Típico producto noventero, por el que en la época muchos farsantes se hubieran rasgado las vestiduras, y que incluso en aquellos tiempos hubiera tenido cierta razón de ser, pero visto hoy, ¡pufff! No solo está desfasada, si no que además uno se percata de lo dañina que fue en todos los aspectos la moda gore de aquellos años.
Una prostituta, se dedica a arrancar pollas a mordiscos y a asesinar hombres. En realidad resulta ser el producto de una reanimación por parte de un “Mad Doctor” que con un suero verde, da la vida a los difuntos. Esta puta, lleva consigo un consolador negro y hueco, en el que inserta una jeringuilla llena de dicho líquido con la que se auto-prenetrará y reanimará ella misma.
Una tontería supina con factura de película porno mala rodada en vídeo, que a pesar del obvio guiño a RE-ANIMATOR, no resulta, ni por asomo, caer simpática. Es mas, el “Mad doctor que aquí aparece, con gafitas y clavado a Herbert West, resulta, de pura obviedad, incluso crispante.
Sin embargo el director es Hugh Gallager, responsable de la revista “Draculina”, director de películas gore noventeras (porque solo las hizo cuando la moda estaba en activo) como puedan ser GOROTICA Y GORGASM, y mecenas y productor de todas las películas de la última etapa Americana de Jess Franco. Si, como lo oyen, el tío es tan fan, que produjo la friolera de cinco películas del tío Jess, TENDER FLESH, MARI COOKIE AND THE KILLER TARANTULA, LOS BLUES DEL VAMPIRO, EL INFIERNO VIRTUAL DEL DOCTOR WONG y LUST FOR FRANKENSTEIN.
Pero volviendo a la película que nos ocupa, nada, puro producto se su mala época. Sangre, un par de piernas amputadas, mucho nabo arrancado y descerebre, con mucho sentido del humor camuflado de sordidez y rodado expresamente de manera descuidada. Es lo que tocaba. No me creo que un tipo con tanta afición tuviera tan poco talento.
Su visionado no se queda ni en anecdotico.