La película cuenta la historia de “Chilly” un activo miembro
de la cultura Hip-Hop que se encuentra dentro de un grupo de artistas
callejeros llamado “Body Rock”, que cultiva el rap, el Graffiti y el Break
Dance como principales disciplinas, en las cuales, “Chilly” no está muy
versado.
En busca de un manager para su “crew”, topa con unos posibles
contratadotes, unos pijos modernos de Manhattan, Ante la posibilidad de
conseguir algún tipo de contrato, pide a Magic, un niño que milita en “Body Rock”
que le enseñe a bailar Break, para que cuando estos promotores vengan a verlos,
vean que algo sabe hacer. Así que medio aprende.
Cuando les ven actuar, al grupo de pijos solo les interesa
“Chilly” a pesar de que no sabe hacer la o con un canuto, asi que le contratan
solo a él. “Chilly” acepta con la intencion de, poco a poco, introducir en ese
mundo al resto de su grupo, pero cuando llega a Manhattan, firma un contrato
para grabar un disco y se vuelve un esnob modernito y arrogante que dejará de
lado a su antiguos amigos.
Cuando un homosexual le besa en la boca, este se la parte de
un puñetazo, y esa latente homofobia es la que hace que considere si no era
mejor la vida en los suburbios con sus amigos paletos y heterosexuales. Así de
absurdo es todo.
Lorenzo Lamas consiguió gracias a su “Genial” performance
interpretativa, una nominación a el premio razzie al peor actor ese año. Lo
raro es que no lo consiguiera. De hecho la película es tan genuinamente
ridícula y mala, que en la “Oficial Movie Razzie Guide”, se considera a “Body
Rock” una de las mejores 100 peores “pelis malas que son buenas” de la
historia. Y yo que lo ratifico.
Producida por New World,
“Body Rock” es un descaro en busca de las migajas del éxito de las otras
películas de Breakdance, ya de por sí, de bastante carácter “Exploitation”,
pero tan ridícula, tan alocada, que hace parecer a “Electric Boogaloo:
Breakdance 2”, una obra maestra.
Verdaderamente, hay que ver “Body Rock” para creérsela.
A destacar todos los numeritos de baile en los que
interviene Lorenzo Lamas, con especial interés en el que transcurre en un
Zoológico o el momento en el que se vuelve cantante pop, alentado por su nuevos
amigos modernos.
Eso si, condenadamente entretenida.
Junto a Lamas, un par de breakdancers profesionales y un
papelito para Tony Ganios, el mítico “Cigarro Puro” de “Porky’s”.
Dirige Marcelo Epstein, que en lo sucesivo haría un montón
de video-clips de grupos Heavy, pero lo que son películas, no volvió a dirigir
ni una más.
En los Estados Unidos la taquilla fue discreta, pero en
España, lo fue aún más discreta siendo de todas las películas sobre
“Breakdance” estrenadas entre los años 83 y 85 la que menos espectadores
congregó, no llegando a reunir ni 350.000.