lunes, 30 de mayo de 2016

STREET WALKIN'

“Streetwalkin’ (Haciendo la calle)", es un genuino “Exploit” con sabor ochentero de los muchos que llegaban a nuestros videoclubes en la era dorada. Una de tantas consecuencias del éxito de “Angel”, que nos llenó las estanterías de putas justicieras, aunque en esta ocasión no vayan por ahí los tiros.
Cuenta la historia de Cookie, una jovencita que acaba en la calle con su hermano pequeño, ya que ambos han huido de su madre borracha. Vagando sin rumbo fijo por las calles, un apuesto tipo se gana la atención Cookie colmándola de atenciones y enamorándola. Este encantador galán es en realidad un proxeneta de la peor calaña que acaba engatusando a la muchacha para que trabaje de puta para él. Como ella es medio boba y además ama a este hombre, está tan contenta, hasta que descubre que este chulo maltrata a sus otras putas. Ante tal tesitura, la chica decide cambiar de chulo, cosa esta que no le sentará nada bien al actual, que enloquecerá de forma exageradísima, y saldrá a buscar a su puta con el fin de matarla. La espiral de violencia en la que se inmiscuyen, desenlazará la película.
La gracia del asunto está en que este “Exploit” que va a lo que va –la pasta rápida y segura- está dirigido por una señora, Joan Freeman y según esto, cabía esperar el típico panfleto feminista en contra de la explotación de la mujer y demás zarandajas. Pero no, Freeman asume perfectamente su rol de directora “Exploited” y se dedica a filmar lo que tiene que filmar para atraer al mayor número de espectadores posibles, esto es, tetas, violencia, y más violencia. Vamos, que no se  ve la mano femenina por ningún lado, lo que está muy bien. No el hecho de que  no se note la mano femenina, si no el que la condición femenina de la directora, no sea óbice para hacer el tipo de cine por el que se le paga. Entonces, consigue una película harto sensacionalista con unas interpretaciones de lo más subidas de tono. Al chulo de putas, cuando va tras su puta, da gusto verlo sobreactuar.
A pesar del chabacanismo imperante, y de los diálogos besuguiles que se gasta el guion, “Streetwalkin’ (Haciendo la calle)” tiene un gran as en su manga, y es que cuando todo apunta a que la película, por su propia naturaleza, tiene que ser un rollazo de padre y muy señor mío, contra todo pronostico, resulta de lo más entretenida y estimulante, y poseedora de un ritmo que, sin duda, es fruto de la casualidad. Con lo que se deja ver estupendamente, y con el “Fast Fordward” del mando a distancia intacto. Está muy  bien. Demasiado bien, incluso.
Joan Freeman Dirigió unos años después una película de corte adolescente, protagonizada por unos semi-desconocidos Lian Neeson, Trini Alvarado y Julia Roberts y que se tituló “Satisfacción”. Muy bien no debió ir la cosa, porque la señora Freeman no volvió a dirigir jamás otra película.
Su protagonista, Melissa Leo, ha fraguado una carrera de papeles secundarios en films que van de lo más zetoso a lo más mainstream, mientras que el chulo de putas, Dale Midkiff, desarrolló su carrera en la televisión. En un rol secundario tenemos a la mítica Julie Newmar –la Catwoman del “Batman” clásico, el de Adam West- haciendo de puta vieja y espigada, de esas que parecen más un travesti que otra cosa. Obviamente, la decadencia se cebaba con la actriz.
Muy curiosa y agradecida, está bien de vez en cuando revisar (o descubrir) películas así.
En españa la distribuyó la entrañable “Lightning Vídeo” (justamente su carátula inspiró una entrada en nuestra popular sección dedicada al caratuleo chunguero que pueden ver aquí).

domingo, 29 de mayo de 2016

LOS FOTOCROMOS DE "AMOR AL PRIMER MORDISCO"

“Amor al primer mordisco” y “Estos Zorros... locos, locos, locos” fueron las comedias en las que el simpático (y aún activo) George Hamilton puso rostro y ceja en clave de guasa a dos personajes de ficción bien conocidos. A mi de chaval las dos me tenían obsesionado, aunque fue la del justiciero enmascarado la que se llevó el premio. La de “Drácula”, es decir, “Amor al primer mordisco”, me gustó menos, algo que pude corroborar no hace demasiado cuando la revisé y escribí la respectiva reseña. Sí, es una peli muy muy floja que no hace demasiada gracia… pero también es cierto que resulta entrañable a su manera, algo trasladable a los fotocromos que les dejamos a continuación y que capturan muy bien el tono tontaina de la empresa.












