domingo, 19 de enero de 2014

LLAMA UN EXTRAÑO

Una canguro recibe aterradoras llamadas en plena noche. Angustiada, avisa a la policía que localiza su procedencia, con la sorpresa de que son efectuadas desde otro teléfono de la misma casa. ¡Glups!. Supe de esta historia siendo muy jovencito y me la contó mi hermana, solo que su versión era algo distinta, incluía una frase que ponía los pelos de punta, la que el acosador le soltaba insistentemente a la canguro: "¿Has ido a ver a los niños?". Bien, poco sabía entonces mi hermana -y yo- que estaba mezclando una leyenda urbana real con lo más llamativo de la trama de una película titulada "Llama un extraño" ("When a stranger calls" en v.o.). Durante años viví confundido pensando que se trataba de "El asesino está al teléfono" de Alberto De Martino, hasta que di con ella y, para mi mayor alegría, resultó ser una estupendamente clásica muestra de cine de género norteamericano, mi favorito. Cosecha del 79, buen año. Curiosamente, "Llama un extraño" suele figurar en todas las listas de cine "slasher", y aunque algo de ello tiene, queda bastante lejos de la fórmula correspondiente y se salta a la torera muchas de sus normas.
Todo comenzó con un cortometraje. El debutante Fred Walton (rebautizado Waton en la caratula del VHS españolo) quería contar la epopeya de la canguro acosada en apenas 20 minutos, pero entonces se estrenó "La noche de Halloween" (que también habla de canguros perseguidas por un psicópata) y tal fue su éxito que se percató de que tenía algo gordo entre manos, así que decidió alargar el guión hasta la duración de largometraje, buscar interesados en financiarlo (que supongo que en esos momentos serían unos cuantos) y tirarlo palante. El resultado final es una de las mejores películas de su ralea paridas por aquellos entonces, sin duda alguna, pero ¿¿de qué ralea hablamos??. Mmmmh, ya he comentado antes que el "slasher" puro le queda un poquito lejos. ¿Terror?, pues tampoco creo que sea del todo acertado. "Llama un extraño" tiene muchos momentos de puro escalofrío, pero estos se localizan sobre todo al principio y al final. Lo del medio, que es mayoría, encaja mejor en los parámetros del "thriller". Y, eso sí, olvídense de sangrías. En toda la película no hay ni una puñetera gota de sangre... nada de nada. Lo que aquí tenemos es puro suspense, pura tensión apoyada ciegamente en sus muy dotados intérpretes.
Sin embargo, hay un problema. Lo más mejor de "Llama un extraño" está al inicio, en esos 20 minutos que conformarían lo que en principio era el cortometraje ideado por su director. La mini-historia de la canguro in danger es brutal, acojonante, aterradora y funciona como un reloj Suizo. Esos silencios, ese timbre del teléfono que llegado el momento casi se torna infernal y la tenebrosa voz del acosador, así como su discurso, "Quiero bañarme en tu sangre". UF!. Incomparable. Una vez destapada la sorpresa y el asesino capturado, todo da un giro notorio. Casi podría decirse que comienza otra película, u otro corto bien distinto.
Esta parte de "Llama un extraño" olvida por completo a la canguro y se centra totalmente en el detective que persigue al criminal recién fugado del manicomio (que, por cierto, se supone británico... ya saben cómo las gasta el cine yankee con estas cosas, cuesta menos aceptar que un psicópata depravado venga del extranjero). Fred Walton nos lo muestra como un tipo patético y muy desgraciado que lo único que quiere es integrarse, que le quieran, pero no lo consigue, llevándose rechazos y palos por doquier. Claro, ¿qué pasa?, que por un lado eso está muy bien, porque el cabrón logra que empatices con él y olvides que es el cruel asesino de dos niños. Incluso sientes lástima, recibiendo de este modo un trato mucho más humano del que, habitualmente, suelen recibir los psycho-killers de las películas "de miedo". Pero, al mismo tiempo, y aunque sigue siendo inquietante cuando acosa a una solterona de la que se encapricha, está lejos de esa voz terrorífica y casi sobrenatural que en su momento nos había reducido el tamaño del esfínter. Cuando no sabíamos cómo era, podíamos ponerle el rostro que quisiéramos y que más cague nos diera. El verlo como el pobre diablo que es afecta especialmente al tercer bloque, con la reaparición de la canguro, convertida ahora en la mamá de sus propis hijos y el acosador volviendo a las andadas. No es que sea fallida, para nada, el momento en que la mujer escucha de nuevo la temible voz que tanto le traumatizó años atrás es tan efectiva como escalofriante. Lo mismo podemos decir del inevitable encuentro cara a cara, a oscuras en el dormitorio y con esos quejosos gemidos surgidos del interior del armario
que te erizan los pelos de todo el cuerpo. Lo único que, para entonces, el otrora casi espectral asesino da un poquito menos de jiñe. Evidentemente, todo lo expuesto solo son chorradillas incapaces de entorpecer el disfrute de "Llama un extraño", solo que en lugar de excelente se queda en muy buena. Como si eso fuese un problema, carallo.
