Wayne Crawford es un personaje tan curioso como interesante, un actor que cuando ejerce funciones protagónicas, gusta también de aplicarse en otros apartados creativos, tales como guionizar o incluso dirigir, cosa esta que ha hecho en siete ocasiones. Entre sus vehículos para el auto-bombo destacan "Jake Speed, la aventura de África" (peli que me fascinaba de jovenzuelo y que estoy a la espera de recuperar con fines repasativos) y esta "Barracuda", exploit absoluto y descarado del "Tiburón" Spielbergiano surgido cuando más demanda había, 1978. Yo la vi siendo chaval (además, me suena que en pantalla grande), y de ella solo recordaba una escena. Por eso mismo me hizo mucha ilusión localizarla hace un par de días y tenía unas ganas tremebundas de revisarla. Hecho ello, paso a escribir la sarta de tonteridas que siguen...
En un pueblo costero comienzan a aparecer cadáveres de buceadores por todas partes. Resulta que las barracudas, peces en un principio inofensivos para el hombre, se han vuelto tarumbas y atacan a la peña. Un joven biólogo, que es el terror de las nenas, está convencido de que la culpable es una fábrica que contamina el agua. Con ayuda del sheriff, hará todo lo que esté en su mano para poner fin al putiferio.
Bien, una de las supuestas virtudes de "Barracuda" es que los autores eran conscientes de que con sus limitados medios, sería mejor táctica darle un papel secundario a los peces asesinos y centrarse en los personajes humanos y las trifulcas con un implacable gobierno decidido a ocultar sus fallidos experimentos. Así pues, si hasta mitad de peli las barracudas se lucían más bien poco, de ahí al final directamente desaparecen y todo se centra en el lado "conspirativo" de la movida. Lástima que tan loable intento termine convirtiendo al resultado final en bastante plomizo, casi telefílmico. Vamos, que "Barracuda" es un rollito, a pesar de un desenlace tan inesperado como efectivo y chocante, de su simpático regusto setentero, de la famosa secuencia que guardaba en mi memoria desde que la viera de chaval (la moza que encuentra la cabeza decapitada de un buzo, dentro de su traje de inmersión) y, ¡¡ojo al dato!!, la presencia actoral de William Kerwin. ¿De quién?, bueno, es posible que te suene más con su otro nombre de guerra, Thomas Wood, de cuando protagonizaba los delirios sangrientos del mítico Herschell Gordon Lewis, delirios como "Blood Feast", "2000 Maniacos" o "A taste of blood".
Resumiendo, que una penica... "Barracuda" podría haber sido bastante mejor... y se queda en un producto muy regular de esos de ver y olvidar en tiempo récord.