viernes, 27 de mayo de 2016

C.A.U. (COMANDO ANTITERRORISTA UNIPERSONAL)

La segunda referencia de Benjamín Marra que nos llega en castellano, lo hace, una vez más desde “Autsaider Comics” y lo hace en un álbum que recrea cierto tipo de publicaciones vintage, en el sentido de que, además de llevar el ejemplar las puntas redondeadas, al abrir la cubierta, se recrean arrugas y roturas, como para hacer ver que el tebeo está deteriorado. Esto está muy logrado, tanto, que pensé que me había comprado un tebeo hecho polvo. Tras examinarlo, me di cuenta de que no, de que ese deterioro estaba buscado de manera expresa y muy elaborada. Muy postmoderno todo. Sin embargo, “C.A.U. (Comando Antiterrorista Unipersonal), en su contenido, no tiene nada que ver con el postmodernismo. Es una cosa muy rara, muy demencial.
Supuestamente inspirado un caso real , “C.A.U. (Comando Antiterrorista Unipersonal) nos cuenta como una especia de Súper Agente, contratado por el gobierno tras los atentados del 11-S, se carga a todo terrorista que se le pone a tiro, a la vez que se folla a todo aquél u aquella que se cruce en su camino, incluso, a la vez que ejecuta alguna de sus acciones –vamos, que puede pilotar un avión a la vez que da por el culo a  un tío, y con la mano que le queda libre, le hace una paja- .Y básicamente, eso es lo que cuenta. La historia se desarrolla en cuatro capítulos, que casi parecen de estructura clonada, ya que, cambiando escenarios y personajes, vamos a ver lo mismo en los cuatro: Cómo se carga a los malos y como se folla a alguien, básicamente.
Hay que tener en cuenta que si, en lo que a tebeos de Marra se refiere, te desvirgaste con el “Sangre Americana”, lo que te vas a encontrar en este nuevo álbum es distinto. Es sustancialmente peor que aquellas historias de Raperos, putas y abogados, pero no por eso es un material poco disfrutable. Al contrario, “C.A.U. (Comando Antiterrorista Unipersonal) resulta ser un cómic rematadamente gracioso. El humor negro está siempre presente en cualquier página de Marra, pero en este caso, desconozco si por homenajear la estructura narrativa de algún tebeo añejo, o porque el absurdo más absurdo se adueña de este tebeo, me parece absolutamente genial, y graciosísimo, el hecho de que los diálogos de las viñetas, escuetos en la mayoría de los casos, se dedican a poner en boca de los personajes, narraciones de lo que están haciendo o lo que les está pasando –sobretodo en los pasajes sexuales- así , si en una viñeta vemos que a un individuo le están cortando la garganta, su correspondiente bocadillo rezará “Me están cortando la garganta”, mientras que si en una escena sexual, a nuestro protagonista le están chupando la polla –da igual si un tío o una tía, que este tebeo no entiende de géneros- nuestro protagonista le hará saber a su partenaire, mediante bocadillo, que “Me estás chupando la polla”. Cuando esto sucede, a mí personalmente, me provoca hasta carcajadas.
Sería un álbum que se complementa con “Sangre Américana”, aunque ligeramente inferior. En cualquier caso, es distinto al otro y eso siempre es motivo de elogio.
En resumidas cuentas, que está bien, que se disfruta, aunque por momentos tengamos la sensación de que se nos está tomando el pelo y no sepamos que es lo que es Benjamín Marra, si un genio con un plan, o un retrasado mental al que se le está dorando la píldora precisamente porque no se entera.
En cualquier caso ¡comprenlo!

miércoles, 25 de mayo de 2016

LOS FOTOCROMOS DE "SE ARMÓ LA GORDA"

