martes, 11 de junio de 2013

EQUILIBRIUM

Sin temor a equivocarme como lo hacen los elefantes, enormemente, me atrevería a decir que "Equilibrium" fue en su momento la primera película beneficiada por los supuestos horrores de la piratería digital, de cuando esta aún estaba en pañales.
Dicho de otra manera, demostró que eso de bajarse películas por la red no siempre es malo... no cuando es el único modo de disfrutar de un producto que, por diferentes cuestiones, no ha llegado a nuestro país. Y, de hecho, once años después de su parimiento, todavía no lo ha hecho. El único modo de consumirlo es con doblaje latino... o subtítulos. Hay quien incluso se flipa afirmando que si "Equilibrium" no ha tenido una mayor difusión, es por su mensaje revolucionario. Vamos, que los poderosos temen que el pueblo la vea y decida tomársela demasiado a pecho. Permítanme que me descojone los próximos 25 segundos. Sí claro, seguro que la sociedad moderna decidiría agarrar las armas después de echarle un ojo... ¿cuando, durante el descanso del próximo Barça/Madrid o al terminar la edición cinco mil de "Gran Hermano"?. Por favor, seamos serios.

Y es que no deja de resultar sorprendente que un film producido por los hermanos Weinstein desde su errática "Dimension Films", con Jan De Bont, director de "Speed", echando una mano, un reparto bastante sólido encabezado por el entonces en alza Christian Bale, un presupuesto respetable de 20 millones de dólares y un contenido versado en la ciencia ficción y el cine de acción, a día de hoy siga tan escondido y tan poco difundido. Según la teoría oficial, los Weinstein sacaron tal tajada de las pre-ventas internacionales, que decidieron no jugársela y dejarla huérfana de una distribución por todo lo alto. Eso, para mi, tiene más sentido.
Total, que a inicios de los 2000 corrió el rumor de que "Equilibrium" molaba mucho y merecía verse, para lo cual había que recurrir al amigo del amigo que se la había descargado con subtítulos hechos por algún mindundi. En esencia se trata de un "exploit" de la entonces afamada "The Matrix" con toques del "1984" Orwelliano, entre otras muchas ideas prestadas.
Estamos en el futuro, poco después de la tercera guerra mundial. El poder decide erradicar el mayor mal de la humanidad, los sentimientos. De este modo, se acabaron las guerras, los conflictos, los celos, las envidias, etc.... pero, claro, también se acabaron las emociones positivas. Para ello se inventa una medicina que hay que inyectarse diariamente. Solo la resistencia se niega a tomársela y vive oculta, traficando con todas las cosas que el poder ha prohibido, los libros, la música, la pintura, el cine... cualquier cosa capaz de crear alguna clase de emoción. Un cuerpo especial de policía se encarga de buscar y cazar a todos esos rebeldes, que son automáticamente ejecutados. El mejor de estos hombres, John Preston, es tan eficiente y obediente que no tuvo problemas en aprobar el exterminio de su propia mujer, cuando se descubrió que no ingería la medicina, y tampoco en matar a su compañero/amigo al pillarlo leyendo a escondidas poesía confiscada.
Pero un día, accidentalmente, no se inyecta su dosis y lo que comienza a sentir le gusta... tanto, que decide seguir adelante. Poco a poco, irá abriendo los ojos ante los abusos del poder y, claro está, se pondrá de lado de la resistencia para que cambien las cosas de una vez por todas.

Siguiendo la estela "fantasmil" de "Matrix", hay que resaltar la capacidad de estos super-polis (clérigos, les llaman) a la hora de entrar en combate. Gracias a una técnica nueva, son capaces de enfrentarse cara a cara con 20 tíos armados, esquivar balas y golpes y matarlos a todos. Sí, es un tanto exagerado, un poco "too much", pero mola que te cagas. Está muy bien representado en imágenes y cada vez que Bale hace demostración de ello, cuesta mucho no fliparse con las posturitas, el montaje dinámico, la generosa violencia y el macarrismo general de todo ello. Sobre todo en el clímax final, directamente de infarto.
"Equilibrium" es una peli muy muy potable. Perfectamente ambientada, con un notorio diseño de producción, bien fotografiada, bien interpretada, en fin, que está muy bien, carajo, y viene repleta de aciertos, aunque mi parte favorita es aquella en la que Christian Bale comienza a despertar y sentir. El actor transmite estupendamente bien lo que representa para él experimentar las cosas bellas por primera vez. Saber que "haces mal", pero no poder evitarlo y vivir entre el puro placer sensorial y el tormento de la culpa. Ver salir el sol. Escuchar música. Oler perfume. Salirse del orden impuesto. Descubrir el individualismo. Entre todo ello destacan la contenida y reprimida mini-historia de amor trágico que mantiene con una rebelde y el inesperado afecto que siente por un hermoso perrito, por el que, literalmente, es capaz de matar.
Junto a Bale encontramos un puñado de rostros bien reconocibles, como son los de Sean Bean, Sean Pertwee en plan Mariano Rajoy, Emily Watson, David Hemmings, Dominic Purcell, Angus Macfadyen o el siempre lacónico William Fichtner. El director y guionista, Kurt Wimmer, luego lo intentaría de nuevo con otro film de ciencia ficción de regusto "Matrixiano" medio-chanin, pero esta vez no funcionó, les hablo de "Ultraviolet", el vehículo para Milla Jovovich. Aunque lo realmente curioso es descubrir cual fue su primera película, justo antes de "Equilibrium", nada menos que la segunda parte de "Frío como el acero", aquel tardío muestrario de capacidades para el "action hero", que nunca acabó de despegar del todo, Brian Bosworth. Aunque el fuerte de Wimmer está en los guiones, suyos son los de "Esfera", "El secreto de Thomas Crown", "La prueba", "Dueños de la calle", "Un ciudadano ejemplar", "Salt" o el remake de "Desafío Total".
Sin ser perfecta ni redonda, "Equilibrium" sí ofrece un buen puñado de grandes momentos y 107 minutos de notoria evasión. Muy recomendable.