Sin embargo, hace no mucho, la encontré en un bazar Chino en
dvd (editada por los piratas de “DVDSpain” en unas condiciones infrahumanas,
con saltos de sonido -inaudible por otro lado- y una imagen que va a trompicones)
por un euro, y anoche encontré el momento idóneo para verla.
Efectivamente, si no la alquilé en su época es por aquel
sexto sentido que teníamos los chavales con según que pelis.
Mala es decir poco.
Se trata de un chiste alargado hasta la desesperación, en la
que una mujer, ya madurita, es seducida por un licántropo que la muerde y, por
ende, la convierte en mujer lobo.
La transformación de la señora es lenta, poco a poco, y
ocurre ante la atenta mirada de su familia, que no comprende que es lo que le
está pasando. Y de eso va la peli, de la señora transformándose, casi sin
maquillaje. Tendrá que transformase en lobo del todo-con un horrible disfraz-
para darse cuenta de que no está nada bien liarse con un hombre lobo, lo que
desencadenará una de las peleas de hombres lobos más vergonzosas de la historia
del cine.
Se trata de una comedia sin ninguna gracia, pero que
desprende un particular tufillo a “humor de autor” de uno en particular… y viendo sus créditos
comprendo entonces, el guión está escrito nada menos que por el peculiar
Mark Pirro, director de comedias muy extrañas para el mercado del vídeo desde
su flamante empresa, la “Pirromount” en la que destacan cosas como “Rectuma”, sobre un culo gigante, “Curse of the Queerwolf”
(¡La maldición del marica lobo¡) o la más popular “Usted primero, por favor”.
En la dirección tenemos a otro peculiar individuo, Michael
Fischa, director de “Perra Bruja” y de episodios sueltos de “Deadtime Stories”
una suerte de películas de episodios para el videoclub, con la rúbrica de
George A. Romero en la presentación.
Como seductor licántropo tenemos a John Saxon, quien
demuestra que si el cheque le da para tomar un par de cervezas, no hay película
mala en la que participar, Susan
Blakely, vista en “Yo el halcón” y montones de series de televisión y Tina
Caspary quien durante la segunda mitad de los ochenta lo hizo TODO en “Teen
Movies” de tercera, como “Una disparatada bruja en la universidad”, “Mi amigo
Mac”, “No puedes comprar mi amor” o “Loca academia de combate”, para empezar la
década de los noventa casándose, retirándose del cine, teniendo gemelos y
llevando una cómoda vida como ama de casa.
La película no deja de ser una curiosidad, tan tonta que se
puede ver del tirón sin tocar el mando a distancia, pero cuando termina, nos
quedamos con la sensación de haber estado perdiendo el tiempo.