miércoles, 24 de septiembre de 2014

INSTINTO BÁSICO 2: ADICCIÓN AL RIESGO

…Y  quince años después, llegó la secuela.
Recuerdo a la perfección la reacción que tuve cuando vi el póster de esta película: Nada más verlo, me descojoné. Porque, que en pleno 2006 veas en una marquesina un póster de “Instinto Básico 2”, es para descojonarse. Y luego, hasta que no he visto la película, consecuencia de haber visto la primera, no he vuelto a saber de ella. De hecho he conseguido una copia, no sin cierta dificultad.
Lo que yo no me explico es  qué les llevó a Mario Kassar y Andrew Vajna, en un fallido intento de resucitar la “Carolco” (rebautizada en esta ocasión, aunque con logotipo similar, como “C2”) el hacerlo con una secuela de una película que fue consecuencia de su momento. En 2006, ya ni dios se acordaba de “Instinto Básico”, y aunque Sharon Stone, con 48 años que tenía en esta película está más que apetecible (ahora con casi 60 está más apetecible todavía esta señora. Esta envejeciendo mejor que ninguna. Tiene retoques estéticos, si, pero aún así) ya no es el mito erótico que pudo ser en los noventa, por una mera cuestión de edad. Incluso, digamos que como reclamo publicitario tampoco era un aval. No arriesgaron mucho en la producción, no obstante. Les costó unos setenta millones de Dólares a los ingleses (que es de producción británica), una cantidad decente, pero no demasiado. Que sirviera al menos para recuperar en caso de que al público no le interesara. En 1995, sin duda hubiera sido un éxito.
 Pues significó un fracaso tan rotundo, que no he vuelto a ver ni un solo estreno más de esta “Carolco 2”. En los USA, país que tiene tantos millones de espectadores, con gustos tan variados, la película no recaudó nada. Estuvo en cartel tan solo 15 días porque la mayoría de los pases se suspendían porque no iba nadie a ver la película, o bien, se proyectaba para dos o tres espectadores a lo sumo.
En Europa fue algo mejor, sin ir más lejos, en españa congregó a 450.000 dignos espectadores del 2006, pero no fueron suficientes. En total recaudó 35 millones de dólares, con lo que las perdidas son más que patentes.
Y esto hubiera pasado aunque la película hubiera estado bien, aunque hubiera sido mejor que la de Verhoeven, porque, simplemente, en 2006 no tocaba otra película de “Instinto Básico”. Pero es que, encima, la película es más mala que pegarle a un padre con un calcetín sudado. Y encima mojigata…. Verhoeven tuvo problemas con la suya porque era casi pornográfica. Aquí el sexo brilla por su ausencia. Le vemos las tetas a la Stone (dos pegotes de silicona) de refilón y a dios gracias.
No sabemos por qué, la escritora Catherine Tramell está en Londres, escribiendo y follándose a futbolistas drogados. En una de estas que, tienen un aparatoso accidente de coche en el que solo muere el futbolista que le acompaña, pero como en su vida ha sido tantas veces sospechosa de asesinato, la policía no se fía un pelo, por lo que empiezan a investigarla. El psicólogo de la policía, llega a la conclusión de que esta mujer es un peligro para el resto de los mortales, o como mínimo, para si misma porque es  “adicta al riesgo”, por lo que empieza un tratamiento con el doctor. Este se la folla, empieza a morir gente, y la escritora manipulará todo a su antojo para salir inocente. Una chorrada.
Se trata de una película totalmente incompetente, aburrida a más no poder, que en un alarde de originalidad repite todos los chascarrillos de la original – como por ejemplo lo de “Aquí no se puede fumar”- con el fin de lanzarle el guiño, pero que el publico no se da cuenta porque no se acuerda de la primera –Yo si, pero porque me he visto las dos seguidas- y además… ¡ni que fuera una comedia para que el repetir chascarrillos funcionase!
La resolución de la incomprensible trama es una absoluta tomadura de pelo.
Para colmo de males, si Catherin Tramell era un personaje seductor, con cierta clase y envuelta en un halo de misterio, en esta, por obra y gracia del espíritu santo se convierte en una vulgar fulana que seduce a su partenaire a base de decirle guarrerías: frases como “¿Sabes que me masturbo pensando en ti cuando te corres?”, “¿Cómo hago cuando te imaginas que me follas?” o “Como te gustaría correrte en mi boca”o "Yo tocarle el coño y chuparle la boca", salen del gaznate de Sharon Stone, cuando en la película original no tenía que tirar de marranadas para poner cachondo  a Michael Douglas (y al espectador) , lo que sumado a la edad de la actriz, se reduce a una vieja diciendo guarradas.
En fin, una mamarrachada mayúscula que hay que ver, pero solo en el caso de que se tenga algo de curiosidad, porque verla para entretenerse sería un craso error. Esto no hay un dios que lo aguante.
Dirige Michael Caton – Jones, mediocre director de estudio que tiene en su currículum cosillas como “Menphis Bell”, “Doc Hollywood” para lucimiento de Michael J. Fox, cuando este ya mostraba síntomas de decadencia o “El Chacal”. Tras “Instinto Básico 2: adicción al riesgo” trabaja solo en televisión.