martes, 26 de junio de 2012

LA REBELIÓN DE LOS PÁJAROS

Sin lugar a dudas, en la escena de grupos infantiles de los años ochenta (toda una muestra de lo ingenuos que éramos los niños de dicha época, que con un par de vinilos de Teresa Rabal éramos felices, y no como ahora que los niños necesitan cocaína y que se la chupen a ritmo de la más aburrida radio formula o con machacones ritmos tecno), “Regaliz”, aun teniendo un nutrido número de fans, siempre fueron los eternos segundones, el rescoldo de aquél huracán que arrasaba con todo llamado “Parchis” (y que vuelven ahora a la palestra, sin saber muy bien por qué, y con un niño negro es la nueva formación, en un alarde racista, de no parecer racistas). Y casi de manera natural y espontánea, lo natural es que, al igual que “Parchis”, “Regaliz” diera su salto al cine.
Pero lejos de conseguir un súper éxito, la primera película de la formación musical, resultó ser un fracaso (luego se resarcieron a las ordenes de Antonio Mercero y la película de culto “Buenas noches señor monstruo”). Y no es para menos ya que “La rebelión de los pájaros”, es una buena muestra de aburrimiento y sobretodo hipocresía.
Un buen día en Barcelona, la mitad de los pájaros mueren, mientras que la otra mitad se va de la ciudad. Todo ello, según la película, por culpa de los humos y la contaminación. Un grupo de niños comandado por “Regaliz”, toma la ciudad con el fin de concienciar a los mayores, de que para solucionar estos problemas medioambientales, hay que hacer algo. Para ello organizan manifestaciones y acciones al mas puro estilo greenpeace.
Un panfleto ecologista en el que se tira mucho de discurso político y donde “Regaliz” apenas cantan, con lo cual se queda en una sucia película con niños repelentes manifestándose con pancartas. Es curioso que hicieran una película de este corte, primero porque al publico, el mensaje que esta película pretende lanzar, ser la trae floja, solo le interesan las canciones, que como ya he dicho, aquí brillan por su ausencia. Y por otro lado, a mi me parece de muy poca vergüenza, que los artífices de esta película, lancen una moralina cargada de buenas intenciones y actitudes hippiosas, cuando lo hacen a través del grupo “Regaliz” a los que explotaron vilmente, y cuando el único motivo de que esta película exista, es el recaudar algo de dinero.
Pero a parte de todo esto, estamos ante una película de lo más estúpida y aburrida, que no es que en este ultimo visionado no me haya gustado, es que cuando la vi en la época, fanático cómo yo era de los grupos infantiles, ya me pareció un soberano coñazo, Junto a los “Regaliz”, en el reparto contamos con la presencia de un jovencito Jorge Sanz, que pese a que está doblado, se le ve mas suelto y con más tablas que en la actualidad, amén de ser rl verdadero protagonista de la película. Asunta Serna, que venía de mostrar el felpudaco en “Polvos Mágicos” y Alfred Luccheti con el look de Don Minervo que se gastaba en este tipo de productos y, claro, en “Las aventuras de Zipi y Zape”.
Dirige el cotarro Luis José Comerón, al que también le encargaron que sacara jugo cinematográfico a Eugenio en “Un genio en apuros”.