Como muchos otros directores, el Italiano Andreas Marfori empezó en esto del cine realizando cortometrajes generosos en horror, sangre, humor y steadycam. Contrario a lo que suele ser habitual, estos le reportaron no pocos premios en numerosos festivales y hasta llegó a ganarse una notable reputación dentro del gremio. Convencido de que ya podía dar el salto al largo comercial, reunió a su casta de actores y técnicos habituales, y se fueron a pasar unos días a la montaña para rodar lo que terminó siendo una copia cutre y muy aburrida del clásico "Posesión Infernal". Pero, ¿difiere mucho el trabajo de Marfori con el de Raimi?... hombre, pues bastante.
Para empezar el Italiano apenas tiene ni idea de narrar una historia para que resulte interesante, y se limita a filmar a sus actores en largos y absurdos paseos por la montaña, en un desesperado intento por llegar a los 90 minutos de duración. Podría parecer que, al ser Italiana, la peli estuviera bien surtida de sangre e higadillos... pues sí, pero tampoco tanto. Un tentáculo destripando unos genitales y un par de cabezas de caucho explotando no justifican el precio de un alquiler. Además, la orgía de sangre no hace acto de presencia hasta el final, y aunque la disfrutas por su desvergonzado cutrismo surrealista, llevas tanto tiempo esperándola que cuando llega, te sabe a poco.
Como era de esperar, las interpretaciones son nefastas, a lo que no ayuda mucho el inglés macarrónico de los pobres actores (Coralina Cataldi-Tassoni, presente en algunos títulos del sello Argento)... algo que el Sr.Director no se tomó la molestia de hacer porque sí, el fin era colar la película en el mercado Americano. Y lo consiguió. Al poco de su desastroso estreno Italiano, "Evil Clutch" es adquirida por la única distribuidora yankee capaz de pagar por semejante joya: la Troma.
Lloyd Kaufman y sus muchachos les diseñan un cartel de lo más bonito y se atreven a promocionarla como lo último en cine de horror Italiano. Pero no funcionó. Después de aquello, Andreas Marfori se limitó a dirigir un par de costrillas, entre ellas un lucimiento para Traci Lords, y desaparecer. Dudo mucho que alguien le eche de menos.