino español, como ya dije en esta reseña, interpreta a un falangista de muy firmes convicciones.
Rafael Gil rodaría después dos películas más “Las autonosuyas” y “Las Alegres chicas de Colsada”, y poco después moriría, dejando un basto legado de películas de temática fascistoide, o alejándose de la política, de corte popular.

domingo, 25 de noviembre de 2012

VERY FUNNY THINGS

Uno de los libros que suelen salir dentro del marco del festival de de cine de San Sebastián (que suelen estar bien), y uno de los que yo fui a comprar con avidez, dado que existen pocos libros dedicados a la nueva comedia americana, y este, parecía el definitivo.
Mayúscula decepción me llevé, no solo porque a poco más de la mitad del libro, este comienza de nuevo desde el principio traducido al inglés, cosa que me parece genial salvo porque el libro no lo compré dentro del festival, si no en una librería y no se advierte en ningún lugar este pequeño detalle. Si el libro hubiera estado bien, esto lo hubiera pasado por alto, pero es que estamos, y esto que quede bien claro, ante el libro más espantoso sobre cine que he leído en mi vida.
El volumen, coordinado por Violeta Kovacsis, recopila artículos de un buen puñado de relevantes plumas, ofreciéndonos sesudos análisis sobre películas tan tontas como “Lio embarazoso” o “Aquellas juergas universitarias” por citar algunas. Desconozco a que público irá dirigido el libro, pero a mí, fan acérrimo de la comedia americana, el contenido del libro, la pedantería de cómo está escrito, y los paralelismos entre las películas de las que nos habla y los grandes clásicos, me la sudan tremendamente. Y creo que al resto del público que quiere leer sobre comedia americana, tampoco admitirá ni apreciará, el desmedido talento del que hacen alarde la mayoría de estos articulistas, cuando se trata la materia de la que John Belushi es Rey.
El libro apesta a encargo, y digamos que ninguno de los autores es verdaderamente fan del género que trata, así pues, todo muy intelectual, todo muy bien escrito, pero me quedo chafado tras su lectura, no ya por lo poco interesante de sus artículos y ensayos, si no más bien porque acabarlo me ha costado dios y paciencia, y me he aburrido horrores. Y es que este grupo de señores y señoras, han conseguido hacer con este libro, algo que parece imposible en un principio; hacer un libro sobre la comedia americana soberanamente aburrido. Además, no profundiza en ninguno de los títulos, repasa todos y ninguno, de los que han seleccionado.
Un absoluto asco, y una autentica pena que la gente que escribe sobre cine en nuestro país, no sea capaz de parir un libro sobre la nueva comedia americana como mandan los cánones, que a la hora de escribir olviden el sentido del humor, incluso para hacer un libro sobre la comedia, y todo ello quizás porque es un género despreciado por la crítica en general, y escribir un volumen entero sobre el tema, es más una lata que un apasionado trabajo. En el caso de estos señores, me refiero.
En definitiva; se habla de “Resacón en Las Vegas” como si se tratara de “El Septimo sello”… y eso jamás puede ser bueno ¡Que tonillo más resabiado, por dios! Por citar un par de artículos menos coñazo, destacar el dedicado al programa televisivo “Saturday Night Live”, en el que se nos hace un repaso, muy escueto eso si, de los cómicos que han ido apareciendo en cada etapa, y por otro lado, una trascripción de una entrevista americana e inacabada a Leslie Nielsen, perteneciente a las cintas de un muchacho que falleció durante la confección de dicha entrevista.
En momentos como este, es cuando lamento el no tener una casa de campo con su chimenea, para alimentar a las llamas con libros como este.