Pues, al contrario que los fans de Monty Phyton, "Se armó la gorda", poco más que una selección de los mejores Sketchs de "Monty Phyton´s Flying Circus" refilmados para la ocasión en celuloide de 35 mm. entraría dentro de las películas de los Phyton que más me gustan, porque, efectivamente,  la selección que hacen de Sketchs es cojonuda. Vista esta peli, ver la serie no es más que ver paja.
De título original "And Now something completely different", al bueno de Jose Frade, que se le ocurrió estrenar la película en cine en plenos años 80, cuando "La vida de Brian" se convirtió en la película de humor de cabecera de los intelectuales españoles, lo hizo con el tonto título de "Se armó la gorda" y la fueron a ver poco más de 170.000 espectadores, a los que podemos sumarles unos 5000 más en su reestreno en 1999, en el ciclo que se le dedicó en algunos cines a los Phyton.
Ahí llevan los fotocromos.











martes, 24 de mayo de 2016

MIS FOTOGRUMOS FAVORITOS

Aunque hoy se haya convertido en un panfleto lameculero de las distribuidoras y el cine español, y cada nuevo número parezca más un folletín publicitario que una revista de cine, hace años, muchos años, "Fotogramas" era mi lectura favorita. Mi hermano la compraba puntualmente cada mes, y siempre que la ojeaba encontraba imágenes, reportajes, posters o carátulas (durante el auge del video-club) que me fascinaban y disparaban mi imaginación. Luego, cuando dejó de comprarla, cogí el testigo, aunque para entonces ya no molaba tanto. De hecho, gracias a un corto mío premiado (o mejor, "gracias AL corto mío premiado") gané una suscripción para un año. Por lo visto hubo un error en administración, porque, pasados esos 365 días, seguí recibiéndolo gratis a mi casa durante bastante más tiempo. Lo malo es que, por entonces, "Fotogramas" iba siempre acompañada de esa basura hipnótica en su condición de aborto impreso que era "Fantastic Magazine".
Pero centrémonos en la buena época de "Fotogramas". Llegué a acumular un porrón de ejemplares, pero un día me dio el siroco (coincidiendo con mi primer intento de emancipación) y los tiré TODOS, uno por uno (junto a los "Pantalla 3", "Imágenes de actualidad" y tantas otras). Suerte de mi amigo Vicente que también los tenía y todavía no se había deshecho de ellos. Un día me comentó si quería echarle un ojal a alguno. Y, lógicamente, le pedí aquellos que encajaban entre finales de los 70 e inicios de los 90. Los que tanto devoré siendo chaval.
Tras darles un repasito bien completo, decidí recuperar algunas páginas concretas por considerarlas raras, curiosas, interesantes o por despertar al nostálgico que hay en mí, últimamente demasiado ocupado.
El resultado a tanto desbarajuste justo a continuación, en riguroso desorden...



Joder, ¿cómo olvidar el impacto que supuso para mi visionar este clásico del "trash" made in el temible René Cardona Jr.?.
Lanzada a rebufo de la moda "Indiana Jones", y con una engañosa caratula, como debe ser (El aparente "pseudo-Indy" de la portada no era el verdadero prota, y encima la palmaba antes de acabar la peli), la alquilé pensando que me encontraría pues con una de aventuras pa la familia... no me esperaba para nada ese festín de truculencia "a la italiana", con primeros planos de cangrejos extrayendo ojos y otras burradas.
Años después, ya superado el trauma, me la agencié en VHS y volví a verla... la diferencia es que esta vez únicamente me pareció jodidamente aburrida. Me deshice de ella.



Pues sí, amigos, la aristócrata del cine respetable y sensible, apreciada por críticos sesudos, feministas y demás hipócritas, tiene dos pecadillos de juventud. Uno ya lo conocemos, haber escrito el guión de la costrosa "Morbus (o bon profit)" de Ignasi P. Ferré. La otra, ¡haber sido "chica bond"!... eso sí, al fondo de todo y sin destacar.


Fue ver este cartel y, súbitamente, recuperar una serie de recuerdos que, la verdad, hasta ese momento andaban totalmente perdidos. Yo consumí este producto animado en su día, pero no alquilándolo... ¿por alguna tele autonómica? (¿existían ya entonces?) o, mejor, ¿en el cine?. No descarto esto último. El caso es que de pronto me vino la imagen de ese lobo patillero levantando el puño enfurecido y gritando eso de "¡Me las pagarás!", siempre como colofón de cada aventura. También recuerdo que la calidad de los dibujos era muy parecida a la de las pelis porno animadas de los 70. Te daba la sensación de que en cualquier momento el lobo y el conejo harían las paces por la vía rectal.


