Hay gente que tiene la extraña e incomprensible costumbre de rajar de una película solo porque esta le ha hecho sentirse molesto/a. Es decir, que todo le ha parecido de fábula, actores, historia, fotografía, etc... pero algo les ha ofendido. O dejado el ánimo al nivel del betún y, por tanto, la conclusión que saca de ella es que "Es una mierda". Sin comprender que, probablemente, que el film haya logrado despertar esos sentimientos es inequívoca señal de su buena calidad, pues ese era su fin (un poco como lo que le ocurrió a la muy potable "Los hijos de los hombres"). ¡Amigos!, no todo el cine está hecho para hacernos sentir bien o alegrarnos la vida. Y los ejemplos abundan: horror traumático, comedias con tendencia al humor grueso y desagradable o dramas duros como este del que hablaremos a continuación.
No me cuadraba. ¿Cómo era posible una reacción tan hostil por parte de los asiduos del Imdb (calificándola de "la peor película del 2008" o directamente odiándola) ante un film como "Blindness"?, el típico producto nacido para ser respetado por críticos y laureado en mil festivales. Cosa esta que tampoco ha pasado a un nivel general. El director es Fernando Meirelles, el de "Ciudad de dios", está basada en una novela del respetado José Saramago, y en el reparto encontramos nombres tan destacados como los de Julianne Moore, Mark Ruffalo (actor por el que siento mucha simpatía desde que lo vi en "Zodiac"), Danny Glover o Gael García Bernal. Como veis, semejante curriculum no se encuentra cada día.
Entonces, ¿por qué?. Sencillo, "Blindness" no es una peli fácil, y está pensada para perturbar al espectador. Decía alguien que no la vieras si estabas deprimido o triste, ya que no daba ninguna esperanza de nada. Hombre, tampoco seamos tan duros, a mi entender, y a pesar de todo, el film gasta un desenlace razonablemente positivo, pero sí es cierto que hasta llegar ahí, el trayecto es durillo. La cosa va de que un día, y sin saber por qué, las personas comienzan a quedarse ciegas. El gobierno, atemorizado ante lo que parece un virus, pilla a los afectados y los encierra en un edificio, casi olvidándolos y manteniéndolos a raya del modo más contundente. Uno de estos afectados, Mark Ruffalo, es acompañado por su mujer, Julianne Moore, quien fingirá su ceguera. Con el tiempo, el edificio se llenará de invidentes, y ante la situación de abandono absoluto, comenzarán a nacer los conflictos, que irán empeorando hasta que estallará la violencia. Pero esto no es el final de la historia, ya que el grupo protagonista, siempre guiado por la Moore, que nunca pierde la visión, saldrá al exterior y, bueno, digamos que las cosas no pillarán un color demasiado optimista.
Es cierto que cuesta entrar en la peli. Hay momentos en los que te dices "O avanza un poco o me aburriré". Pero es que Meirelles deja lo mejor para la parte final, lo más intenso, destacando la dura escena en la que, con el fin de conseguir comida, las mujeres del grupo protagonista acceden a complacer sexualmente a sus opresores (seguramente una de las razones de tanta hostilidad, ya saben cómo es el personal). A eso hay que sumarle un ambiente apocalíptico maravillosamente logrado e imágenes de cadáveres devorados por hambrientos perros. Sí... ya lo dije antes, no es una película fácil.
Su estética es de un extraordinario look blanquecino, y brillante, que en ocasiones juega con los desenfoques y las imágenes descuadradas, supongo que con el fin de hacer sentir al espectador lo mismo que los personajes ciegos.
Antes de un dramón o una peli con mensaje, prefiero mil monstruos, tres mil psicópatas o quince mil justicieros... pero cuando un film es bueno, lo es. Y si, encima, se aferra a un modo de hacer tan de los 70, provocando, tocando temas delicados y metiendo el dedo en la herida (y generando reacciones opuestas pero igualmente apasionadas, odio/amor...) pues inevitablemente logrará ganarse mi afecto y simpatía. Y "Blindness" lo ha hecho.