Me planteo mucho, cuando reviso una película tan genuinamente ochentera como esta, si hacer la reseña o no, porque, realmente, ya se sabe todo sobre estas películas. Obviaremos lo de que fue un fracaso estrepitoso, lo de que su productor George Lucas reniega de ella, lo de que es la primera superproducción que se realiza de un personaje Marvel y pasaremos directamente a lo que opino tras haberla visto recientemente.
Hace unos días, charlaba yo con mi amigo Murphy sobre el estado actual del cine, llegando a la (obvia) conclusión de que, a todas las películas actuales, ya sean buenas o malas, les falta ese rollito tan resultón que tenían las películas de los ochenta. Es cierto. Películas malas o pequeñitas de aquellos años, se disfrutaban más que lo cualquier cosa que se haga ahora con gran calidad. Es esto lo que obliga a decir que una película realmente sosilla como por ejemplo IRON MAN, nos parezca una película cojonuda y tremendamente entretenida. Esto es porque nos conformamos con lo que se hace ahora y valoramos una película, precisamente, dentro de la poca calidad de lo que se hace ahora.
Por eso IRON MAN, nos parece cojonuda. ¿Me he explicado?
Bien, pues este medio día, viendo HOWARD, me doy cuenta de que el entretenimiento puro y duro murió a mediados de los 90. Ninguna película entretiene ya como entreretenian aquellas… Y es que HOWARD mola tanto…
El caso es que si HOWARD se estrenase hoy día, sería considerada una gran película, tope rítmica y con unos efectos visuales, que sin tirar de ordenador ( porque no había) superan con creces todo lo que se hace ahora; aplíquenle eso al guión, a la historia, a los actores e incluso a la banda sonora. Seria un pelotazo de película y los críticos caerían rendidos a sus pies, no como en su momento que la pusieron a caer de un burro ( cosa que en la época tampoco se explicaba).
Era francamente molón aquél pato que ejercía de taxista en algunos números de AMAZING SPIDER-MAN o SHE HULK… Pero les diré que aunque el patito cuenta con mi simpatía, les diré que para mí, el rey absoluto de la función no es el pato, si no ese enorme personaje, aterrador, cómico también y espeluznante que interpreta magistralmente Jeffrey Jones, “el señor de las tinieblas del universo” ¿existe actualmente un villano tan molón? Yo creo que no, y difícilmente habrá un villano igual jamás.
Recuerdo cuando vi la película por primera vez en el cine, siendo un infante, que tenía que retirar la mirada a medida que se iba transformando, porque me aterraba lo que veía en la pantalla. Este si que es un personaje al que rendir culto.
Por otro lado tenemos a Tim Robbins en estado de gracia en uno de sus primeros papeles, y también está muy bien…
Howard es Ed Gale. (Esto está corregido porque ponía un monton de mamarrachadas acerca de Warwick Davis, que hasta hace poco, pensaba yo que era quien daba vida a Howard. Muy triste.... pero más triste es que ninguno de ustedes, se haya dado cuenta de mi error, con lo dados que son todos a cebarse cuando alguien la caga...).
El director, Willard Huyck, no se prodigó mucho tras HOWARD, mejor dicho, no volvió a dirigir. Quizás medió en ello George Lucas por arruinarle…
Sentencia: Obra maestra absoluta y una muestra palpable de entretenimiento. Si buscásemos la palabra entretenimiento en cualquier enciclopedia, junto a esta debería salir el cartel de HOWARD.
Hace unos días, charlaba yo con mi amigo Murphy sobre el estado actual del cine, llegando a la (obvia) conclusión de que, a todas las películas actuales, ya sean buenas o malas, les falta ese rollito tan resultón que tenían las películas de los ochenta. Es cierto. Películas malas o pequeñitas de aquellos años, se disfrutaban más que lo cualquier cosa que se haga ahora con gran calidad. Es esto lo que obliga a decir que una película realmente sosilla como por ejemplo IRON MAN, nos parezca una película cojonuda y tremendamente entretenida. Esto es porque nos conformamos con lo que se hace ahora y valoramos una película, precisamente, dentro de la poca calidad de lo que se hace ahora.
Por eso IRON MAN, nos parece cojonuda. ¿Me he explicado?
Bien, pues este medio día, viendo HOWARD, me doy cuenta de que el entretenimiento puro y duro murió a mediados de los 90. Ninguna película entretiene ya como entreretenian aquellas… Y es que HOWARD mola tanto…
El caso es que si HOWARD se estrenase hoy día, sería considerada una gran película, tope rítmica y con unos efectos visuales, que sin tirar de ordenador ( porque no había) superan con creces todo lo que se hace ahora; aplíquenle eso al guión, a la historia, a los actores e incluso a la banda sonora. Seria un pelotazo de película y los críticos caerían rendidos a sus pies, no como en su momento que la pusieron a caer de un burro ( cosa que en la época tampoco se explicaba).
Era francamente molón aquél pato que ejercía de taxista en algunos números de AMAZING SPIDER-MAN o SHE HULK… Pero les diré que aunque el patito cuenta con mi simpatía, les diré que para mí, el rey absoluto de la función no es el pato, si no ese enorme personaje, aterrador, cómico también y espeluznante que interpreta magistralmente Jeffrey Jones, “el señor de las tinieblas del universo” ¿existe actualmente un villano tan molón? Yo creo que no, y difícilmente habrá un villano igual jamás.
Recuerdo cuando vi la película por primera vez en el cine, siendo un infante, que tenía que retirar la mirada a medida que se iba transformando, porque me aterraba lo que veía en la pantalla. Este si que es un personaje al que rendir culto.
Por otro lado tenemos a Tim Robbins en estado de gracia en uno de sus primeros papeles, y también está muy bien…
Howard es Ed Gale. (Esto está corregido porque ponía un monton de mamarrachadas acerca de Warwick Davis, que hasta hace poco, pensaba yo que era quien daba vida a Howard. Muy triste.... pero más triste es que ninguno de ustedes, se haya dado cuenta de mi error, con lo dados que son todos a cebarse cuando alguien la caga...).
El director, Willard Huyck, no se prodigó mucho tras HOWARD, mejor dicho, no volvió a dirigir. Quizás medió en ello George Lucas por arruinarle…
Sentencia: Obra maestra absoluta y una muestra palpable de entretenimiento. Si buscásemos la palabra entretenimiento en cualquier enciclopedia, junto a esta debería salir el cartel de HOWARD.