viernes, 4 de mayo de 2012

BARRIO DE CAMPEONES

Fernando Vallejo, famoso por escribir el guión de “La Virgen de los sicarios” de Barbet Schroeder, película rodada en vídeo cuando nadie de reconocido prestigio lo hacía, sabía bastante de lo que escribía en aquella, intuyo que por procedencia, pero también porque una pequeñísima carrera como director así lo avala.
“Barrio de campeones” cuenta la historia de un barrio de los suburbios mexicanos en plenos años ochenta, en el que una pícara y anciana camarera se las verá y se las deseará para poder comprar un local en el que montar un restaurante. A un joven boxeador le suena la flauta, ya que unos promotores le consiguen un combate de semifinal que le puede sacar de la ruina. Un niño amante de los súper héroes, tras embutirse en un traje de Superman, se parte la crisma al tirarse desde un tejado, su madre, abandonada por su marido y completamente desquiciada, tiene que sufrir el acoso de una vecina del piso de arriba que le arroja orina y basura desde lo alto. Un anciano, enamorado de la camarera, en su afán por complacerla, libra una persecución de coches con la policía… Y montones de cosas más que suceden en esta película sin un argumento en concreto.
Rodada con oficio, a los mexicanos les pasa una cosa; esta es una película de indiscutible contenido social, un retrato de los barrios bajos, que sin embargo no trata de denunciar nada. Bien, son incapaces de hacer una de rollo social sin arrearle unas buenas dosis de género. Y entretenimiento. Fíjense que todo eso que les he contado, y más, sucede en pantalla sin darle un descanso al espectador. Cada una de las historias engancha al que la ve, ninguna de ellas más que la otra, y como todos los personajes tienen que ver entre si, unimos cabos y nos divertimos haciendo de detectives durante el visionado.
Desconozco las intenciones del director (aunque me las imagino. Apesta a neo-realismo, la película carece de música y todo lo que apunta que al final terminará bien, acaba haciéndolo mal), pero lo cierto es que le salió una cosa amena, diferente, y sobre todo súper entretenida, mostrando un barrio marginal, pero sin intentar colarnos un mensaje, ni una moralina barata, y sin aburrirnos cada cinco minutos. De hecho, es un drama social, pero también una agradable comedia.
En el reparto, cientos de caras populares, al menos para los conocedores de algo del cine de serie Z y los “Home Vídeo” Mexicanos.
Muy, muy recomendable. Yo hasta me he hecho un dvd con ella…