REGEN, REGENERACIÓN MORTAL

Un accidente de origen químico ha arrasado con media humanidad. Varios aguerridos muchachuelos viven en un bunker bajo tierra y, de vez en cuando, se dedican a ir a la superficie para ver cómo anda el tema y, de paso, pillar algo de papeo. En eso que los enviados son asesinados por un ente desconocido, y los que salen en su rescate se encuentran cadáveres por un lado y una superviviente por el otro, una tipa asustadiza y muda que se llevan al refugio. Allí descubren que anda preñada de algo raro, y cuando intentan sacarle el feto, este, además de ser mu feo y tener mucha mala uva, cobra vida y se escapa. No tardará nada en crecer, convirtiéndose en un monstruo enorme de hortera pero simpático aspecto que se irá cargando a todos los integrantes del bunker, hasta que queden los dos más guapos y se dejen las pestañas para exterminarlo.
Hala!, esa es la trama de "Regen, regeneración mortal" o "The terror within" en su emblemático país de origen. Típico producto de finales de los 80 parido pal video-club desde la factoria de ñordas del gran Roger Corman, "Concorde/New Horizons". Yo la alquilé de chaval y apenas la recordaba... es lo que tienen estas pelis, que son puro "fast food" de badulake. El caso es que nos encontramos con otra revisión más de la trama esencial de "Alien, el octavo pasajero" o, ya que estamos, de la peli que copió Ridley Scott, "It!, the terror from beyond space". El rollo de los supervivientes confinados con monstruo implacable en un espacio más o menos reducido, un tipo de subsubgénero que no requiere de grandes despliegues presupuestarios y, si se hace más o menos bien, da el pego. Y el caso es que, después de comerme mil trescientos pestiños iguales la mar de aburridos, en "Regen..." funciona. O al menos lo hace su primera hora que, no se muy bien por qué motivo, no resulta especialmente plomiza. Se soporta. Tal vez se lo debamos a la presencia del entrañable y gigantesco George Kennedy... porque es morirse él, y la cosa pierde fuerza, adentrándose  en la inevitable espiral del coñazismo... aunque sin llegar nunca a los extremos de un "Shocking Dark" o un "XTRO 2". Completan el menú un poquico de sangre y ninguna teta... lástima, eso no ayuda demasiado.
El prota oficial es Andrew Stevens, cromito al que has podido ver en "Massacre at Central High" o "La Furia" de DePalma y que, esencialmente, acabó relegado a telefilms y productos de segunda o tercera. Debió de pasárselo de puta madre, porque dos años después debutó como director con la segunda parte, "The terror within 2", que no he visto. Y hablando de dirigir, el muchacho que se encarga de llevar -con bastante acierto- las riendas de esta "monster movie" casi noventera se llama Thierry Notz. Venía de currar para Rogelio en diferentes departamentos y poca cosa más hizo después, tal vez lo único destacable sea la segunda parte de aquella producción Corman medianamente destacable titulada "Proyecto: Terror" y algunos episodios para la cutre-serie de "Superboy". Luego, desapareció.
"Regen, regeneración mortal" es un tipo de peli muuuuy típica de su época.... solo que menos apestosa de lo habitual y que va muy bien para dar algo de tenue color a tus horas de aburrimiento.

sábado, 24 de noviembre de 2012

CHRONICLE

Dentro de mucho tiempo, los estudiosos recordarán estos últimos años vividos como el auge del cine de superhéroes, y "Chronicle" será considerada la rareza del "pack" o, lo que es lo mismo, la aparente improbable combinación de las dos modas reinantes, el mentado género superheróico y el "found footage", casi siempre más ligado al terror.
"Chronicle" narra, en esencia, el nacimiento de un futuro superhéroe. También el de un supervillano... lástima que a este no le den demasiada cancha para evolucionar. Y lo hace desde el punto de vista de varias cámaras, en especial la que uno de los chavales acarrea durante toda la peli. Este, el típico tímido e inadaptado con problemas en casa aunque inevitablemente guapito, descubre, en compañía de dos adolescentes más, un agujero en el suelo que conduce hasta lo que parece una nave espacial (o eso pienso yo, aunque nunca te explican en realidad de qué se trata). Se someten a su radiación y, en consecuencia, adquieren poderes mentales. Poco a poco irán desarrollándolos y lo que arranca como un juego divertido, un modo de montar gamberradas o lucirse frente a las chicas del "insti", terminará derivando en algo mucho más serio, peligroso y... apocalíptico.
Primer fallo... bueno, en realidad, el único: La estética del "found footage" no le pega nada a "Chronicle". Que sí, que es muy original, y consigue algunos momentos interesantes, como cuando los chavales descubren que pueden volar, uno de los grandes aciertos de la película. Sin embargo, en general, el rollo "Johnny, deja de grabar! (y Johnny no para)" molesta. Interrumpe el disfrute. Y "Chronicle" perfectamente podía haber sido contada desde una perspectiva standard.
Superado eso, el resto son todo cosas buenas, empezando por unos logradísimos efectos especiales (cuyo mérito reside en hacerlos creíbles dentro de un formato tan verosímil como el elegido), el notable ritmo que tiene la historia, la relación de los chavales, que no pierdan demasiado el tiempo con historias de amor (otro fallo, no te tragas que la niña mona sea también adicta a grabarlo todo, hasta cómo abre la puerta cuando llaman al timbre), acabando en esa batalla final espectacular, digna de tebeo de tipos con capa y calzones.
Lo más curioso de "Chronicle" es quién firma el guión, Max Landis, hijo de John.