Para revisarla, primero eché mano del ripeo del VHS que un amigo me hizo hace años. Pero, entonces, me dije, "¿Pa qué demonios me pongo el ripeo pudiendo poner el puñetero VHS, que pa algo lo tengo?". Así que saqué el dvd-r, metí la cinta y... en fin, suena cutremente nostálgico, lo sé, pero lo pasé bomba. No tengo cura.
En el reparto de "Llama un extraño" destacan tres nombres de tres intérpretes que se lo curran mucho y bien. El ya veterano Charles Durning, de extenso y muy llamativo curriculum (échale un ojo a Imdb y me ahorras trabajo), la singularmente atractiva Carol Kane, que también luce una filmografía bastante espectacular en la que destacan una nominación al Oscar, su papel en "Annie Hall" (de Budi Alien), la famosa serie "Taxi" (interpretando a la esposa de Andy Kaufman) y lo que ha sido casi su especialidad, personajes llamativos y bien extravagantes como la sirvienta loca de "Transylvania 6-5000", el fantasma del presente que no deja de atizar a Bill Murray en "Los fantasmas atacan al jefe" o la abuela de "La familia Addams: la tradición continúa" (sustituyendo a la actriz que le diera vida en la primera entrega). Y, cerrando el círculo, Tony Beckley como el psicópata, fallecido justo un año después de su intervención en el flim. Otros rostros interesantes son los de Ron O´Neal (más conocido como "Super fly"), Rutanya Alda  o Colleen Dewhurst (la madre del asesino de "La zona muerta", por decir una asín a boleo).
Gracias al éxito de la empresa, Fred Walton fue contratado por "Paramount" para dirigir la simpática "Inocentada sangrienta", considerada la película que enterró la primera fiebre "slasher". Le siguió la bien potable "Los crímenes del rosario" y de ahí en adelante, todo productos para la caja tonta, hasta que desapareció del mapa en 1996. Tres años antes reunió de nuevo a Carol Kane y Charles Durning y los dirigió en la continuación del film que le diera la fama, titulado "When a stranger calls back" en USA y "La llamada de un extraño" en España (donde llegó exclusivamente vía vídeo). Esta vez la canguro acosada era la guapa Jill Schoelen, la hija contestona de "El Padrastro" (no deja de ser curioso que se llame de modo muy parecido al personaje que interpetara la Kane en la original, "Jill Johnson"), y el asesino no utiliza únicamente el teléfono para tal menester (con la voz de Lance Henriksen, by the way), también le va hacerlo a través de la puerta. Sea como fuere, la prota de la primera parte se alía con el detective de la misma y deciden ayudar a la atemorizada chica. En fin, la vi hace ya tiempo y, obviamente situada a leguas de distancia de la primens, se podía ver sin morir en el intento. Más teniendo en cuenta su desconcertante condición de telefilm.
Pero no acaba aquí la cosa. En 2006, y en plena fiebre de "remakes de slashers clásicos", era inevitable que le llegara el turno a "Llama un extraño". Y le llegó. Lo paradójico del asunto es que sus responsables tenían una idea parecida a la mía con respecto a la peli de Walton, que el arranque era impecable y que, luego, terminaba muy diluida. Así que, ni cortos ni perezosos, decidieron centrar toda su versión en la noche que la protagonista pasa en la casa ejerciendo de canguro. Y sí, claro, de entrada pintaba muy sabrosón pero, una vez más, al final todo se tornó decepción. "Cuando llama un extraño" (que es como fue bautizada en su periplo hispánico) venía dirigida por Simon West,
responsable de la divertida pero muy cafre "Con Air" o de la primera aventura cinematográfica de "Lara Croft". Mala elección si tenemos en cuenta que lo que requiere una peli como esa es, ante todo, atmósfera y contar con el justo tempo reposado -que no aburrido-, algo para lo que un tío como West, acostumbrado a "actioners", explosiones a porrillo y montaje acelerado, no estaba dotado. Y así quedó. "Cuando llama un extraño" tenía un bonito diseño de producción (la casa donde se desarrolla la historia es innecesariamente elegante y modenna), y algún momento potable de suspense (triste hubiese sido no conseguirlo a lo largo de los 87 minutos que dura), pero la recuerdo inerte y desangelada. Y encima, Camilla Belle, la sustituta de Carol Kane, era tan bella como poco carismática. Ahora es cuando digo que debería volver a verla para estar seguro de mis primeras impresiones y me quedo tan ancho.
Todo ello da que pensar: ¿de haber seguido idéntica treta la peli del 79 (lo de centrarse en la noche del acoso telefónico), molaría igual o habría sufrido de las mismas carencias que la versión del 2006?.... mmmmh.. ahí queda la pregunta. Saquen sus propias conclusiones.