¡¡Ay Garci, Garciiiii!!, tuviste un berrinche de niño mal criado, soltaste el escupitajo, este quedó impreso y, hoy, tantos años después, vemos que no eres hombre de palabra. ¡Volviste a rodar!, y no poca cosa. Sería fácil decir aquello de: Seguramente muchos habrían dado una pierna para que esas palabras se cumplieran... pero también seguro que nuestro Víctor no sería uno de ellos, que siempre se ha declarado miembro honorífico de la "causa Garci".
Eso sí, enardece ver cómo no hemos cambiado nada en España. Ya en aquella época éramos unos envidiosos y rabiosos, unos "haters" que los llaman ahora, y vomitábamos nuestra bilis sin miramientos sobre aquellos que tenían éxito. ¡Biba Hezpaña!.



¿Os podéis creer que nunca he visto esta peli?, sin embargo el cartel me gustaba mucho. Y creo que vi el trailer en alguna cinta y también me gustó. Pero la peli no llegó a ser bendecida por mis bonitos ojos. En cualquier caso esta era una de esas imágenes resguardadas en lo más profundo de mi psique, que había olvidado por completo, y que despertó con violencia, como la corrida de un mono, cuando me topé con el cartel durante la sesión de revisaje fotogrumero.


A raíz del éxito de "Loca academia de policía" se ponen de moda las comedias con la palabra loco/loca en el título. Tenemos "Locademia de conductores", "La loca historia de los tres mosqueteros" o "Estos Zorros locos, locos, locos", entre cientos más. Entonces se anuncia el rodaje de una comedia en España con punkis de por medio y la inevitable e irritante "cinefilia respetuosa" de siempre de la mano de un viejo conocido de este blog, Santiago Lapeira. Que no, que dice que el título es una imposición comercial, que lo de "Loca patrulla de verano" es solo para que la peña pague entrada, pero que de homenajes a la moderna comedia yankee ni por el forro, en su lugar el discurso recurrente: cine clásico, carne de Filmoteca y el puto Billy Wilder. Bla, bla, bla.
La parte triste de esta historia no está en el párrafo anterior, sino ante el hecho de que, a pesar de las dolorosas concesiones comerciales que hizo su director, la peli... bueno, ¿alguien sabía de ella?, ¿esto se estrenó? , ¿lo sacaron en vídeo?. No sé... puestos a caer, al menos hazlo con el cuello bien alto, ¿no?.



Joder que puto mal rollo con las películas "mondo".
En fin, ahí va una de las carátulas que más corrieron por los video-clubs y uno de los "mondo" más burracos que recuerdo. Yo, como adolescente adicto a emociones extremas, me comí muchos "mondos" y la verdad es que era un acto sadomasoquista, porque lo pasaba fatal y al terminar me quedaba hecho polvo. Creo que había algo de "oscuro y prohibido" en ello que me alteraba el flujo de adrenalina, no sé. Hoy no sería capaz de comerme otro "mondo", lo reconozco, su solo "look" cerdo y granuloso ya me da mal cuerpo nomás comenzar. Cosas de la edad.



Hubo un tiempo en el que, como a todo jovenzuelo indocumentado, me flipaba John Waters y se me caía la baba ante un anuncio como este que ven aquí. ¡¡Que bizarrada!!. Y alquilé "Pink Flamingos", y flipé, e invité a mis amigos a verla, y fliparon, y la copié de vídeo a vídeo, y la imité con mi cámara de single-8. Hasta que un día descubrí las dos dolorosas verdades con respecto a John Waters que hoy todavía muchos panolis desconocen: UNO- Que todo su legado estético formal se lo mangó a los Hermanos Kuchar. DOS- Que era y es un puto vendido.
¡Que le jodan!.




De esta no voy a hablar porque ya lo hizo Víctor en su día. Y de hecho, me mandó la peli, pero no llegué a verla, ahí la tengo, en el disco duro esperando a que me decida. Y como en el caso de "Me las pagarás" o "Johnny Peligroso", fue reencontrarme con su extraño y crudo cartel y recuperar todas las inquietantes y desconcertantes sensaciones que obtuve la primera vez que, siendo chinorri, esta imagen casi de peli porno gayer se plantó ante mí desde las páginas de "Fotogramas".



