Ni el propio Amortegui se pone de acuerdo en sus incongruencias, dice que el planeta Hercolubus es 6 o 5 veces mas grande que Júpiter, ahí, ahí, con exactitud. También promueve que ha tenido que escribir este libro rápidamente porque el fin del mundo es en muy breve espacio de tiempo, pero cuando ves la fecha de publicación ya te entra una carcajada, 1998, 13 años no es un breve periodo de tiempo, caballero. Si al menos la narración fuera lógica podría parecer un iluminado, pero es que el primer capitulo habla de este planeta con el que vamos a chocar, para en el siguiente ponerse hablar de los Venusinos y los Marcianos. Pues resulta que el autor también viaja astralmente hasta esos planetas y allí hace migas con los señores extraterrestres. Nos cuenta como es la sociedad de estos dos planetas, y según va escribiendo se va inventando cosas cada vez mas estrambóticas y gilipollescas. En otro capítulo nos enseña a viajar astralmente gracias a dos mantras, gilipolleces. Acaba volviendo a meter el miedo en el cuerpo a los pobres incultos que le siguen con la contaminación marina y alguna otra tontería mas. Y cuando te das cuenta te has leído todo el libreto panfletario, mal redactado y con una insana fijación por los “gringos” y los “señores científicos”, a los que culpa de todo.
Nadie que tenga mas de dos dedos de frente lee este “libro” y se lo cree, no puede ser, es imposible. Si teneis curiosidad, que sepáis que es de libre distribución y que se descarga facilmente desde su web oficial, pero que incluso se puede solicitar una copia física a un apartado de correos en Burgos de manera completamente gratuita. La verdad es que no se quien puede estar interesado en difundir semejante charlatanería, algunos otros locos que se piensan que estan salvando al mundo. Al menos yo estuve media horita entretenido, bueno para ser sincero estuve descojonándome de la risa. Como libro es una puta vergüenza, como libro de humor no tiene precio (porque es gratis)