viernes, 23 de enero de 2015

LOS HAMILTON

Nada nuevo en el horizonte en lo referente al cine de terror independiente y festivalero. Es todo un quiero y no  puedo. Da gusto comprobar como en este terreno, el mainstream, está dando por el culo a lo independiente. Amparados en los bajos presupuestos, estos, la mayoría de las veces en lugar de sacar jugo a su falta de recursos, lo que hacen es camuflar su material de un lirismo y una pedantería de la que en realidad carecen. Pero llegan las majors y con ese mismo presupuesto, te hacen un “Paranormal Activity”. Sin embargo los jóvenes independientes abogan por el rollo "Emo" en sus pelis.
“Los Hamilton”, es una de las primeras películas exportadas del “After Dark Horror Fest”, que si bien es cierto que en un principio dio un par de títulos entretenidillos, a rasgos generales, alberga lo peor del terror independiente americano.
Cuenta la historia de una familia compuesta por hermanos, a los que, tras la muerte de su madre, parece habérseles ido la pinza y secuestran chicas a las que, en un sótano, desangran y asesinan. Uno de los hermanos, menos afectado mentalmente, baja de vez en cuando a dar de comer y beber a las chicas secuestradas e incluso se plantea rescatar a una de ellas, mientras los hermanos comenten incesto o se cargan al vecindario. Cuando la película parece que es una especie de “Psycho Killer –Emo” (sufro mucho, doy mucha penita), esta pega un giro y resulta que no, que no son enajenados mentales, sino vampiros, y el joven que parece estar menos zumbado, simplemente tiene las dudas existenciales de cualquier vampiro adolescente, antes de matar a su primer víctima. A eso añádanle, que en el sótano tienen una extraña bestia.
Vale, resulta que son vampiros. Y yo me pregunto ¿Cómo justificas los comportamientos de enajenado mental que tienen los protagonistas hasta que nos decís que son vampiros? ¿o es que son vampiros con problemas mentales? Ahora, cuando se nos desvela que son vampiros, estos ya no actúan como zumbadotes. Menuda puta mierda.
El problema de estas pelis, no es la falta de presupuesto o de ideas. No en este caso, porque la idea de meternos por los ojos una peli de psicópatas y al final indicarnos que no lo son, sino que son vampiros, es una puta mierda, pero a rasgos generales, lo que ocurre es que sus directores no saben mantener un ritmo, lo que cuentan no da para un largo, así que el aburrimiento se apodera de todas estas películas… y yo mientras las veo, tengo que mirar mi móvil, no sea que me haya llegado un nuevo mail, o algo más interesante. En este caso, el aburrimiento torna a la película, por momentos, insoportable.
También “Los Hamilton”, sin llegar a ser ridículo ni abordando la comedia involuntaria, si que es cierto que tienen que recurrir a viejos trucos de la serie Z, como llenarle la boca a los actores con sangre artificial, para que la suelten sobre sus partenaires cuando simulan morderles. Como en “El lago de los muertos vivientes” de Jean Rollin, pero con algo mas de cuidado al hacerlo.
Y como es de 2006, es inevitable que la película se subiera al carro del “Torture Porn” dándole este tono al look de las escenas del sótano, aunque esta sea una peli de vampiros. Pero nada. Muy mala.
Dirigen Phill Flores y Mitchell Atieri, que firman sus trabajos conjuntos como “The Butcher Brothers” (como si trabajaran en un mercado de abastos, no te jode…) que acto seguido se hicieron cargo del remake de “Inocentada sangrienta”, y que, aunque poseen más trabajos, lo cierto es que no han trascendido más allá de sus fronteras. En este caso me imagino por qué.
El relativo éxito de algo tan liviano y sereno como “Los Hamilton”, generó una secuela, ya en plan Tarantino titulada “The Thompsons” y que ya debe dar vergüenza ajena.