jueves, 29 de diciembre de 2011

IMPACT

Aunque no soy muy amigo de la series de televisión, "Impact" cumplía unos requisitos mínimos para que hiciera una excepción. Por un lado su género "catastrofista", con una de mis tramas favoritas: "Objeto gordo apunta a la tierra". Por otro, que se trataba de una mini-serie de tan solo cuatro capítulos. Y oiga, así sí puedo intentarlo, ¿no?.
De entrada, ves el título y el cartel y dices "Otra vez el rollo del meteoro que choca contra nuestro planeta". Pero no, la gracia de "Impact" está en el giro que aporta, ofreciendo ciertas dosis de sabrosa originalidad: Lo que se estrella no es exactamente un meteoro, sino los residuos de una "enana negra" (un astro muerto, más o menos). Y no se la da en la tierra, sino en la luna. El mazazo es tal, y la densidad del objeto tan enorme, que de pronto nuestro satélite cambia de órbita. Si eso ya es un problema para las mareas u otras cuestiones conocidas, la cosa áun se agraba más cuando resulta que, empujada por el peso del cacho de "enana negra" sepultado en su interior, la luna ira dando vueltas a nuestro alrededor acercándose más en cada órbita... hasta estrellarse contra nosotros y pulverizarnos sin remedio.
No me digan que no se les pone morcillona con una idea tan cojonuda. Claro, al acercarse tanto, los campos magnéticos de ambos cuerpos (tierra y luna) chocan entre sí, creando espectaculares levitamientos de objetos pesados, ya sean enormes barcos de carga (y no veas el hostión cuando cae), coches o personas. Encima, los putos militares llevan a cabo su plan de emergencia y empeoran las cosas, adelantando la fecha del impacto. Es momento de jugársela a una carta y para ello, hay que ir a la luna... donde, por cierto, uno ya no da saltitos y se eleva, la densidad del intruso hace que moverse allá sea incluso más pesado que moverse aquí (sobre todo si eres un perraco).
El caso es que ayer noche me zampé esto de un tirón y sin pestañear. Según Imdb, cuatro horacas de telefilm que me pasaron bastante rápidamente (aunque yo diría que fueron tres) repartidas en dos cachos. Me entretuvieron, me impresionaron (más que por efectos, que son correctos, por conceptos) y casi me emocionan y todo. Reconozco que el primer macro-capítulo funciona mejor, tiene más ritmo y está todo mejor entrelazado. Al segundo le sobran momentos lacrimógenos, que ya están bien, pero no en dósis tan extremas. La ñoñería excesiva hace peligrar al conjunto... sin llegar a herirle mortalmente. El protagonismo de la buenorra Natasha Henstridge le da mucho color, todos lo hacen bastante bien y, en fin, aunque peca de ingenuo y moralista (los malos son las personas egoistas, y al final todos se vuelven buenos, ya no solo individuos, sino países enteros), no deja de ser un producto televisivo así que, ¿qué esperaba?.
Recomendada para pasar sanamente la tarde del Domingo, especialmente si, como yo, eres devoto del tema.