Esta es la carátula del vhs probablemente más extraño de mi selecta colección. Y dicha apreciación no solo atañe a la misma carátula y al contenido de la cinta, también al cómo la encontré y al cuando. Curiosamente fue entrados ya en el nuevo siglo, el 2002 o 2003... y dar con algo así en esas fechas tan lejanas al auge del vídeo, no es lo habitual.
Entré en un "Cash & Converters" (tienda de objetos de segunda mano), donde ya suelen tener cintas VHS, aunque la mayor parte de las veces noventeras y carentes de interés. Hurgando en el montón, súbitamente di con la expuesta. "¿Qué coño es esto?" pensé. De entrada todo hacía suponer que se trataba de "Navidades Infernales", slasher ochentero con Papa Noel asesino y que en su versión original se titula, justamente, "Christmas Evil", cosa que reafirmaba la consabida ficha expuesta en la parte inferior de la portada. Pero al leer la breve sinopsis algo no cuadraba. "Un momento" me dije, "Esta es la trama de "Santa Claus conquers the Martians", clásico del cine "trash" de los 60 que -que yo sepa, y hasta hace poco- no tuvo distribución en España". Era todo tan misterioso, que por cien pelas que valía, merecía la pena llevárselo.
Cuando llegué a casa y puse el vhs ansioso en mi video reproductor, me encontré con algo muy... marciano, y nunca mejor dicho: La peli arrancaba con los títulos de crédito de "Navidades Infernales", ahí con su tipografía terrorífica, pero de fondo se oía una canción canturreada alegremente por niños. ¿Hein?. Después del "Directed by..." comenzaba el film en si, y este resultó ser, efectivamente, "Santa Claus conquers the Martians" doblado al castellano, la historia de unos marcianos que secuestran a Papa Noel para llevar la Navidad a su planeta, hiper-cutre y repleta de momentos hilarantes.
Quedé patidifuso, había encontrado una verdadera joya y una notoria rareza. Aquel año la programé con gran éxito en la Maratón de Cotxeres y me fue pedida por los integrantes de la sección "Brigadoon" del festival de Sitges de entonces (diferente al de ahora), donde la pasaron (y aún espero un agradecimiento justo).
Pequeñas historias que justifican lo adictiva y adrenalinítica que puede ser la caza del VHS por tiendas y rastros. Desafortunadamente se da muy de tanto en tanto... pero cuando ocurre, solo aquellos que comparten dicha afición/enfermedad saben el placer que ello provoca.