Lo flipante de este anuncio a doble página no son las pelis que promociona, sino... ¡¡lo genialmente cutre de su aspecto!!, ahí hecho a mano por un retrasado, con Letraset pegado toscamente.... en fin, lo opuesto a los mandatos del diseño gráfico. Sin embargo, ahí lo tienen, dos páginas en el "Fotogramas", ¡qué maravilla!, ¡¡hay que ver cómo han cambiado los tiempos, cojones!!.



En una ocasión, hace ahora unos pocos años, editamos un fanzine apadrinado por este blog que incluía un artículo la mar de completo y entretenido sobre la trayectoria del cineasta español Manuel Summers. Bien, el firmante fue Víctor, verdadero interesado en el sujeto. No es ese mi caso. Sin embargo, por nostalgia, me ha hecho gracia recuperar acá para ustedes la publi de lo que fue un auténtico taquillazo (y fenómeno) en su época, "To er mundo e... güeno", la famosa película a base de bromas pesadas mediante cámara oculta. Naturalmente, siendo como era Summers humorista gráfico, la publi no podía limitarse al cartel, tenía que ir acompañada de un simpático dibujillo del interfecto.



Hace unas imágenes más arriba hablaba del "boom" de las comedias con la palabra loco en el título. Pues bien, ¡ahí va otra! y esta con más razón que nunca ya que el director, Hugh Wilson, es el mismo que firmó la madre de todas, la loca academia de maderos.
Lo curioso de "Esos locos cuatreros", aparte de lo mentado y del protagonismo de Tom Berenger, es que se parió en co-producción con España. Y recuerdo que cuando me enteré de eso en su época, ¡se me quitaron las ganas de verla!. Era como si, al ser medio Española, asumiera que el proyecto perdía categoría. ¡Chico listo era ya entonces!. Y la verdad es que, a día de hoy, aún no la he consumido.



¡¡Y mira que en “Fotogramas” había páginas y páginas dedicadas a anunciar lanzamientos videográficos!!, ¿por qué, pues, centrarse en esta?. Lo desconozco. Llámenlo instinto. Fue verla y no dudar un segundo en escanearla. Tal vez por la presencia de “Los albóndigas en remojo”, una de mis “comedias teen” favoritas. Tal vez por el cartel de “Mr.Boo”, que siempre me pareció fascinante. O tal vez porque por segunda vez en este post aparece la peli española “nuevaolera” “Un par de huevos”. No lo sé. Pero en cualquier caso, ¡¿a que es  maravilloso?!.

Si tal apreciación se expande como una enfermedad venérea al resto de imágenes, significa que esta entrada les ha gustado. Y también significa que algún día, en el futuro, habrá otra. Con más imágenes de “Fotogramas” o de alguna otra revista cinematográfica de la época. La cuestión es nadar en nostalgia un ratito y recordar lo que, indudablemente, fueron momentos no mejores, pero sí más inocentes y, por ende, mágicos.

