El horroroso título bajo el que se esconde esta película, a priori nos hace pensar que estamos: A) ante un bodrio de estos tan “Cool” y que tanto se estilan entre la fauna que son los cortometrajistas de género fantástico, tan ingeniosos y tan poco previsibles ellos o B) ante un bodrio/ homenaje a Jess Franco.
Afortunadamente, no se trata de nada de eso. Se trata de una película Inglesa, pequeñita y bien resuelta, que aunque si, homenajea todo tipo de bizarradas, en realidad es una comedia muy británica, que quiere llevar el mismo camino de ZOMBIES PARTY, pero que, lógicamente, no lo consigue.
El descendiente de un antiguo cazador de vampiros ( cosa de la que el prota no es consciente), se va a pasar unos días con su amigo gordo, salido y deslenguando a algún lugar de la campiña Inglesa, con la suerte de que conocen a cuatro tetudas turistas alemanas con las que hundir sus pollas y con la mala suerte de que se tienen que enfrentar a una horda de vampiras lesbianas, que planean resucitar a su líder, mezclando la sangre del ultimo descendiente de aquél caza vampiros con la de una virgen ( y mira tu por donde, una de las tetudas, resulta serlo). Por el camino se encontrarán con un predicador que sabe bastante sobre el tema (los protas son más bien despistados y bastante ineptos).
Se trata de un entretenimiento ameno, con gags más que correctos en la línea british, pero al final un producto bastante light, pues aunque generoso en tetas siliconadas, la sangre de los vampiros es blanca (¡) así que tenemos un festín de leche, cuando lo habríamos de tener de sangraza, y lejos de resultarme ese hecho ingenioso, como seguramente el director pretendía, me parece que anula todo el toque terrorífico que podía tener la peli, el cómico también.
En definitiva un producto de consumo rápido que acompañado de patatas fritas y refrescos de cola, hace que lo pasemos bien la noche del sábado. Pero poco más…
El director de la peli, Phill Claydon, no se ha prodigado mucho, los actores tampoco.
Eso sí, atentos al final abierto ( y terriblemente cómico) que nos deja entre ver, de que irá la posible secuela de esta peliculita.
Afortunadamente, no se trata de nada de eso. Se trata de una película Inglesa, pequeñita y bien resuelta, que aunque si, homenajea todo tipo de bizarradas, en realidad es una comedia muy británica, que quiere llevar el mismo camino de ZOMBIES PARTY, pero que, lógicamente, no lo consigue.
El descendiente de un antiguo cazador de vampiros ( cosa de la que el prota no es consciente), se va a pasar unos días con su amigo gordo, salido y deslenguando a algún lugar de la campiña Inglesa, con la suerte de que conocen a cuatro tetudas turistas alemanas con las que hundir sus pollas y con la mala suerte de que se tienen que enfrentar a una horda de vampiras lesbianas, que planean resucitar a su líder, mezclando la sangre del ultimo descendiente de aquél caza vampiros con la de una virgen ( y mira tu por donde, una de las tetudas, resulta serlo). Por el camino se encontrarán con un predicador que sabe bastante sobre el tema (los protas son más bien despistados y bastante ineptos).
Se trata de un entretenimiento ameno, con gags más que correctos en la línea british, pero al final un producto bastante light, pues aunque generoso en tetas siliconadas, la sangre de los vampiros es blanca (¡) así que tenemos un festín de leche, cuando lo habríamos de tener de sangraza, y lejos de resultarme ese hecho ingenioso, como seguramente el director pretendía, me parece que anula todo el toque terrorífico que podía tener la peli, el cómico también.
En definitiva un producto de consumo rápido que acompañado de patatas fritas y refrescos de cola, hace que lo pasemos bien la noche del sábado. Pero poco más…
El director de la peli, Phill Claydon, no se ha prodigado mucho, los actores tampoco.
Eso sí, atentos al final abierto ( y terriblemente cómico) que nos deja entre ver, de que irá la posible secuela de esta peliculita.