David Dunn (Bruce Willis) es un amargado guarda de seguridad
que escapa ileso de un accidente de tren. Es el único superviviente y no tiene
ni un solo rasguño. La relación con su mujer, que casi le obligo a dejar el
futbol americano, está rota. Ni siquiera su hijo acaba de alegarle la vida.
David tiene un vacio en su interior y no sabe como ocuparlo. Por otro lado,
Elijah Price (Sammuel L. Jackson) sufre la enfermedad de los “huesos de
cristal”, y desde pequeño al no poder jugar con otros niños se apasiono por los
comics. Ya de adulto regentara una galería de arte dedicada al comic. Price al
enterarse del caso de Dunn, contactara con él, para informarle que es posible
que sea un superhombre. Aunque Dunn le tomara por loco, empezara a atar cabos,
y para su sorpresa Price tenía razón. David nunca ha enfermado, incluso el
accidente que le aparto de su futura carrera deportiva, para él no fue nada,
solo que por amor a su novia se invento una lesión en el hombro. Esa falta de confianza
en sí mismo (provocada por la presión de su novia por dejar el deporte) es la
que le lleva a no intentar ser un héroe, pero ahora con los ojos abiertos
gracias a Price, descubrirá que es más que una simple persona corriente y
moliente. Dunn siempre tuvo una intuición para descubrir a gente violenta o
armada, lo que vendría a ser un superpoder, también es increíblemente fuerte e
invulnerable físicamente, lo que también son superpoderes. Ya estando
convencido de que puede ayudar, Dunn se da cuenta que al contacto físico con
criminales, puede ver sus horribles actos, para posteriormente detenerlos.
Esta película también tiene un giro de guion final, aunque
en este caso no es tan acusado e incluso si ves la película como una peli de superhéroes
lo ves venir, ya que es algo típico y tópico de los comics. Lo voy a contar
ojo, y es que Price, quien ha sido el mentor de Dunn es realmente un criminal
que ha buscado a su contrario, su némesis, ya que si él es un hombre frágil, en
el otro lado de la balanza tiene que haber un hombre superfuerte. Para
encontrar ese superhombre, Price puso bombas en distintos medios de transportes
durante años para localizar a alguien que sobreviviera sin daño alguno, que es
lo que le ocurre a Dunn al inicio. Así se cierra el círculo, el mentor o
compañero, resulta ser el villano de la función. Si esto no es una película de superhéroes,
que venga Stan Lee y lo diga. Lo mejor que hará nunca Shyamalan, aunque puede
que me pierda mi faceta de devorador de comics de superhéroes. Por cierto, su título original Unbreakable, irrompible, es más
revelador y bastante mejor que el puesto en nuestro país.