Graba las palomas, las puestas de sol, las gentes de las
calles. Según el país, incluso manifestaciones de protestas por las situaciones
políticas de los susodichos.
En definitiva, una pequeña maravilla del vídeo domestico.
Pero con un gran problema: Su director.
Porque en el montaje final, lejos de ceñirse a las imágenes
bonitas, curiosas o divertidas, sin más, incluso a sus momentos festivaleros,
se tira por la profundidad, lo poético y lo político, y todas esas cosas que
“deben interesar” al mundo de la cultura.
José Luis Guerín hace una película barata. Pero no puede
hacer una película barata sin más, no. Tiene que justificarse, añadiendo a cada
uno de los planos que hace, una actitud del todo pedante. Porque una película
como “Guest”, obviamente la puede hacer cualquiera con unas nociones mínimas, y
eso no puede ser. Así que opto por imprimirlo todo de trascendencia y
conciencia social.
Y luego detecto, cuando hace preguntas a la gente de los
países de Sudamérica dónde se exhibe el film que presenta, cierto
sensacionalismo, otra vez, camuflado de todo eso que les cuento arriba. Se
entrevista a gente pobre, con preguntas sencillas, como para ponerse al nivel
de la gente a la que entrevista, buscando el morbo… pero siendo Guerín, que no
se vea el morbo… es concienciar socialmente.
Pero el público sencillo de este país, no demanda
video-diarios; lo demanda el gafapastil de cuello de cisne y “guía del ocio”
bajo el brazo, así pues, todo ello tiene una coherencia.
Sería maravilloso ver trabajos así despojados de todo ese
halo cultureta e impostadamente intelectual. A mí me gusta el cine de género,
los tebeos, las macarradas, pero también el cine distinto y la vanguardia, y
me gustaría poder ver algo similar, solo que sin las ínfulas. Pero, me temo, el público
así, debemos ser una rara avis. Para estos, gracias a dios, pronto se podrá
disfrutar de “A ritmo de Jess”, docu-corto sobre el rodaje de “Al Pereira vs.Alligator Ladies” a cargo de Naxo Fiol, que vendría a ser el equivalente a un
“Guest”, pero llevado por el camino que deberían llevar este tipo de productos.
Tras la chupada de polla a mi amigo, y tras expulsar todo el
odio, diré que “Guest” tiene momentos preciosos, visualmente estimulantes, todo
ello montado con brío, aunque quizás la duración es excesiva para un producto
de estas características.
Mención especial para el momento, en el que Guerín se
encuentra con el cineasta Underground Jonas Mekas, y tras soltar su
pedanterías, que el abuelete no anda exento de ellas, le dice a Guerín algo
parecido a “Muy bien chavalote, te has aprendido muy bien la lección”.
También podemos ver por ahí a Spike Lee, que camina hacia
algún lugar, en algún festival en el que coincidió con el director de la
película.
Odios a parte, se trata de una película agradablemente
experimental, incluso disfrutable en su totalidad.