sábado, 21 de mayo de 2011

EL SEMENTAL ITALIANO

Tras mucho tiempo buscándola, por fin doy con la tan cacareada película porno que protagonizó Silvestre Stallone en su juventud. El puro morbo era lo que quería satisfacer, echarme unas risas con ese Sly pre – Rocky, y a otra cosa mariposa. Y contra todo pronostico, me ha encantado, tanto narrativamente, como, sobretodo, estéticamente.
Con el título inicial de "The Party at Kitty and Stud´s", en primer lugar, esto no es un porno, ni hard, ni soft. Es posible que para un espectador medio si que lo sea, puede que un soft, pero a un espectador curtido, lo primero que le va a llamar la atención de esta película es su condición de totalmente vanguardista. No es que sea deudora del cine underground de los 60 y 70, es que lo es. De hecho, data de 1970.
Rodada en 16 mm. sin argumento, cámara al hombro, desencuadres, banda sonora a trompicones con temas que se repiten hasta la extenuación y que se montan sobre otros, todos robados, y un sexo bastante sucio como elemento primordial, Nada nuevo en el under, eso también es cierto. Lo que hace hoy, por ejemplo, Nick Zedd, poco dista de lo que es esta película. Y si no saliera Stallone, y me dijeran que es una peli de Ron Rice, me lo creo.
La cosa es bastante tonta; Stud (Stallone), corre y salta por la nieve, mientras la voz en off de su novia, nos cuenta lo mucho que le gusta él y lo bien que folla. Después, sube y se la trinca. Mas tarde, ella habla de lo mucho que le mola cuando se pone violento, así que tras una partida de poker en la que Stud pierde hasta los condones, este, enrabietado, mete un puñetazo a un cristal, quedándole los nudillos ensangrentados. Kitty, que es como se llama ella, aprovecha para, cual vampiro, lamer esa sangre. Después lo lleva al baño, le cura las heridas y le chupa la polla. Stud, alegando que le ha hecho daño con los dientes, le mete un par de hostias. Luego, durante unos diez minutos largos de película, le propina una paliza con el cinturón para, por enésima vez, volver a penetrarla. Después, se montan una fiestecita con una gente de lo mas fea, en la cual Stallone nos deleita con un recital de gestos de placer, y se pega unos bailoteos de lo mas chanantes, y tras la orgía, Stud y Kitty se abofetean mutuamente, y se acaba la peli. Maravillosa. Puro anti-cine, 100% creatividad. Lo digo en serio.
La copia que yo he visto pertenece al DVD internacional, que añade treinta minutos de porno hardcore perteneciente a cualquier otro film, bastante artístico por cierto, y que rompe por completo la magia marginal de la versión original, solo para hacerle llegar a la hora y cuarto de metraje. Una lastima.
Con todo, entre Stallone gozando, bailando, viendo como le cuelgan los cojones, como posa estos sobre el cuerpo de la feita (pero tetuda) actriz, fumando hierva, los diálogos que parecen escritos por un mongolo, y el doblaje que ayuda a que ese mongolismo se prolongue, además de ser una pieza underground de lo mas puro que he visto en mucho tiempo, también, e inevitablemente, nos echamos unas risas con la boca torcida de Sly, disfrutando de la orgía que da nombre al film.
Una autentica joya, cuya fama es su lacra; si hubiera sido una película mas oscura aún, que la envolviera un halo de misterio, sería un incunable. Pero aunque ahora anda jodidilla de localizar, en su momento estuvo en todos los video-clubes, así que…
El director es un tal Morton Lewis, que me encantaría saber que mas cosas hizo, pero no está ni en imdb.
Fascinante.