A los aficionados al cine de Kung Fu, les sonará (o si son muy aficionados, lo conocerán a fondo) el nombre del Maestro Dr. Wong Feing Hung. Y es que en China, este hombre que según mis fuentes existió verdaderamente, es toda una leyenda. El mejor maestro de Kung fu de la historia.
Bien, pues este personaje es una constante en el cine de Kung fu, ya sea en el serio o en mis adoradas comedias Chinorras, ya sea como protagonista o como personaje secundario. Eso si, a la hora de interpretarlo, a los Chinos les ha dado igual quien lo hiciese. Claro que la cosa va por etapas. El Wong Feing Hung adolescente, lo interpretó Jackie Chan en la obra maestra EL MONO BORRACHO EN EL OJO DEL TIGRE, y años mas tarde lo interpretó ya adulto en la secuela ( oficialmente, sería la tercera parte, pues todos sabemos que la segunda parte real de EL MONO… es LA DANZA DE LA PANTERA BORRACHA) LA LEYENDA DEL LUCHADOR BORRACHO. Pero de adulto, quien mas veces ha interpretado, ha sido Jet Li, en la trilogía de ERASE UNA VEZ EN CHINA y en algún titulo mas que se me escapa. Esporádicamente, el maestro Hung, a aparecido incluso en alguna producción americana, como la mas o menos reciente LA VUELTA AL MUNDO EN 80 DIAS, en la que le daba vida en mejor luchador de todos los tiempos, el increíble Sammo Hung. Precisamente, la película que paso a reseñar ahora, la protagoniza también Sammo Hung, pero no hace de Wong Feing Hung, sino de uno de sus alumnos.
Si he soltado este rollo sobre el maestro Hung, es porque en esta película, también aparece, esta vez como anciano e interpretado por el veterano Tak – Hing Kuan, lo que me hace pensar el montón de películas en las que aparece este personaje y que seguramente se me escapan.
Dirigida por el mejor director de películas de Chinos Yuen Woo Ping (por algo años después le contratarían en los USA para crear las coreografías de la trilogía de MATRIX), EL MAGNIFICO CARNICERO, es una de esas comedias de finales de los setenta, que los chinos producían como churros y que tan efectivas resultaban mundialmente, tanto en taquilla como en diversión.
El Carnicero Wing ( Sammo Hung), por error da una paliza a un empleado del Maestro Ko, así que este va a pedir explicaciones al maestro del carnicero, el ya tan mentado Wong Feing Hung. A todo esto, que el hijo del maestro Ko, es un macarra y secuestra a la mujer del hermano del carnicero, que anda buscando a este ( un lío.. muy propio de la época y curiosamente de los guiones de Ozores, ya sabéis, las comedias de enredo), ya que no lo conoce, y el hijo del maestro Ko, se las apaña para hacerle creer que quien realmente ha secuestrado a su mujer, es el carnicero Wing. Entre tanto, aparece en el pueblo un maestro borracho ( rol que siempre solía interpretar el mítico Yuen Hsiao Tien, pero que en 1979, me parece que ya había fallecido) que resuelve los problemas. El hijo del maestro Ko, que no para de hacer el malvado, por x cuestiones, acaba matando a su propia hermanastra cargándole el muerto al carnicero Wing, y el Maestro Ko, jura vengar su muerte. El carnicero, acaba siendo entrenado por el maestro borracho.
Un poco mas de lo mismo de siempre (bajada de carteles incluida… los que han mamado mucho Kung Fu, ya saben) pero igual de entretenido o mas de lo habitual. Y es que si se juntan en la direccion Yuen Woo Ping y se curra las coreografías junto con el propio Sammo Hung, el producto, por cojones, tiene que ser cojonudo.
Pero me ha llamado la atención que esta película, está bastante mejor dirigida que el resto de la época, tiene mas planos y está todo mejor medido, se utiliza menos el zoom y las coreografías son excelentes. Además es una de esas pelis, también muy propias de los Chinos, en las que la cosa empieza como una agradable comedia, para según avanza la trama y las tonterías, convertirse en un dramon desgarrador con la venganza como leif motiv, cosa esta que ya pasaba en títulos tan destacados como LA MANTIS MALDITA o LA VICTIMA.
Y aparte de unas buenas peleas clásicas con los siempre pintones abanicos ( y curiosamente ningún swordplay), incorpora nuevos elementos de lucha, como los pinceles ( el estilo de la caligrafía…¡Increíble!) o los cuchillos en los codos.