jueves, 22 de noviembre de 2012

IRREDEEMABLE & INCORRUPTIBLE

Estas dos colecciones de Boom comics escritos por Mark Waid se basan en una premisa muy simple, que ocurriría si el Superman de ese mundo no aguantara la presión de ser el salvador de todo el planeta y acabara perdiendo la cabeza y volviéndose el villano. A su vez, uno de sus enemigos más acérrimos (no el que sería su Lex Luthor, que ese sigue siendo malvado y además está enamorado del héroe), cambiara de bando y se volverá ahora el héroe, o al menos un superhéroe más. Su punto de partida no es nada de otro mundo, sencillamente se invierten los papeles y ya, pero luego la trama se complica.

Plutonian se ha vuelto violento y errático, destroza países enteros en menos que canta un gallo y sume al mundo en una crisis global casi apocalíptica. Sus compañeros de El Paradigma (la Liga de la Justicia de este mundo) intentaran por todos los medios detenerle, pero es demasiado poderoso e irán muriendo a sus manos uno tras otro. Solo unos pocos de los héroes sobreviven a los ataques, y aunque Qubit, el que lleva la voz cantante entre los supervivientes, desea con todas sus fuerzas volver a Plutonian a su estado anterior, finalmente entenderá que esto no es posible y solo queda la opción de acabar con él, aunque sea algo que nunca ha hecho, matar a alguien. Por su parte, en Incorruptible, se nos cuenta la historia de Max Damage, un villano con súper resistencia y súper fuerza cuyos poderes se van acrecentando cuanto más tiempo este despierto, la pega que tiene es que la falta de sueño le vuelve irritable y más propenso a la violencia de lo normal, que en su caso ya es mucho. Max al ver como Plutonian (al que todos llaman Tony) arrasa una ciudad entera, con sus inocentes niños, mujeres, ancianos y todo lo que pille por delante, decide equilibrar la balanza y pasarse al bando de los buenos. Pero Max nunca ha sabido como ser un héroe, así que simplemente se dedica a hacer todo lo contrario a lo que haría normalmente, con unas férreas convicciones y sin salirse ni un pelo de la línea marcada. Max no es un santo, en su pasado ha hecho cosas horribles, y aunque la policía está en su contra, poco a poco va ayudando con la reconstrucción de la ciudad en la que ha vivido siempre y acabara siendo visto como el guardián de los ciudadanos que antes tanto le odiaban. Las dos series se unen un par de veces para que tengamos enfrentamientos entre Tony (Plutonian) y Max, y aunque los combates quedan en tablas, Plutonian le pone la cara guapa a Max.

No sabría con cuál de las dos series quedarme, Plutonian empieza muy bien, pero a la mitad la cosa decae un poco para luego remontar un poco al final. En cambio Incorruptible empieza muy bien y se va deshinchando en su parte final. Aun así, si tuviera que decidir me quedo con Incorruptible y con Max Damage. Suerte de que se pueden leer las dos.

