En esta ocasión las riendas de la película, teniendo siempre
en cuenta el guión original de Grau para la elaboración de esta, las lleva Jim
Mickle, operador de cámara en un montón de películas, pero que como director
solo ha hecho unas cuantas.
Vale, cuando fui a verla no sabía que era un remake de la
Mexicana. No sabía nada hasta que alguien me dijo que trataba sobre una familia
caníbal. Decir esto, en realidad es “spoilearla”, porque es lo único atractivo
del film, el descubrir este pequeño detalle. Ergo, vista de primeras, si no
supiera que era una familia caníbal, igual me hubiera llevado una sorpresa,
pero el tedio y la cadencia lenta impiden el disfrute de esto. O sea, que al
final da igual todo. La película entera.
Y es que cuenta eso, una familia
rollo “redneck”cuyo patriarca alimenta a sus hijos con carne humana.
Llega un momento en el que a las hijas les toca traer la comida a casa, y los
lugareños se percatan de que algo raro pasa cuando comienzan a encontrarse
huesos humanos por la zona en la que operan. Son caníbales, y cuando las hijas
se dan cuenta de la magnitud de los hechos, se revelarán ante los mismos. Y es
que no cuenta nada más. Una familia caníbal. Pues vale.
El problema de la película, además de que es tan poco
interesante como la mexicana, es que intenta ser profunda y trascendente. Y
está contando una frivolidad… no me malinterpreten, no me molesta el tono serio, incluso creo que
es necesario en todo buen cine de terror que se precie, pero es una película sobre una familia que se come
a la gente… sírvemelo con un poco de morbo, no con esas ínfulas de estar haciendo
algo respetable y artístico. O sea, esto es eso que llaman “terror de autor”.
No puedo decir que sea una mala película- técnicamente está
muy bien-, pero si que es tremendamente aburrida. No puedo con cosas así.
Dentro del reparto, en papeles secundarios (los
protagonistas no me suenan demasiado), tenemos a Kelly McGillis, que llevando
el envejecimiento con dignidad y no como el resto de coetáneas del Hollywood de
los ochenta, tras verla en “The Inkeepers” de Ti West, parece que se está aficionando al cine de género pequeño,
y a Michael Parks, que más allá de su eterno papel de sheriff del universoTarantino, ofrece interesantísimas interpretaciones en este tipo de cine.