Imposible totalmente, no pasárselo de putisima madre con su visionado.
Bien, pues este personaje es una constante en el cine de Kung fu, ya sea en el serio o en mis adoradas comedias Chinorras, ya sea como protagonista o como personaje secundario. Eso si, a la hora de interpretarlo, a los Chinos les ha dado igual quien lo hiciese. Claro que la cosa va por etapas. El Wong Feing Hung adolescente, lo interpretó Jackie Chan en la obra maestra EL MONO BORRACHO EN EL OJO DEL TIGRE, y años mas tarde lo interpretó ya adulto en la secuela ( oficialmente, sería la tercera parte, pues todos sabemos que la segunda parte real de EL MONO… es LA DANZA DE LA PANTERA BORRACHA) LA LEYENDA DEL LUCHADOR BORRACHO. Pero de adulto, quien mas veces ha interpretado, ha sido Jet Li, en la trilogía de ERASE UNA VEZ EN CHINA y en algún titulo mas que se me escapa. Esporádicamente, el maestro Hung, a aparecido incluso en alguna producción americana, como la mas o menos reciente LA VUELTA AL MUNDO EN 80 DIAS, en la que le daba vida en mejor luchador de todos los tiempos, el increíble Sammo Hung. Precisamente, la película que paso a reseñar ahora, la protagoniza también Sammo Hung, pero no hace de Wong Feing Hung, sino de uno de sus alumnos.
Si he soltado este rollo sobre el maestro Hung, es porque en esta película, también aparece, esta vez como anciano e interpretado por el veterano Tak – Hing Kuan, lo que me hace pensar el montón de películas en las que aparece este personaje y que seguramente se me escapan.
Dirigida por el mejor director de películas de Chinos Yuen Woo Ping (por algo años después le contratarían en los USA para crear las coreografías de la trilogía de MATRIX), EL MAGNIFICO CARNICERO, es una de esas comedias de finales de los setenta, que los chinos producían como churros y que tan efectivas resultaban mundialmente, tanto en taquilla como en diversión.
El Carnicero Wing ( Sammo Hung), por error da una paliza a un empleado del Maestro Ko, así que este va a pedir explicaciones al maestro del carnicero, el ya tan mentado Wong Feing Hung. A todo esto, que el hijo del maestro Ko, es un macarra y secuestra a la mujer del hermano del carnicero, que anda buscando a este ( un lío.. muy propio de la época y curiosamente de los guiones de Ozores, ya sabéis, las comedias de enredo), ya que no lo conoce, y el hijo del maestro Ko, se las apaña para hacerle creer que quien realmente ha secuestrado a su mujer, es el carnicero Wing. Entre tanto, aparece en el pueblo un maestro borracho ( rol que siempre solía interpretar el mítico Yuen Hsiao Tien, pero que en 1979, me parece que ya había fallecido) que resuelve los problemas. El hijo del maestro Ko, que no para de hacer el malvado, por x cuestiones, acaba matando a su propia hermanastra cargándole el muerto al carnicero Wing, y el Maestro Ko, jura vengar su muerte. El carnicero, acaba siendo entrenado por el maestro borracho.
Un poco mas de lo mismo de siempre (bajada de carteles incluida… los que han mamado mucho Kung Fu, ya saben) pero igual de entretenido o mas de lo habitual. Y es que si se juntan en la direccion Yuen Woo Ping y se curra las coreografías junto con el propio Sammo Hung, el producto, por cojones, tiene que ser cojonudo.
Pero me ha llamado la atención que esta película, está bastante mejor dirigida que el resto de la época, tiene mas planos y está todo mejor medido, se utiliza menos el zoom y las coreografías son excelentes. Además es una de esas pelis, también muy propias de los Chinos, en las que la cosa empieza como una agradable comedia, para según avanza la trama y las tonterías, convertirse en un dramon desgarrador con la venganza como leif motiv, cosa esta que ya pasaba en títulos tan destacados como LA MANTIS MALDITA o LA VICTIMA.
Y aparte de unas buenas peleas clásicas con los siempre pintones abanicos ( y curiosamente ningún swordplay), incorpora nuevos elementos de lucha, como los pinceles ( el estilo de la caligrafía…¡Increíble!) o los cuchillos en los codos.
Imposible totalmente, no pasárselo de putisima madre con su visionado.