Comparándolo con su anterior trabajo, "Kung-Fumetas La Mixtape Vol.1 " no es ni mejor ni peor. Digamos que es una prolongación de aquel, lleno de pepinos, de rimas cachondas (y elaboradas), buenos ritmos y diversión a raudales.
Y vamos a aceptar el termino “mixtape” porque en tres o cuatro temas, usan bases instrumentales de otros artistas, pero en su mayoría han sido ejecutadas por Beatnuggetz. Más que una mixtape esto es un l.p. en condiciones.
Gambino al micro, viene mas chulo aun que en su disco anterior, sin haber evolucionado ni un ápice, y aunque a priori esto puede parecer malo, no lo es. Como oyente me pongo a Gambino y quiero oírle hacer más de lo mismo, pero distinto, no como montones de artistas que mutan disco tras disco, pareciendo alguien diferente en cada uno de ellos, dejándose la personalidad en la basura, si es que alguna vez la tuvieron.
El disco comienza con una intro en la que estos kung-fumetas emulan el cine de kung fu clásico, con unas frases sentenciosas, para dar paso a “Hemos vuelto”, un fenomenal arranque donde Alberto Gambino deja claro su estatus y sus tablas.
El mejor tema del disco es el discotequero “melaza”, donde Gambino viene acompañado de Hermano L y Pestañita, un divertido track para mover el culo, libre de prejuicios y tópicos.
Siempre a caballo entre el rap mas ortodoxo y el ragga, Gambino va soltando pepino tras pepino su ingenio y su verborrea, que aunque, a veces, peca de reiterativa, nos regala temazos, a parte de los ya mencionados, en los que demuestra que sigue estando muy por encima de la media en una escena en la que una serie de papanatas sacan discos que se venden, mientras peña que de verdad vale para ello se queda en su puta casa y en sus curros de mierda.
De las muchas frases de este disco, quédense con esta que, aunque sencilla, encierra toda una filosofía : “Si sois tan malos, ¿por qué coño vendéis tanto?” Y, para finalizar, decir que temas como “Me cago en tu rap” o “Que os follen”, son soberbios, aunque hay uno que yo hubiera quitado del disco, porque se carga toda la mala leche del mismo. Este es “Mira” donde Gambino la caga, ya que se quiere tirar el rollo más de la cuenta, haciendo juicios y suposiciones, y con el afán de rimar, muchas veces no acierta. Además, suelta ahí una asquerosa moralina, y para eso ya están esa mierda de raperos anti-sistema y políticamente correctos que tanto venden. A veces una manzana podrida acaba pudriendo todo el cesto. Por suerte, no es este el caso.
Gambino al micro, viene mas chulo aun que en su disco anterior, sin haber evolucionado ni un ápice, y aunque a priori esto puede parecer malo, no lo es. Como oyente me pongo a Gambino y quiero oírle hacer más de lo mismo, pero distinto, no como montones de artistas que mutan disco tras disco, pareciendo alguien diferente en cada uno de ellos, dejándose la personalidad en la basura, si es que alguna vez la tuvieron.
El disco comienza con una intro en la que estos kung-fumetas emulan el cine de kung fu clásico, con unas frases sentenciosas, para dar paso a “Hemos vuelto”, un fenomenal arranque donde Alberto Gambino deja claro su estatus y sus tablas.
El mejor tema del disco es el discotequero “melaza”, donde Gambino viene acompañado de Hermano L y Pestañita, un divertido track para mover el culo, libre de prejuicios y tópicos.
Siempre a caballo entre el rap mas ortodoxo y el ragga, Gambino va soltando pepino tras pepino su ingenio y su verborrea, que aunque, a veces, peca de reiterativa, nos regala temazos, a parte de los ya mencionados, en los que demuestra que sigue estando muy por encima de la media en una escena en la que una serie de papanatas sacan discos que se venden, mientras peña que de verdad vale para ello se queda en su puta casa y en sus curros de mierda.
De las muchas frases de este disco, quédense con esta que, aunque sencilla, encierra toda una filosofía : “Si sois tan malos, ¿por qué coño vendéis tanto?” Y, para finalizar, decir que temas como “Me cago en tu rap” o “Que os follen”, son soberbios, aunque hay uno que yo hubiera quitado del disco, porque se carga toda la mala leche del mismo. Este es “Mira” donde Gambino la caga, ya que se quiere tirar el rollo más de la cuenta, haciendo juicios y suposiciones, y con el afán de rimar, muchas veces no acierta. Además, suelta ahí una asquerosa moralina, y para eso ya están esa mierda de raperos anti-sistema y políticamente correctos que tanto venden. A veces una manzana podrida acaba pudriendo todo el cesto. Por suerte, no es este el caso.