viernes, 16 de enero de 2015

GARUM, FANTÁSTICA CONTRADICCIÓN

“Garum, fantastica contradicción” es una de esas películas “malditas” del cine español por las que babean los aficionados al fantástico patrio, y que generan en mí una insana curiosidad, precisamente por las babas vertidas sobre sus títulos. Cierto es que es una película que permaneció en las lastas tras su estreno hasta que, gracias a Internet, sus responsables pudieron ponerla a disposición de los aficionados previo pago, como pasa con tantas ignotas películas españolas que no gozaron de repercusión en su momento, o no llegaron a estrenarse. Pero cuando pasa eso, lo que significa es que, más tarde o más temprano, alguien la va a ripear y poner en circulación de manera ilegal. Ya tardaba en ocurrir eso con “Garum”, pero al fin le eché el ojo.
Con este tipo de películas, siempre pasa lo siguiente; puede haber alguna que verdaderamente merezca la pena, pero por lo general son todas un puto coñazo que solo sirven para que, como ya he dicho antes, los aficionados, que se rigen más por la pasión que por el criterio, babeén, pero, por lo que sea, siempre resultan interesantes. Puede que sean malas, cutres, chabacanas y aburridas, pero siempre tienen ese “nosequé” que hace que las guarde en mi colección. “Garúm” no sería menos.
La película fue concebida para ser extraña y desasosegante, y lo consigue por momentos, pero también es una película cuyo bajo presupuesto la beneficia enormemente. Porque esta película, rodada con un buen presupuesto, sería como una película mala de Polanski –sirva como ejemplo “La novena puerta”- y por lo tanto mediocre. Con estas carencias, el resultado es una cosa verdaderamente rara. Teniendo el satanísmo en su trama, casi parece una película satánica de verdad…
Lo que me llega de esta película, es el ver como sin un puto chavo  en las arcas se intenta hacer algo digno. No es que se consiga, pero al menos la película no cae en el más absoluto de los ridículos como suele ser habitual. Peeeeeero,  no hay por donde cogerla… Es un puto cáos narrativo.
Basada en la novela “ Procés de contradicció suficient”de un controvertido escritor catalán llamado Manuel Pedrolo y del que, dicen, el gobierno y la iglesia le tienen apuntado en una lista negra (¡), la cosa trata de un individuo, pintor,  que va al pueblo de Garum a hacer unos negocios con algo parecido a un marchante de arte, y por el camino le ocurren un montón de cosas raras, como ver a uno de los Hernández  y Fernández caminando por la carretera y mofarse de él, no inmutarse ante camareras que le sirven en tetas o follarse a una chavalita con una facilidad pasmosa. Entre corte y corte en el que falta metraje (o es que está muy mal montada) acaba en el pueblo ese, dónde folla con todas sin ningún tipo de problemas y donde una de ellas le confiesa ser el diablo, cosa esta que no es óbice para que deje de follársela. Por otro lado, una especie de secta con túnicas moradas quieren que forme parte de ella, y el rollo satánico que se gasta la película se resuelve a base de lucecitas y trasparencias varias, gracias al bajo presupuesto del que hace gala la película.
El supuesto rollo filosófico y profundo que pretende tener la película, no me deja demasiada huella.
Lo bueno es que, rollos filosóficos a parte, se trata de una película española genuinamente de género, rodada en unos tiempos (1988) en que ya los derroteros del cine español iban por otro lado y al estilo del cine fantástico Español de esa misma década y la de los setenta, por lo que no me extraña el ignotísmo de la película, ni el  que pasara tan inadvertida. Tan solo la vieron 12.000 espectadores de ese año, en el que cosas como “Aquí huele a muerto” pasaban del millón de espectadores sin ningún tipo de problemas.
Así pues, es mala hasta decir basta, pero, me cae simpática. Y en cierto modo, tiene algo envolvente que atrapa –cómo su mísmo título reza, mis pareceres son una “Fantástica contradicción-.
En el reparto tenemos a Tony Isbert tan mal actor como de costumbre, pero con ese aire de actor yankie, Eulalia Ramón ( “Goma 2”, “Fanny Pelopaja”) y una serie de actores catalanes secundarios, vistos en montones de películas, como pueda ser el caso de Felip Peña, que era la voz del laser en “Osar, Kina y el Laser” –dificilísima de localizar- , Sergi Tula que aparecía brevemente en “Más allá de la muerte”o Francesc Jarque, visto en “Los Bingueros”.
Dirige y saca provecho a las quince pesetas que costó producirla, el también ignoto Tomás Muñoz quien firma su única película, tras haber realizado algún que otro corto. Después de “Garum”, no volvemos a saber de él. ¿Será una película rodada por el diablo? En todo caso por el demonio negro.
Una cosa a tener en cuenta únicamente por su naturaleza rara. Lo que si lo piensan bien, es fascinante.