martes, 20 de noviembre de 2012

CRIMEN EN FAMILIA

El jefe de una empresa de construcciones, es un hijo de puta redomado. Ultraderechista de los que pegan palizas, va armado, le gusta la caza y no tiene moral ninguna. Y se dedica a putear a su familia hasta límites extremos, a su mujer y a sus hijos, pegándoles, insultándoles, violando a su mujer… un hombre sin humanidad alguna. Hasta que un buen día, su familia, harta de sus vejaciones, planea asesinarle.
Ese es el sencillo argumento de esta película española, de cuando las películas españolas molaban. Y de los noventa y cinco minutos de peli, noventa nos muestran solamente las vejaciones a las que somete este individuo a todo el mundo, sobretodo a su familia, siendo el cenit de la aberración el momento en el que agarra violentamente a su mujer y anima a su guardaespaldas a que se la folle. Desde luego, es una película que está entretenida, que va al grano y se deja de gilipolleces. Aquí lo que interesa es poder ver a un actorazo como la copa de un pino luciéndose en un papel que le va de perlas: Agustín González haciendo de facha cabrón, está en su salsa, además que se trata de uno de estos papeles para demostrar que era un gran actor y no solo ese señor que se cabrea tanto en las españoladas. En “Crimen en famila”, da hasta miedo. Pero hacer un papel dramático de este porte, no le impedía a González hacer todo tipo de películas, sin importarle demasiado el valor cinematográfico o la calidad de estas, apareciendo en “Martes y 13, ni te cases ni te embarques” de Javier Aguirre, o en esa Infra-película rodada en vídeo para lucimiento de “El Fary” que es “Ojos sin luz” (Comentada en “Malas pero divertidas”) del infame Juan Alcázar.
Así que la película es él. El resto de actores no están a la altura en absoluto, así que cuando González no aparece en plano, la película cae en picado en todo momento. Tenemos a Cristina Marsillach, que trabajó en el cine por ser hija de quien era, pero la verdad es que es tan mala actriz, que aquí tienen que doblarla. Tenemos a Charo López, que está sobrevaloradísima y jamás resulta creíble, o a otro hijo de papá, Fernando Guillén- Cuervo, que si ahora es malo, en la época, de jovencillo, era aún peor.
Así que en resumidas cuentas, la peli, sin estar mal, mola porque vemos a Agustín González haciendo el bruto, soltando frases fascistas de llevarse uno las manos a la cabeza y tratando mal a todo el mundo.
Dirige la película Santiago San Miguel, en cuya filmografía, lo más destacable es esta peli.
No confundir con la película Yankie “Crimen en familia” protagonizada por Ryan Goslin y Kristen Dunst del año 2010.

domingo, 18 de noviembre de 2012

EL PODER DEL VHS

Una vez más, es el amor fraternal lo que contribuye a ampliar mi moderada colección de cintas VHS. A continuación pueden regalarse los ojos con la generosidad de un trío de buenos amigotes. A todos ellos, gracias mil.


De este pack destaco "Neon Maniacs", película de la que hablamos
en nuestro libro "Malas pero divertidas". Un auténtico hit del cine
barriobajero que no puede faltar en mi moderada y elitista colección.


Y de este pack destaco "E.T. El extraterrestre", ese maravilloso clásico que
tantas lágrimas me hace derrochar. Lo curioso de este caso es que no deja de
resultar irónico que tengamos que recurrir al bueno y viejo VHS para
poder ver estas películas tal y como fueron concebidas en su época... sin
retoques digitales ni polladas.
Una vez más, gracias amigos........ ¡¡y gracias uvehacheese!!.

