viernes, 18 de marzo de 2011

LADRONES DE TUMBAS

Las películas mexicanas de terror, son todas iguales. Y las protagonizan y dirigen siempre los mismos. En esta ocasión la dirige Rubén Galindo Jr, la protagoniza Fernando Almada, y está estructurada exactamente igual que CEMENTERIO DEL TERROR, tiempos muertos incluidos, con lo cual, os podréis hacer una idea de la clase de bazofia a la que me enfrenté ayer noche.
En el medioevo, un hombre es juzgado por delitos contra dios, y le clavan un hacha en el pecho. Este, jura que el día que le saquen el hacha, volverá de la tumba, para engendrar al hijo de Satanás (¡). En la actualidad un grupo de jovencitos, se dedica a profanar tumbas con la intención de sustraer el oro, las joyas y demás objetos de valor pertenecientes a los muertos. En una de estas, topan con el cadáver del tío del hacha y no se les ocurre otra cosa que extraérsela, con lo que este resucita, haciendo ya sabéis que, a ya sabéis quienes. Un Sheriff (Fernando Almada), irá viendo como se desarrolla la cosa.
Bueno, mas de lo de siempre, pero con el triple de aburrimiento. Una cagarruta mexicana que solo se ve compensada por el alto nivel del escaso gore que aparece en pantalla, rudimentario, artesano, con su latex y sus cositas, sus destripamientos y aplastamientos de cabeza, que nos deja con un buen sabor de boca. Sobre todo el look del malo, un sosías de “Skeletor” en plan diabólico, es de lo mas efectivo y chanante, que no terrorífico. La película no se presta a la risa, pero tampoco resulta terrorífica a pesar de lo seria y serena que es toda ella.
En cuanto al resto es como si a Rubén Galindo hijo, no le saliera nada más que la misma cosa siempre, y la estirara hasta el final, importándole un bledo el resultado. En resumidas cuentas, unos vaivenes de jovencitos y Fernando Almada sufriendo mucho, exactamente igual que en todas las pelis de horror en las que se ve metido.