Robert Kurtzman, director de "Wishmaster" y creador de efectos especiales, no logra arrancar en el campo de la dirección. El año pasado, eso sí, se curró dos pelis de genero simpáticas y con buenas intenciones, pero flojitas. Una es "Buried Alive", la otra esta "The Rage".
Precedida por criticas y comentarios muy favorables, me puse a verla con un montón de ganas.
Precedida por criticas y comentarios muy favorables, me puse a verla con un montón de ganas.
Un “mad doctor” crea un suero que convierte a hombres en bestias violentas. En una de estas, uno se le escapa y da buena cuenta de algunos chavales que están por un bosque en plenos festejos de drogas y sexo. Allí pasa lo que tiene que pasar, que infecta a todo quisqui, incluidos unos buitres y unas sanguijuelas.
Y la película empieza bien, con ese “mad doctor” inyectando “la ira” en los cerebros de las cobayas humanas, el guiño a "Re-Animator"... y las toneladas de sangre. Pero pronto, y una vez los protas entran en escena, se convierte en un coñazo. Cierto que el gore es de lo mejorcito, los buitres infectados están simpáticos, pero mientras veía toda la parte del bosque una sensación de sopor se apoderaba de mí, y por más sangre que apareciera en pantalla, no me repuse de ese tedio, hasta el último cuarto de hora final, donde vuelve a ser tan divertida como al principio. Aun así, sus partes gozosas compensan todo el muermo.
Sentenciemos pues: MALA.
Y la película empieza bien, con ese “mad doctor” inyectando “la ira” en los cerebros de las cobayas humanas, el guiño a "Re-Animator"... y las toneladas de sangre. Pero pronto, y una vez los protas entran en escena, se convierte en un coñazo. Cierto que el gore es de lo mejorcito, los buitres infectados están simpáticos, pero mientras veía toda la parte del bosque una sensación de sopor se apoderaba de mí, y por más sangre que apareciera en pantalla, no me repuse de ese tedio, hasta el último cuarto de hora final, donde vuelve a ser tan divertida como al principio. Aun así, sus partes gozosas compensan todo el muermo.
Sentenciemos pues: MALA.