jueves, 15 de noviembre de 2012

PLAUTO

Me dio anoche por ver esta película, simplemente porque estuve pensando en “Crónicas Marcianas”, el “Late show” de telecinco conducido por Javier Sardá, y me di cuenta de que gracias a ese programa se hicieron unas cuantas películas patrocinadas y apoyadas por el mismo donde sus colaboradores, o sencillamente, los freaks que servían de mofa en el mismo, se estrenaban como directores o guionistas e incluso, solo por pertenecer a dicho programa, llegaban casi todos a estrenar en salas. Luego este es un tipo de películas que por peculiares, dementes, curiosas y por ser realizadas por gente ajena al cine, se merecen, al menos, mi atención.
La más exitosa y honesta, fue “F.B.I: Frikis buscan incordiar” del periodista Javier Cárdenas. Era lo que era una suceción de skechts en el que contemplábamos bromas pesadas a gran parte de los colaboradores más patéticos de programa. Es lo que es, un programa televisivo estrenado en cines. La más demencial sería “Hot Milk” de Ricardito Bofill, que usaba el programa como plataforma de promoción. Una absoluta locura, en la que el interés radica en lo que puede hacer un niño rico pasado de escama, si le das los mandos de una producción. Incluso gente con ligero retraso mental como Leonardo Dantés se animó a hacer cine, creando una obra maestra del cine casero con “L.A.R.R”, que el pobre, por mucho que lo anunciara en el programa de Sardá, no tuvo la suerte de estrenar. Su película era un video casero extendido. Sin embargo a mí me parece la mejor de todas. Y por fin tenemos este “Plauto”, el delirio del narcotraficante con ínfulas de escritor Coto Matamoros, que no hacía más que hablar de su película en el programa, llegando incluso a decir cuando se estrenó, que a aquél que no le gustase le devolvería el dinero de la entrada. Incluso devolvió el dinero de unas cuantas, por supuesto.
Pero en contra de lo que muchos creen, el proyecto es suyo, pero no lo dirige el. Matamoros, no tenía ni puta idea de dirigir, así que se encargó de escribir el guión y para dirigirla contó con los servicios de David Gordon, director que obtuvo cierta relevancia en festivales y demás a raíz de una trilogía de cortos tontísimos con títulos como “Kikos”, “Pipas” o “Chicles”. Luego rodó esto, y nunca más se volvió a saber de el.
Sin duda, de los atentados fílmicos que salieron de la factoría “Crónicas Marcianas”, este es el peor de todos. Si tengo que definirlo con una sola palabra, esta sería “Repugnante”.
Cuenta la historia de un circo que está en las últimas, y para salir adelante, a tres de los artistas se les ocurre utilizar el recinto para mover cantidades ingentes de droga. Se meterán en una espiral de violencia en una pseudo “road movie”, que bebe mucho de aquella gran mierda de Juanma Bajo-Ulloa que era “Airbag”. Los tres artistas de circo, acaban asesinando, esnifando y extorsionando. En consecuencia, tanto la gente que les proporcionó la droga, como la gente que les prestó el dinero para comprarla, acaban yendo al circo para acabar con todos ellos en una masacre a ritmo de metralleta. Ahí es donde entra en juego Plauto, el payaso, del que no puedo decir nada más porque acabaría destripando la película… no vaya a ser que a alguien le interese.
Mala hasta decir basta. Mal rodada, montada con el culo, ridícula, de vergüenza ajena, lo peor sin duda es el guión del propio Matamoros, que construye diálogos larguísimos y llenos de tacos y de alusiones sexuales cerdísimas, que en boca de los malísimos actores resultan de lo más patético. Además, hay que prestar gran atención para comprender una trama, que seguro que Matamoros se creía que era acojonante, cuando en realidad es una mierda.
El reclamo para vender la película, a parte de la autoría del proyecto por parte de Matamoros, era el reparto repleto de freaks mediáticos de los que estaban de moda entonces, así tenemos en el papel principal a El Dioni, que está ahí, supongo que porque es un pelín mejor actor que el resto de desgraciados. Le acompañan en cameos o papeles cortos Loli Álvarez, Leonardo Dantés, Arlekin, Nuria Bermúdez, María Bolkan, Tony Genil, Dinio, el Conde Lequio… y seguro que me dejo alguno. También tenemos actores de verdad como José Carabias como el payaso Plauto, que está como siempre: Bien, o a Javier Cifrián.
También tenemos un cameo del escritor José Manuel Serrano Cueto. En definitiva, un producto curioso por todo esto que cuento, pero también una cosa muy mala y muy antipática e incluso desagradable, para la que hacen falta dos cojones muy gordos para ponerse a verla.
Lógicamente, en taquilla, el desastre fue mayúsculo.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

