lunes, 18 de enero de 2010

COLD PREY 2 (FRITT VILT 2)

Antes de darle al "Play" del reproductor y ponerme a ver esta peli, hice memoria con respecto a la primera parte. Vale, sé que no ofrecía tanto como para intentar retenerlo, pero dado que la secuela es una continuación en el sentido estricto de la palabra (vamos, que empieza casi casi donde acaba la otra), creí que situándome un poco todo sería más "cómodo". Pues bien, apenas si recordaba algo de ella. Cuando reseñé (porque yo no considero que haga críticas) "Cold Prey 1", ya recurrí a una cantinela familiar: que se trataba de un slasher ultra-típico pero tan bien facturado que uno lo disfrutaba. Sin embargo, el hecho de que no retuviera nada de él en mi memoria dejaba bien patente que, por su condición de trillado, el recuerdo se desvanecía a los pocos días del visionado... algo que, a mi humilde parecer, es una desventaja.
Con la segunda parte pasa exactamente lo mismo... y ahora entramos ya en terrenos problemáticos, porque mientras a la otra se lo perdonabas por su exótica procedencia (Noruega) y por su evidente homenaje al slasher más básico, con esta nueva ya no cuela, el ya justito efecto sorpresa se ha perdido y, cómo mínimo, uno no puede evitar exigirle a su responsable un poooooooooco más de imaginación, cosa que abunda tanto como neuronas en la cabeza de David Trueba (es decir, casi nada).
La superviviente de la primera peli es rescatada y llevada a un hospital. Tras narrar lo acontecido a la policía, esta se las pira a la montaña y recupera los cuerpos de sus amigos y, lógicamente, del asesino. Ni que decir que el muchacho revivirá y la armará a picotazos con médicos, enfermos y policías.
Bien rodada, planificada, con potente banda sonora, actores solventes e innegable capacidad para lograr el suspense... lástima que todos esos atributos se pierdan en un mar de previsibilidad y no luzcan lo suficiente. Al menos a mi, se me hizo un pelin plomiza.