viernes, 23 de agosto de 2013

VICIOSAS AL DESNUDO

En el cine clasificado “S”, la verdad es que el resultado de las películas da exactamente lo mismo, siempre que en esta haya una buena dosis de escenas de “Porno Soft”. Digamos que tienen carta blanca para hacer una mierda de película, siempre que se vea pelo. De hecho, la gran mayoría de las películas “S”, ya lo he dicho otras veces, son todas un auténtico coñazo, tan sosas, que ni siquiera propuestas, a priori, tan bizarras y cachondas como “Neumonía erótica y pasota”, que nos ofrece, incluso, una “Hulka” que tira de espaldas, resultan dignas de merecerse un visionado.
Por eso me hace especial gracia que una película como “Viciosas al Desnudo”, clasificada “S”, y por tanto, con licencias para poder ser rodada con el culo, dirigida por el manitas Manuel Esteba, que jamás cuidó un solo plano en ninguna de sus películas, sea tan divertida, refrescante, y, curiosamente, la más elaborada y mejor terminada de cuantas rodó el artesano catalán.
Cuenta la historia de un escritor de éxito que escribe sobre las bondades de la juventud actual. Siempre discute con su editor sobre este tema, pues este incide en que la juventud de ahora solo piensa en drogarse y en follar.
Cuando su mujer se va de viaje con los niños, y se queda en casa solo una noche de lluvia, llaman a su puerta dos hippies que le piden cobijo y un baño… pero lo que recibirán es la polla del escritor por todos sus orificios. Vamos, que Jack Taylor, que es quien da vida al personaje, se pega el festival.
Claro, que le saldrá cara la cosa, porque tras el folleteo, las chicas le pedirán, incluso, dinero, y cuando se quiere deshacer de ellas, acaban secuestrándole, formándose una espiral de sinrazón de sexo, drogas y violencia, que si bien a mí me recuerda ligeramente  (por plagiadora más bien) a “La naranja mecánica”, a un entusiasma fan japonés en IMDB le recuerda a “Thelma y Louise” (??).
Cojones ¡pues me ha entretenido mucho la maldita película!, porque con Esteba, la fascinación no viene por la calidad y/o el entretenimiento. Hasta con las desmadradas comedias de Los hermanos Calatrava, hay que tener paciencia y soportar el aburrimiento que suele ser sinónimo de Esteba, pero me temo que estamos ante la mejor de sus películas. Porque la historia es interesante, las escenas de folleteo estéticamente están bien resueltas, porque está bien dirigida, porque Esteba ha sabido dotar de ritmo algo que podía haber sido muy coñazo, porque tiene humor involuntario, como no, y un reparto que siempre mola verlo en pantalla. Y todo ello en una película “S”, que como ya he dicho, no tenía por qué contar con ninguno de estos elementos, solo coños y tetas.
Como diría el Pumares “Se la ha hecho un primo”.
Ahora, ver a Jack Taylor revolcándose en un yakuzzi con Adriana Vega y Eva Lyberten, ver como alguna mano se le escapa al pan, sobando, chupando, gozando y poniendo cara de chimpancé en lugar de cara de placer, es una experiencia única que nadie debería perderse, así como algunos de los diálogos, que de poco currados, acaban por ser brillantes, como el que tiene lugar nada más comenzar la película, entre el escritor y el editor: “- Se que tus libros dan dinero. ¿Cómo no lo voy a saber, si soy quien los editó? Pero esa juventud que defiendes no es mejor que la nuestra. –Si que lo es, porque no tiene prejuicios. –Precisamente por eso. Son una juventud que solo piensa en drogarse” o algo muy parecido se escucha nada más comenzar.
En definitiva, una maravilla, una rareza (por potable) en la filmografía de Esteba, y una “rara avis” (por entretenida) dentro del cine clasificado “S”.
En el reparto, junto a Taylor, tenemos  las ya mencionadas Adriana Vega (vista en casi cualquier película ochentera de Mariano Ozores) y Eva Lyberten (nacida Herminia Benito y vista en productos de consumo como “Porno: Situación Límite”, “En busca del polvo perdido”, “La caliente niña Julieta”, “Neumonía erótica y pasota”, “Los violadores del amanecer” o “La Zorrita en Bikini”) y Javier Garriga a.k.a. Frank Garrik.