AL FILO DE LA NAVAJA

Típico producto ochenteno de tercera, con aspecto de producto setentero sobre venganzas urbanas, del que, seguramente, debió tomar buena nota Tarantino, además del “Blaxplotation”, a la hora de plagiar para hacer “Jackie Brown”.
Una mujer descubre que su marido es un camello cuando una panda de mafiosos de poca monta asalta su casa para cobrar una deuda y asesinar a su hijo. Por otro lado, una vieja leyenda del deporte venida a menos, se gana la vida como taxista. La mujer alquila su taxi para que la lleve a diferentes lugares. Pronto descubren que la intención de esta mujer es ir matando a los asesinos de su hijo, uno por uno ¡Y decide ir en taxi!. Al enterarse el taxista de esto, decide tomar parte activa de esta venganza, aunque en consecuencia surjan todo tipo de problemas, y, lógicamente, alentado por el enamoramiento.
Lo bueno de estas películas, en su mayoría ambientadas y filmadas en Nueva York con pocos medios, es todo el rollo urbano que destila; las calles, el macarrerío, los cines anunciando películas de estreno (en este caso vemos dos enormes carteles que anuncian “Creepshow” y “Star Trek II”), la niebla saliendo de las alcantarillas… y en este “Al filo de la navaja” incluso la idea de base no está nada mal. ¿Qué es en lo que falla? En todo lo demás. El guión hace aguas y hace alarde de un tempo lentísimo, sin ningún ritmo, con lo que acabamos bostezando de la manera más espantosa. Pero mola por lo chanante del asunto y el carisma de los personajes. Aunque esto no sirve para salvar la película de la más cruel quema. Pero claro, el interés radica en sus míticos actores, porque tenemos por ahí a Robert Foster como tiradísimo taxista, y de malo maloso, tenemos a Joe Spinell, ambos en su salsa y en sus mejores momentos, y solo verles el careto, ya es aliciente para continuar visionando este bodrio.
Dirige el cotarro Norbert Meisel, que solía actuar en sus películas, y que rodó más bazofias del mismo estilo.
Pero da igual la película, una ponzoña más. Lo mejor es lo referente a sus ediciones videográficas:
De título original “Walkin the Edge”, la película tuvo hace unos años una edición en DVD, que es la que ilustra esta entrada. Sin embargo, ya fue editada en VHS en los ochenta con el estúpido título de “Al filo de la navaja II”. Esto está muy bien, salvo por el pequeño detalle de que no existe un “Al filo de la navaja 1”… en todo caso un dramón con Bill Murray titulado “El filo de la navaja” que absolutamente nada tiene que ver con esto… ¿Quizás una estrategia comercial para hacer creer al público que era la secuela de una peli acojonante? A saber.
En cualquier caso, aquí les dejo la carátula de aquella primera edición en vídeo.


DRÁCULA 3D DE DARIO ARGENTO

Fui a ver "El fantasma de la ópera" de Dario Argento en su pase por el Festival de Sitges del respectivo año. En plena proyección, y a pesar del supuesto tono trágico de la peli, el público comenzó a descojonarse ante lo ridículo de todo ello. Yo, que había crecido siendo fan del italiano, adorando "Tenebre", "Suspiria" o "Phenomena", no podía creer semejante falta de respeto. Sin embargo, a medida que el film avanzaba, tuve que rendirme a la evidencia: Sí, aquel "Fantasma de la ópera" era patético y risible... así que yo también me subí al carro del cachondeo reinante. Fue la primera señal de que Dario Argento estaba perdiendo su "touch". Y de ahí en adelante, todo fue cuesta abajo. Que sí, que aún tuvo tiempo de producir alguna cosa potable, como "Insomnio", su aportación a la serie "Masters of Horror" e incluso la incomprensiblemente denostada "Giallo", pero en general estaba claro que los mejores tiempos de Argento habían llegado a su fin. El día que se anunció que iba a dirigir una nueva adaptación del clásico de Bram Stoker, en 3D y producido por Enrique Cerezo, todos comenzamos a temblar. Y con razón.
No teníamos muy claro qué iba a pasar con tan absurdo proyecto una vez se terminara. Todos dábamos por sentado su pase por algún festival y, con suerte, una edición exclusiva en DVD, igual que le había pasado a otro de los Argentos recientes y más o menos soportables, "La madre de las lágrimas". Pero cual fue mi sorpresa al enterarme de que se estrenaba el Viernes pasado, y en uno de los cines punteros de Barcelona. Eso sí, dentro de un horario algo restringido ya que únicamente la daban a las 20 horas y en 2D. Si la querías en 3D, tenías que esperar hasta las 22. No tuve la más mínima duda de que quería ir a verla (al pase de las 20 horas... no me interesaba TANTO como para perderme la cena). Era totalmente consciente de que sería algo parecido a un churrasco, sin embargo, lo especial de la ocasión bien merecía el sacrificio, ¿cuando podría volver a ver una peli de Dario Argento en un cine de estreno?, seguramente nunca mais. Era todo tan anacrónico que merecía vivirse. ¿Un film italo-español de terror de presupuesto limitado, dirigido por una vieja gloria del cine fantástico europeo, repleto de un erotismo y una truculencia honestos en los tiempos que corren en los que todo es tan aséptico, tan falsamente estilizado, y en el que las multinacionales y sus productos perfectamente fríos dominan el cotarro?. Vivirlo para creerlo. Además, sin contar lo visto en Sitges, hacía muchos años que no iba al pase de una peli de Argento en un cine normal. Las últimas que recordaba eran "Los ojos del diablo" en funciones de co-director junto a George A. Romero y sus dos "apadrinamientos" para Michele Soavi, "La secta" y "El engendro del diablo".
¿Y que tal la experiencia?, pues "bien". Cuando la he calificado de anacrónica, no iba desencaminado. El "Drácula" de Dario Argento se inicia muy dolorosamente, con un supuesto vuelo rasante por una aldea que es puro CGI de saldo. Podéis tomarlo como un aviso, porque todos los efectos informáticos que seguirán están a la misma altura, la del betún caducado. A su lado, lo que hace Asylum parece el puto "Avatar". Lo que sigue, está bastante mejor. Una escena erótica de esas tan almidonadas y torpes típicas del cineasta, en la que una TREMENDÍSIMA Miriam Giovanelli luce TREMENDÍSIMO palmito (y lo volverá a hacer más adelante). Primera sonrisa, ¡que gusto recuperar esa clase de material!. Pronto nos encontraremos con más efectos de ordenador patéticos (el auténtico talón de aquiles del film, atención al tren que reposa parado en la estación), actores tirando a limitados y una ambientación correcta aunque por los pelos de un calvo. Se nota que el dinero escasea desde los créditos iniciales.
La puesta en escena de Argento es muy teatral, largos planos paridos por una cámara bastante reposada, aspecto este incrementado ante la sensación de "cartón piedra" que gasta todo el pack, desde la iluminación hasta los efectos de sonido. Casi todos ellos suenan como si alguien pisara cáscara de huevo. O mejor, como si "Calamardo" estuviera dando tumbos por el plató durante el rodaje.

