martes, 22 de octubre de 2013

CABEZAS RAPADAS

No confundir con “Romper Stomper”, película de los inicios de Russell Crowe, que se editó en vídeo en nuestro país con el mismo título. “Cabezas Rapadas” es un exitoso “Home Vídeo” Mexicano dirigido por el director de culto por excelencia en esos lares -con permiso, quizás, de alguno de los Cardona- Christian González, responsable de esa joya del “Home Vídeo” que es “La mata-viejitas, asesina serial” (ver en “Malas pero divertidas”), y todo terreno del filmismo más zetoso, que se atreve con hasta siete películas por año.
“Cabezas Rapadas” no es la historia de un grupo neo-nazi, ni es una película de contenido social, ni nada que se le parezca. “Cabezas Rapadas” es una historia de brujería y delincuencia.
Un grupo de ladrones y delincuentes comunes es asediado por una policía casi más violenta en sus redadas que los propios maleantes. Un individuo con algo de gigantismo, está hasta los cojones de que la poli no le deje hacer sus transacciones, a saber: traficar con drogas, o con lo que sea. Así que contacta con los ladrones protagonistas, a priori, a juzgar por su aspecto, punkis, para formar con ellos una banda. Lo que nadie sabe es que este gigante es en realidad un brujo (cuando esto se desvela, nos damos cuenta de por qué va con túnica) que domina la magia negra, y tras un rito de iniciación, y con unas interpretaciones sobreactuadísimas, nuestros protagonistas se rapan la cabeza al cero. No para reivindicar la raza aria, aunque uno de ellos llevara un esvástica mal hecha tatuada de antemano, sino para adorar a Satán. A partir de ese momento se volverán indestructibles y harán maldades tales como comerse el caramelo de una niña, escena esta especialmente hilarante, porque al ver la rabieta que se coge la niña, serie de llantos sobrecogedores incluidos, intuimos que esa escena es improvisada, y que encima se obtiene el resultado deseado; que la niña llore…
La película, por todo esto que cuento, no deja de tener mucha gracia, pero hay que tener en cuenta que González rueda por inercia, y si empieza con un argumento policial mas o menos bien resuelto (pero fatalmente rodado), y con un ritmo llevadero, una vez que nuestros protas se han de rapar la cabeza, ya no sabe que hacer con la película (quizás porque a la vez está rodando otras dos más) y la rellena como puede, haciendo que cuando los mastuerzos estos se rapen, lo hagan en un plano fijo que dura lo que tardan ellos en raparse, mientras jadean… y no lo hace con uno, sino con tres. Una escena para el recuerdo… ¡vaya putas risas!
Llegados a este punto,  la película se transforma en un puñado de escenas de transición, en la que los skins diabólicos hacen el mal a todas horas, mientras suena el tema central de la película, que ya sonó en los créditos del principio.  No contentos con esto, y como se queda corto de tiempo, González rueda una actuación en directo del conjunto que ¡toca la misma canción de los cojones del principio!.
Luego la cosa vuelve a tener un poco más de argumento para llegar a un final abierto, dejando a la magia negra que practica el brujo que ha creado a los cabezas rapadas como triunfadora de la función. Y en los títulos de crédito finales,  por cuarta vez ¡Suena la canción de siempre!.
Una absoluta bazofia. Eso sí, muy divertida, que en el “Home Vídeo” Mexicano se rentó como si no existiera otra película en el mundo, dando lugar a dos secuelas más, según leo por ahí, aún más desastrosas, pero de indudable fandom por aquellas tierras.
Y es que, digo yo, que los Mexicanos son bastante ingenuos a la hora de alquilar sus vídeos, porque en España seremos paletos y todo lo que quieras, pero un producto de similares características, jamás conseguiría el beneplácito del público. Lo cual es igualmente patético, porque en la variedad está el gusto, y en España no solo no tenemos gusto para nada, sino que la más despreciable mierda es la que se aplaude, solo si esta es pretenciosa y engaña al personal por su acabado técnico más o menos decente.
En el reparto Gustavo “Manotas” Aguilar, el actor con gigantismo visto en mil y un productos del “Home Video”, y que cuando el género de acción dejó de funcionar en las pantallas de cine para triunfar en vídeo, se metió de lleno en este tipo de productos.
Como la única mujer que va con la pandilla de los cabezas rapadas, tan malvada como ellos, y con larga melena, tenemos a la actriz- Al loro con el sutil nombre artístico que se me calza la colega…- Roberta D´Nero. Manda cojonazos, guey.