lunes, 23 de mayo de 2016

ATÚN Y CHOCOLATE

Obviamente, cuando un individuo de gustos tan variopintos como los míos, que reconoce abiertamente que le pueden gustar un determinado tipo de películas de procedencia exótica –independientemente de si la película es buena o mala-, habla de “Guilty Pleasures” (Placeres Culpables) a la hora de hablar de pelís, no valen ignotas películas Dominicanas ni series Z, interesantísimas por motivos que van más allá del propio cine, que irian en mi target de gustos habituales. Cuando se habla de “Guilty Pleasures” se supone que tenemos que hablar de algo que, en principio, nos da vergüenza decir que nos gusta. En mi caso, un placer culpable sería un producto socialmente bien visto y aceptable, que a nadie “normal” le avergonzaría en reconocer que le gusta.
A eso añádanle la cruzada que mantengo en contra del cine español contemporáneo, de sus actores, de sus directores, de su público en general, que es el que despotrica del cine de consumo américano… Pero ojo, no soy de esa peña que despotrica desde el desconocimiento; si yo pongo a parir algo es porque  lo conozco bien. Vamos, que consumo cine español contemporáneo, así como conozco de primera mano los diversos chanchullos –falsificación de cheques, venta de entradas en pases ficticios- a la hora de obtener la cuota mínima de taquilla. Vamos, que los más asiduos lectores ya saben lo que opino sobre esto. Y porque, aún “socialmente bien vistas”, las películas españolas son verdaderamente malas – a rasgos generales, que como en todo hay excepciones-, solo pueden gustarles a esnobs sin criterio. Es un hecho. Y lo saben ustedes. Pero, aún con todo eso, siempre puede haber un par de películas que le gusten a uno. Me gusta “El Gran Vázquez” de aquella manera, o me gusta “El cielo Abierto” de Miguel Albaladejo.  Me gusta muchísimo “La vida inesperada” de Jorge Torregrossa y me entusiasma esta “Atún y Chocolate”, casi de manera enfermiza. Y claro, como es una película española, me da hasta vergüenza reconocerlo, por eso es mi “Placer Culpable”. Pero es que se trata de una película jodidamente buena.
Por otro lado, su director, guonista y protagonista, Pablo Carbonell,  es uno de los artistas españoles que me caen en gracia. Podremos cuestionar o no ciertas actitudes suyas que rápidamente serían camufladas con esa palabrucha llamada “Evolución”, pero al margen de eso, me gusta su música, su humor, me gusta como dobló en su momento a Andrew Dice Clay y  me gusta la única película de la que es autor absoluto.
El argumento es sencillo: Nos encontramos en Barbate, un pueblecito muy humilde de la costa andaluza y tenemos, por un lado a un individuo muy humilde, ateo recalcitrante, al que un buen día su hijo pequeño le sale con que es ultra católico y se quiere bautizar, así como quiere que sus padres se casen. Ante la presión de este y de su novia, que también se quiere casar, no le queda otra que acceder, pero como no tiene pasta para el banquete, planeara robar un atún de un banco de atunes. Por otro lado, tenemos a un hijo de puta de mucho cuidado que secuestra a un moro que ha venido en patera, y le humillará y maltratará con el fin de robarle el hachís que traiga consigo.
Eso es todo.  Y a mí me parece maravilloso.
Lo primero que me llama la atención es que estamos ante una película claramente neorrealista, que obviamente, bebe, intencionadamente además, de los clásicos Italianos. Y obviamente también, no es una película que me guste por eso. Me gusta porque el resultado, y me encantaría saber si Pablo Carbonell tuvo esto en mente mientras rodaba, es una actualización de esa corriente tan particular que es  la “cinematografía Andaluza.
Pablo Carbonell, es como el heredero natural de García Pelayo o Pancho Bautista, trayendo a destiempo un cine que muy poquito puede interesar más allá de al público al que va destinada. Pero claro ¿Cuál es su público natural? Yo pensaba que sería el público gaditano o algo por el estilo, pero no, porque en un alarde de incultura, el pueblo se le echó encima a Pablo Carbonell cuando, por culpa del título de la película, la gente del pueblo donde rodó se dio por aludida, alegando, que Carbonell insinuaba que en Cádiz el único dinero que entra viene de parte de la pesca , o del tráfico de Chocolate. Hay que ser burro y rebuscado para llegar a esa conclusión.
En otro orden de cosas, sin saberlo, Carbonell ha realizado una película adscrita a una corriente olvidada.
A parte de eso, me parece una historia muy bonita, la cadencia de la película, tirando a distendida, es una delicia, la ingenuidad como director de Carbonell dota a la peli de cierta gracia, y tanto él, como su partenaire Pedro Reyes, están estupendos, estupendos, al igual que el tercero en discordia, Antonio Dechent, que da hasta miedo.El resto del reparto está más o menos discreto
Por otro lado, un acierto absoluto es que esté rodada en 16 mm. que dota la película de una textura muy agradable, y distinguida. Se diferencia de otras películas españolas de la época, precisamente por el 16mm. Por lo demás, esta película es una delicia que, al igual que hacía otro Andaluz de pro como era Don Manuel Summers, utiliza a gente normal del pueblo para hacer los papeles secundarios, lo que no necesariamente es sinónimo de diversión, pero no quedan mal en “Atún y Chocolate”.
Pues si, esta películita tan maja, sería mi “Placer Culpable”, porque me entusiasma.
Sí, si  Carbonell rodara otra película, iría al cine a verla, no como esta, pobrecita mía, que apenas vieron en el cine 174.000 espectadores, en el mejor de los casos.

domingo, 22 de mayo de 2016

LOS FOTOCROMOS DE "LA LEY DE MURPHY"