Claro, de entrada todo esto choca e invita al descojone. Lo que ocurre es que, una vez asumido, comienzas a meterte en la peli, un poquito, y terminas viéndola tranquilamente hasta que concluye. A ver, que es bastante pesadica, y más teniendo en cuenta que nos sabemos la puta historia de Drácula al dedillo (y dan igual los cambios aportados por Argento y su troupe, en esencia es lo mismo de siempre), pero en fin, que se puede ver como si fuera un telefilm de esos insulsos pero pasables. Ayudan un poco las tetas (las mentadas y las de Asia Argento), la epatante pero ridícula e innecesaria aparición de una mantis religiosa gigante (???????), el gore (no excesivo, pero bien presente), arrebatos nostálgicos (esos hachazos en primerísimo plano que nos recuerdan a "Tenebre"), la simpática y fantasmagórica banda sonora del inevitable Claudio Simonetti y, sobre todo, ese envejecido Rutger Hauer haciendo de un Van Helsing la mar de bruto, que extermina vampiros y lacayos con una rapidez, facilidad y contundencia que asusta. El actor holandés es sin duda lo mejor de este "Drácula" argentiano. 
Otro "clásico" que encontramos en el apartado técnico es Sergio Stivaletti, habitual chico de los efectos especiales que, supongo, se encarga aquí del poco látex que hay (porque si los de CGI son cosa suya, es pa darle de palos). Precisamente en una entrevista reciente, Stivaletti comentaba que el cine de Argento había perdido fuelle porque en realidad el director era ya un señor mayor cansado del terror y que se moría por rodar historias de amor. Bien, su "Drácula" es prueba de ello. El italiano intenta regodearse en todo el apartado romántico propio del libro de Bram Stoker, como hasta hoy han hecho casi todos los directores que lo han adaptado, pero claro, procede con ese sentido de lo romántico tan hortera, ñoño, acartonado y de "karaoke" que ya mostró en su temible "Fantasma de la ópera". Seamos prácticos, Dario Argento siempre fue un realizador eminentemente visual y en su cine los actores y los guiones no eran precisamente de lo mejor que uno podía encontrar. Claro, si le quitas los delirios estéticos, los colores chillones, la cámara circense y etc, ¿qué queda?... pues cosas como este "Drácula".
En fin, no sé muy bien qué decir. Si la miras con cariño, con afecto, pues tiene un pase y se deja ver, sobre todo si pones algo de paciencia por tu parte... pero por otro lado, no hay duda de que se trata de un producto terriblemente mediocre, cutre, pobre y almidonado. Duele pensar que tras el se encuentre el señor que hizo "Suspiria", "Inferno" o "El pájaro de las plumas de cristal".