
Sin embargo, mi favorita es una que, por norma general, no está entre las preferidas del público más devoto. Seguramente porque incluye muchos elementos de comedia y, probablemente, porque gran parte de su metraje se desarrolla en lo que, en los 80, eran tiempos modernos. Aunque a mi eso es, precisamente, lo que más me mola, ya que soy un seguidor de las pelis de viajes en el tiempo. Además el guión corre a cargo de Nicholas Meyer, quien ha aportado sus dotes como director a algunas aventuras de la tripulación de la "Enterprise" y, encima, es responsable de otra joyita algo olvidada sobre esto de saltar de una década a la otra, "Los pasajeros del tiempo", ¡recomendada!.
La tierra del siglo XXIII está amenazada por una sonda de hermoso aspecto a la que únicamente pueden responder las ballenas. Claro que en esa época se han extinguido del todo, lo que obligará al "Capitán Kirk" y los suyos a viajar hasta el pasado a buscar los cetáceos y llevarlos al futuro esperando que respondan a la amenaza y salven a la humanidad. ¡Toma mensaje ecológico!.
El resultado, un film rematadamente entretenido, sano, divertido, emocionante, entrañable... todo lo que se me ocurre son adjetivos positivos. Pasa en un plis y tiene algunas salidas realmente buenas, sobre todo cuando los chicos de la "Enterpise" chocan de frente con la cultura, mucho más agresiva, del siglo XX. Es especialmente gracioso "Spock" / Leonard Nimoy, haciéndose pasar por ex-hippie ("Abusó del LSD" espeta "Kirk") quien, además, se encarga de dirigir el sarao.
Uno de los gags más celebrados del film es aquel que, de viaje en autobús, "Spock" y "Kirk" se enfrentan a un super-punkarra que escucha música a toda castaña. A este lo interpretó el productor asociado que, tras ver que querían colarle un tema de "Duran Duran", grabó una canción expresamente para el momento (incluso se inventó el nombre de una banda, "Edge of etiquette") mucho más acorde con el rollo imperdible de la época. Tan bien lo hizo, que el temilla incluso se ha ganado sus fans y rula por internet. ¿Que cosas, eh?.