¡¡El bueno y viejo Charlie Bronson, la buena y vieja "Cannon", y el bueno y viejo J.Lee Thompson!!. ¡Menuda panda y menudos tiempos aquellos de películas violentas e intranscendentes!. Dejando a un lado las secuelas de "Death Wish" y "Al filo de la medianoche", "La ley de Murphy" puede que sea una de las más características de su grupo, con esa asesina hijaputesca y el colega Bronson soltando algunas frases lapidarias de campeonato. Lástima de la pistola que calza Charlile... ¡demasiado pequeña!. Pero vamos, no me enrollo más, ya lo hice en su momento.
Les dejamos con los fotocromos (
y anda que no molan las poses que Charlie se marca en varios de ellos), con pinta de estar incompletos. Seguramente algunos se perderían por el camino a pesar del mucho cuidado que pusimos durante el traslado.... ya saben, ¡culpen a la ley de Murphy!.








sábado, 21 de mayo de 2016

"MALAS PERO DIVERTIDAS" HA VENIDO PARA QUEDARSE

Sigue resultando animoso y motivo de algarabía que nuestro querido y pionero librito sobre cine "trash" publicado el año 2011, "Malas pero divertidas", a estas alturas continúe bien vivo y bien coleante. Y si no hace nada un amigo nos mandaba una foto del mismo como prueba de su adquisición, tal día como hoy la hazaña se repite gracias a Nacho Carrero, lector y comentarista de este sacrosanto lugar bajo el alias de BrundleFlyJr., quien, para corroborarlo, nos envía una imagen tan simpática como inquietante y que vamos a hacerles la putada de dejársela acá para que la degusten....
No sin antes mandarle un amplificado y ecualizado "Mil gracias!" a la mosca junior y animarles a que rebusquen por ahí y compren "Malas pero divertidas" (aunque haga años que no vemos un céntimo, pero da igual, siempre se ha tratado de difusión). Créanme, dentro de muchos años la peña lo venderá a precios desorbitados en páginas de coleccionismo. ¡¡Por mis pelotillas!!.



"Malas pero divertidas" (Raima Ediciones)

viernes, 20 de mayo de 2016

EL INVIERNO DEL DIBUJANTE

De siempre, por aficionados al cómic, había escuchado pestes sobre Paco Roca, que si sobrevalorado, que si pedante… Yo le he visto en algunos vídeos y tampoco me cae bien, le veo, efectivamente, pedante y queriendo dar a los tebeos una profundidad intelectual, que a los cuales no les hace ninguna falta. Pero su manera de ser es independiente de su obra.
Acaparador de premios, con una obra con los ojos más puestos en el extranjero que en el mercado español (cosa que no me extraña) Roca se ha hecho un nombre en la industria del cómic. Un nombre grande, además. Y sin ser yo un erudito de los cómics, siendo un consumidor básico y eventual como aquél que dice,  hago en esta ocasión de abogado del demonio porque, a mí me gusta Paco Roca. Y me gusta mucho. Y creo que me gusta, precisamente, porque no soy un erudito del cómic. Soy, precisamente, el grueso del mercado al que va destinado Paco Roca.
Yo descubro a Paco Roca a través del cine. Es decir, que vi de manera accidental una película tan poco atractiva a priori como es “Arrugas”, y por avatares del destino, me encantó esa película. ¿Cuál es el siguiente paso natural? Pues leerse el cómic, que era igual que la película. Y me gustó también.
Con esa impresiones me leo “El invierno del dibujante” y me gusta más todavía, porque además de se un cómic que está muy bien, habla de un tema que me interesa mucho como es la factoría Bruguera. Más concretamente, “El invierno del dibujante”, cuenta de manera no cronológica, como los dibujantes Escobar, Giner, Peñaroya, Conti y Cifré, abandonan, con dos cojones, la editorial Bruguera para independizarse y autogestionar sus propias publicaciones creando la revista “Tio Vivo”, y como la factoría Brugera, gente más mala que la quina, despliega todo su poder sobre la nueva empresa para que esta se hunda, y así, que esos dibujantes vuelvan a ocupar su puesto de trabajo en una empresa que les quita sus derechos como autores.
 Se insinúa, por otro lado, la posible traición que sufren estos valientes por parte del genio Vázquez, así como se le dedican viñetas al a capacidad de trabajo del, en 1958, novel Francisco Ibáñez.
Todo ello con una fluidez narrativa encomiable, un dibujo preciosista y unos colores ideales para trasmitir los estados de ánimos que requieren los diferentes pasajes del álbum. Para que ustedes lo entiendan, una obra concebida para que la entiendan los tontos, para que puedan leerla hasta mi madre que no ha cogido un tebeo en su vida, que le guste, y esté deseando comprarse lo siguiente de este autor. Así funciona Paco Roca. Hace tebeos de corte popular, lo que, como en el cine, a mí me parece muy bien.
Y he disfrutado mucho con este álbum que me consolida como seguidor de este autor, si bien es cierto que prefiero no escuchar nada que tenga que decir más allá de las viñetas. Pero no es solo que sus cómics sean de corte popular, que eso es lo bueno,  también pasa que son carne de intelectualoides que reivindican cierto cómic de corte más “profundo” y “Artístico” –caso también de la obra de Roca-, sin haberse echado en su puta vida a los ojos un “Mortadelo” o un “Asterix”, publicaciones que, por otro lado, despreciarían. Como pasa con la mayoría de los artistas más aceptados; el problema no es su obra, sino los gilipollas que la siguen.
Al margen de todo esto, “El invierno del dibujante” es un álbum que da gusto verlo, Paco Roca es un monstruo de la historieta, es bueno de cojones. Pero también un vago, porque seguramente él se amparará en cuestiones de ritmo y/o estilísticas, pero eso de quitarse una página entera mostrando en varias viñetas un mismo dibujo de una puerta, con la excusa de mostrarnos la conversación que da lugar tras ella, es de tener un poco de jeta. Y más siendo un autor de tal envergadura. Quizás por eso, también, se permite esos lujos. Pero lo cierto es que “El invierno del dibujante” es una jodida maravilla.
Muy recomendable.

