lunes, 1 de julio de 2013

IRON MAN: LA REBELIÓN DEL TECHNÍVORO

Cuando vi las primeras imágenes de esta película de animación se me pusieron los ojillos brillantes. Por fin vería a un Punisher animado con todas las de la ley. El protagonista era Iron Man y también aparecerían La Viuda Negra y Ojo de Halcón, así que la cosa prometía, pero ya lo dice el dicho, “prometer y prometer, hasta meter, y después de metido, olvidar lo prometido”.

Mad House, el estudio de animación japonesa que nos trajo High School of the Dead, Gantz (en su versión animada), Perfect Blue, Shigurui y tantas otras, es la responsable de llevar a cabo la producción encargada por Marvel. Sus diseños de personajes son respetuosos con lo que Marvel dicta, aunque puede que el escote de la viuda sea más grande y este más relleno de lo habitual, aunque no seré yo quien le ponga pegas a esto. El único personaje que cambia un poco con el aspecto que tenemos en mente es Punisher, aquí algo más joven aunque con su indumentaria habitual (la actual, no la de las botas y guantes blancos) Probablemente esta rejuvenización sea para equipararlo más al actor de doblaje original, en este caso Norman Reedus, quien salto a la fama internacional por su papel de Daryl en The Walking Dead. De todas formas en España, el doblador es otro que no es quien pone la voz de Daryl (y eso que en TWD ha tendido dos voces), así que nos da exactamente igual.

La historia va tal que así, continúa tras lo ocurrido en Iron Man 2,  Iron Man/Tony Stark está a punto de lanzar un gran y potente satélite con el que podrá conectarse a todos los ordenadores del mundo para poder salvar vidas antes de que los desastres ocurran, o nada más empezar. Ezequiel Stane, hijo del difunto Obadiah Stane, se ha convertido en un hibrido humano /maquina. Los Technivoros, una nueva forma de vida que consume tecnología es la clave de su transformación. Ezequiel quiere tomar el control del satélite de Stark, acabar con toda la tecnología antigua y empezar un nuevo mundo de cero. Stark que cree a su amigo Rhodey muerto en un primer intento de Ezequiel por hacerse con el satélite, decide tomarse la venganza por su mano. Nick Furia manda a Ojo de Halcón y la Viuda Negra tras Iron Man ya que es el único testigo presencial del atentado que acabo con la vida de Maquina de Guerra.

Ese es el argumento del filme, pero sinceramente es lo que menos me interesaba, yo quería ver a Punisher. Y si, le ves en la película, pero su participación no suma más de 20 minutos, y creo que estoy siendo generoso. Así que vamos hacer la reseña de esta película desde el punto de vista del personaje que me interesa, Frank Castle. Frank anda currando en oriente medio, entra en una casa donde están haciendo un intercambio de armas biológicas por dinero. La primera en la frente, en la frente del que quería comprar los tubos de ensayo. Después el resto de esbirros/masillas/carne de cañón, que mueren tiroteados, sin tener la mas mínima posibilidad de disparar sus armas. Finalmente cuando Punisher tienen al importante contrabandista occidental contra la pared (literalmente) Frank dispara, pero un rapidísimo Iron Man atraviesa la pared y agarra la bala. Castle no es que esté contento, “las balas cuestan dinero, Stark”. Iron Man necesita información del traficante, Punisher le deja vivo a regañadientes para que el millonario enlatado consiga sus respuestas. Como Shield está siguiendo la pista de vengador, y el vigilante tiene información sobre Ezequiel, escapan juntos de una más que previsible redada de la organización que dirige el del parche en el ojo.

En un piso franco que tiene Punisher, se ponen a buscar los informes del chaval de Obadiah. Iron Man consigue su próxima pista y justo Shield les  localiza. Tony decide marcharse pero Ojo de Halcón inutiliza su armadura. Cuando están a punto de atrapar al millonario, Frank acude a su rescate. Una persecución por el desierto llevara a Frank a conducir su vehículo a toda velocidad con un Iron Man inactivo en el techo mientras Ojo de Halcón y la Viuda Negra les persiguen y disparan. Tras la refriega, Iron Man escapa usando de escudo el estrellado coche de Frank, y cuando nadie mira este coge la moto de La Viuda y se pira cual vaquero, salvo que en vez de ir hacia un sol poniente, lo hace en su contra. Y Fin. La peli sigue pero ya no para Frank Castle. Este dice una frase final, “Me debes una Stark” y aunque padece que podría haber una coñita final en la que Stark agradece sus servicios a Punisher, esta no llega, ni tras los créditos, salvo que yo me saltara algo.

En definitiva, ¿Qué tal la peli? Mejor que las últimas películas animadas de Marvel que he visto, pero tampoco es para tirar cohetes. Su precio en DVD, 16€, se me antoja cara para lo que es. Sosita, sin más aliciente (para mí) que el del Punisher, y como digo es un cameo alargado, y ya.