La saga de “La Barbería” fue lo suficientemente exitosa
—dentro de los parámetros marcados por las películas medianas y/o indies— como
para que 12 años después desde la última entrega Metro Goldwin Meyer se lance a
producir una nueva película. Para ello, cuentan con gran parte del elenco
protagonista de las anteriores (quienes verdaderamente hacen falta son Ice Cube
y Cedric The Entertainer) y con distribución en salas por parte de New Line.
Cube se asocia como productor y realizan la película con un presupuesto de 20
millones de dólares. Se estrena en salas por todos los estados unidos y logran
recaudar 55 millones. Negocio redondo. Además que las películas de “La
Barbería” son todo un referente para el público del cine independiente y el
público afro americano en particular, con lo cual, una nueva entrega de la
franquicia siempre es esperada con expectación por parte de todas estas
minorías.
A nuestro país, en tiempos en los que ir al cine se
convierte en una utopía, tan solo ha sido distribuida en formato DVD (ni
siquiera en Blu Ray) y bastante es, ya que en España tampoco es que la saga goce
de gran popularidad a rasgos generales.
La formula, eso si, no varía ni un ápice; una vez más, se
nos presentan las situaciones que ocurren en torno a las vidas de quienes
trabajan y/o frecuentan la barbería del título, con ciertas variantes como
acompañamiento.
Los delitos han aumentado en Chicago en los últimos años,
sobre todo, en el barrio dónde está sita la barbería. El hijo de Calvin anda
tonteando con las bandas y, mientras este intenta hacerle ver los peligros de
la calle, los asesinatos se suceden en el vecindario, por lo que todos los
trabajadores de la barbería planean pactar un alto el fuego con los jefes de
las bandas con el fin de que ese fin de semana se reduzcan los asesinatos y, a
cambio, regalar cortes de pelo durante 48 horas. Además, otras subtramas de
menor importancia.
Todo ello con muy buena intención por parte de los
artífices, muy alentador y concienciado, en un
intento de llegar a la juventud afro americana que toma antes un arma
que un libro de texto.
Por lo demás, el plato fuerte de la película, siguen siendo
las conversaciones de barbería que hicieron popular a la franquicia con sus
anteriores entregas y su spin off “Salón de Belleza”. Y si bien el spin off
daba rienda suelta a las conversaciones de salón de belleza en contraposición a
las conversaciones masculinas de las anteriores, en “La Barbería 3: Todo el mundo necesita un
corte”, la barbería se expande
volviéndose mixta, barbería y salón de belleza, y así, las conversaciones pasan
a ser igualmente mixtas.
El resultado está bien, digna secuela que ofrece, ni más ni
menos, lo que queremos ver cuando nos enfrentamos a una película de “La
Barbería”. Y es que la formula es lineal y repetitiva, pero afable y
entretenida.
Junto a Ice Cube y Cedric the Entertainer, tenemos en el
reparto a los reincidentes Eve, Sean Patrick Thomas o Anthony Anderson,
mientras que debuta dentro del elenco otro rapero como es Common, que si
ideológicamente, con sus raps, es la antítesis de Ice Cube, sin embargo, como
compañero de fatigas en “La Barbería”, Cube encuentra el partenaire perfecto. A
Common le hemos podido ver en películas como “Escuadrón Suicida”, “Terminator
Salvation” o “American Gangster”, siendo, en cierto modo, uno de los raperos
reciclados a actores con más registros y posibilidades.
Dirige “La Barbería 3: Todo el mundo necesita un corte”
Malcolm D. Lee, director de productos de consumo para afro americanos con una
filmografía discretita dónde los títulos que más destacan son “Bienvenido a
casa Roscoe Jenkins” o “Scary Movie 5”.
Puesto lo bien que ha funcionado la película y lo rentable
que resulta la franquicia, no descarten ustedes que la cosa siga teniendo
secuelas en lo sucesivo.