Unos jóvenes espeolologos, planean adentrarse en una cueva en Rusia. Una vez dentro, son masacrados uno a uno (Spoiler) ¡¡por un cavernícola!! (Fin de spoiler. Aunque fijo que lo habéis leído, truhanes…).
Como diría Forrest Gump, las películas video cluberas, son como una caja de bombones. Y esta vez, el bombón era mas rancio que de costumbre.
Esta película es una autentica tomadura de pelo que se suma a la ¿moda? De terrores cavernosos iniciada con LA CAVERNA MALDITA y seguida de THE DESCENT (¿O era al revés?) con una película que inicia con un cuarto de hora de leeeenta conversación en la que los chavales charlan de cosas insustanciales mientras acampan y como vemos que no terminan, no nos queda mas remedio que darle al fast fodward de nuestro reproductor, hasta que se adentran a la caverna. Una vez allí y tras una primera muerte mas o menos digna, nos damos cuenta de que no se ve lo que asesina a los chavales, y si me apuráis, no se ve nada en la película, pues a parte de la intencionada poca iluminación, los caóticos movimientos de cámara, vuelven a uno loco. A eso hay que añadirle el brutal aburrimiento del que hace gala este engendro. Ya por fin, tres minutos antes de que acabe el folletín, vemos (de mala manera) que es lo que mata a los chicos ( ya lo he dicho al principio), y nos quedamos igual que estábamos, y si hubiéramos pagado algo por verla, con una sensación de estafa de aupa.
Quédense con el exótico nombre del dire, para no volver a ver nada mas que haga: Olatunde Osunsanmi.
Como diría Forrest Gump, las películas video cluberas, son como una caja de bombones. Y esta vez, el bombón era mas rancio que de costumbre.
Esta película es una autentica tomadura de pelo que se suma a la ¿moda? De terrores cavernosos iniciada con LA CAVERNA MALDITA y seguida de THE DESCENT (¿O era al revés?) con una película que inicia con un cuarto de hora de leeeenta conversación en la que los chavales charlan de cosas insustanciales mientras acampan y como vemos que no terminan, no nos queda mas remedio que darle al fast fodward de nuestro reproductor, hasta que se adentran a la caverna. Una vez allí y tras una primera muerte mas o menos digna, nos damos cuenta de que no se ve lo que asesina a los chavales, y si me apuráis, no se ve nada en la película, pues a parte de la intencionada poca iluminación, los caóticos movimientos de cámara, vuelven a uno loco. A eso hay que añadirle el brutal aburrimiento del que hace gala este engendro. Ya por fin, tres minutos antes de que acabe el folletín, vemos (de mala manera) que es lo que mata a los chicos ( ya lo he dicho al principio), y nos quedamos igual que estábamos, y si hubiéramos pagado algo por verla, con una sensación de estafa de aupa.
Quédense con el exótico nombre del dire, para no volver a ver nada mas que haga: Olatunde Osunsanmi.