La primera parte de la trilogía sobre Batman de Nolan,
deslumbro al mundo con una forma realista y dramática de presentar al superhéroe
de Gotham. En su secuela dio otro golpe de efecto con un villano que en mi opinión
estaba enorme, y es en esta tercera parte en la que se estropea todo, volviendo
la película en un melodrama de duración excesiva y trama insulsa.
Han pasado varios años desde que Batman colgara con las
culpas de los crímenes de Harvey Dent y con el asesinato de este. Todo ello se
hizo para que saliera adelante la Ley Dent, una ley con la que cientos de delincuentes
están encerrados en la cárcel sin posibilidad de salir por beneficios
penitenciarios. Bruce Wayne anda recluido desde entonces, no se deja ver en público
y vive amargado por la pérdida de la mujer que amaba. Su empresa tampoco va
viento en popa, Industrias Wayne invirtió una buena parte de sus activos en una
nueva fuente de energía, pero al poder ser transformada como arma dejaron el
proyecto cerrado, siendo este un gran agujero en las cuentas. La aparición de
un grupo de terroristas capitaneados por el mercenario Bane, harán que el protagonista
vuelva a enfundarse el traje negro y les plante cara. Desgraciadamente para el héroe,
el tiempo que llevaba fuera de la circulación y la fuerza bruta del mercenario,
deja a Batman para los zorros. Bane se encarga de trasladar a Wayne con la
espalda destrozada, a la prisión en la que paso la mayor parte de su vida. Esta
es una prisión pozo, solo se puede entrar o salir de ella por una gran abertura
redonda. Solo una persona consiguió salir de allí escalando, ahora Wayne espera
recuperarse de su lesión de espalda, escalar las paredes del pozo y regresar a
Gotham para poner fin a los planes de Bane y el consejo de las sombras. Y es
que mientras Batman volvía a estar ausente, otra vez, Bane y sus chicos han
tomado el control de la ciudad utilizando el proyecto energético de Industrias
Wayne como arma con la que chantajear a todo el mundo. La ciudad está cerrada,
no se puede salir ni entrar, el caos gobierna y la policía ha sido atrapada en
los túneles del metro de la ciudad.
La película se hace larga, es larga y se hace larga por
momentos, le sobran escenas enteras, como esa en la que Alfred le expone a
Bruce todos los planes de futuro que tenia para él. Que muy bonito y muy
paternalista, pero quiero ver una de superhéroes, no un dramón de antena 3 al mediodía.
Toda la historia en el pozo es otro desatino, no se lo cree nadie, por favor.
El juguetito de esta entrega, el Batplano, no solo es feo de cojones, es también
lo mas anti aerodinámico que han visto mis ojos, vale que la fantasía entre
dentro del genero superheroico, pero esto ya clama al cielo. Y vamos a por el villano,
a por Bane, vamos a despacharnos a gusto. Es una mierda de malo, que sí, que el
tio está muy grandote y tiene las espaldas de un armario ropero, pero no da sensación
de amenaza, sobre todo cada vez que abre la boca y se escucha esa vocecilla.
Con el tráiler de la película llegaron las quejas a la voz de Bane, se dijo que
se retocaría un poco para hacerla más entendible, no sé si lo hicieron al final
o no, pero en USA tampoco quedo la gente muy contenta con la voz final de Bane.
Aquí en el doblaje, imagino que quisieron que quedara lo más parecida posible,
porque simplemente es sonrojante. Luego está la actuación de Tom Hardy,
lamentable también. Hardy no es Hugo Weaving, y se nota. Bane lleva la boca tapada,
dejando los ojos para mostrar emociones, pero lo dicho, no es Weaving, quien
con toda la cara tapada en V de Vendetta era capaz de proyectar al espectador
emociones, con el simple movimiento natural de su cuerpo, Hardy lo intenta, y
fracasa estrepitosamente en los discursos que da. Da unos pocos, en el campo de
futbol, presentándose y acojonando a toda una ciudad, luego en la fuga de la prisión,
en la que hace mas aspamientos con las manos, intentando dotar a su actuación con
más fuerza, pero no lo consigue, y al final, antes de luchar otra vez con
Batman, y haciendo lo mismo de antes, algún movimiento de manos, y algún que
otro giro de cuello, pero ya. Como espectador no sabía si Bane detrás de esa
mascara, que no sé porque me recordaba a un cangrejo, estaba enfadado, riéndose,
o triste de cojones, y es que el resto de su cara no cambia en ningún momento.
Para mí de lo peor de toda la película es la sosa, sosísima actuación de Tom
Hardy, sorry tio, pero ciclarse hasta casi el infinito no es lo único. En
cuanto a las peleas….habia escuchado que las peleas eran brutales, y brutal es
la decepción que me lleve. No sé quien haría las coreografías de dichas peleas,
pero son malas, torpes, lentas y están muy poco ensayadas. Si veis la película
en breve, fijaros como no dan la sensación de tocarse en ningún puñetazo, habiendo
algunos en los que se ve claramente que el puño paso a dos metros de distancia
del oponente. Además habiendo sido entrenados por el consejo de las sombras,
que recordemos eran casi ninjas, estos dos no dan una patada ni levantan un pie
del suelo, todo puñetazos y mal dados.
Lo mejor de toda la película es justamente lo que no tiene
que ver con Batman, el personaje de Joseph Gordon-Levitt y su destino final. El
resto, un gran bluuuf.