Seguimos con el mismo rollo de las dos anteriores, pero cambiando un poco el escenario. Es decir, para la ocasión, la mayor parte de la acción transcurre en el campo.
En esta ocasión, Don Atilio decide meter en el colegio de los Parchis a su hija, y pasan dos cosas: que rápidamente la toman asco y que David se enamora perdidamente de ella. Pronto ese asco se convertirá en gran amistad y por consecuencia, Don Atilio decide entonces ingresar a su hija en un internado, y los Parchis junto con el violento del flaco, intentarán sacarla de allí.
Sin superar a la primera, sin duda esta sería la que le sigue en cuanto a entretenimiento, si bien es cierto que la formula ya se repite demasiado, el babosismo se multiplica por tres ( En la primera, Don Matías acabó en el hospital, en la segunda el perro Superman fue quien casi la palma y en esta, la hija de don Atilio… como sabía el éxito que tendrían los rollitos lacrimógenos el bueno de Aguirre) y el rollito “Teen” que se gasta Tino, a parte de trasnochado, da un poquito de grima.
Por lo demás, ya saben: imposible aburrirse con una peli de Parchis.
No sufran, solo queda una más ( y un par de las de la etapa Argentina…)
En esta ocasión, Don Atilio decide meter en el colegio de los Parchis a su hija, y pasan dos cosas: que rápidamente la toman asco y que David se enamora perdidamente de ella. Pronto ese asco se convertirá en gran amistad y por consecuencia, Don Atilio decide entonces ingresar a su hija en un internado, y los Parchis junto con el violento del flaco, intentarán sacarla de allí.
Sin superar a la primera, sin duda esta sería la que le sigue en cuanto a entretenimiento, si bien es cierto que la formula ya se repite demasiado, el babosismo se multiplica por tres ( En la primera, Don Matías acabó en el hospital, en la segunda el perro Superman fue quien casi la palma y en esta, la hija de don Atilio… como sabía el éxito que tendrían los rollitos lacrimógenos el bueno de Aguirre) y el rollito “Teen” que se gasta Tino, a parte de trasnochado, da un poquito de grima.
Por lo demás, ya saben: imposible aburrirse con una peli de Parchis.
No sufran, solo queda una más ( y un par de las de la etapa Argentina…)