jueves, 19 de mayo de 2016

CAPITÁN AMÉRICA: CIVIL WAR

Esta tercera parte de las aventuras del Capitán América bien podría haberse titulado Los Vengadores 3, y es que el volumen de personajes casi da a entender que es más una película de grupo que del propio Steve Rogers. Aun así está bien que sea una película del Capi y es que el argumento gira en torno a las decisiones que este toma con todo lo que se le viene encima.
Las Naciones Unidas están un poco a la que salta con Los Vengadores, tras lo sucedido en las anteriores películas quieren atarles en corto y tenerlos controlados. En algún momento se hace la analogía de que cada uno de ellos es una bomba atómica y como tales han de ser controladas por los gobiernos. Tony Stark tras sus ataques de ansiedad de Iron Man 3 y todo lo vivido en Los Vengadores 2, mas la puyita que recibe de la madre de un joven muerto en Sokovia, decide apoyar lo que la ONU dice. Steve no lo ve tan claro, además todavía colea por ahí el asunto de su amigo Bucky Barnes, el Soldado de Invierno, al que se le achacan cientos de asesinatos a lo largo de la historia, aunque él los cometía con el cerebro lavado.

Aparece Bucky y es cuando se monta el lio a lo grande. Steve pasa de firmar el tratado para controlar a Los Vengadores y decide ayudar a su antiguo y perseguido amigo. Otros héroes le apoyan y pasan a ser los parias a los que todo el mundo, incluyendo la facción de Tony Stark, persigue y quieren dar caza. Pero tiene que haber un malo-malo, no solo de conflicto entre amigos vive la película, así que tenemos al Barón Zemo, que ha orquestado un plan para acabar con los Vengadores por cierta venganza personal que se descubre casi terminando la cinta.

La película es entretenida y con un ritmo endiablado, aun con su larga duración , casi las dos horas y media, no da respiro al espectador encadenando escenas de acción con momentos en los que se nos va narrando la historia de los personajes. Y aquí quiero hacer un alto, Zemo, es un personaje que de primeras no parece muy amenazador, hasta que vas vislumbrando cual es el plan que tiene, es entonces cuando en vez de un hombre vestido de calle y con gafas, pasa a ser uno de los villanos más astutos del universo marvel cinematográfico. Y digo astuto, no digo que sea hiper malvado o un loco megalómano que quiera conquistar el mundo, es un villano de a pie, pero un villano que ¿consigue su objetivo? Vean la película y lo sabrán. Así que puede que lo mejor de esta película haya sido la interpretación de Daniel Brühl, si quitamos las escenas de acción que quitan el hipo y los héroes invitados.

En definitiva, buena película del Capitán América, mejor película de Los Vengadores.
Véanla, es un pepino.