lunes, 28 de abril de 2014

CONTAMINACIÓN: ALIEN INVADE LA TIERRA

De los muchos “ExplotaitionItalianos de “Alien, el octavo pasajero” que se estrenaron en la gran pantalla, mi favorito siempre ha sido este “Contaminación: Alien invade la tierra” –“Contamination” en su versión internacional o  “Alien arriva sulla terra” en su versión original, que el avispado de José Frade tuvo a bien distribuir en nuestro país –lo solía hacer con casi todo lo que llegara del país de Jaimito, este incluido- con terrible éxito. Y es mi favorito, no porque si. En primer lugar lo es porque, siendo yo tierno infante en el momento se su estreno, hasta pasados muchos años pensé que la original de “Alien”, la americana, era esta. Lo mismo me pasó con “Otra Loca academia de Policía” (ver en “Malas pero Divertidas”) pero bueno eso sería otro cantar. Y en segundo lugar, porque a pesar de lo cutre y chabacana que es, todavía a día de hoy, es altamente disfrutable, entretenida, entrañable, y follada de ritmo, cosa que se agradece.
La policía se encuentra en un barco, en el que por motivos extraños toda su tripulación ha muerto, unas cajas de café en cuyo interior, en lugar de café, se encuentran unos huevos cuya yema, al tomar contacto con los humanos, hace que estos revienten por dentro. Pronto el gobierno descubrirá que estos huevos son de alienígena y también, que el origen de todo esto está en Colombia. Así que viajan hasta allí, un poli, una alto cargo del gobierno y un astronauta que estuvo en Marte y que sabe dos o tres cosas sobre el asunto. La cosa terminará como el rosario de la aurora, con un muñecajo devorador de humanos, que permanece estático en su sitio.
Dirigida por el ayudante de Dario Argento, Luigi Cozzi, cuya filmografía más selecta está firmada bajo el pseudónimo de Lewis Coates, este caballero cuando no estaba haciendo películas de “Hercules” para lucimiento de Lou Ferrigno,  lo que hacía era expoliar conceptos de éxitos americanos –o eso pensamos… porque la realidad, es que solo “Contaminación: Alien invade la tierra” y “Star Crash: Choque de galaxias” son plagios, de “Alien” y “La Guerra de las galaxias”, respectivamente- y de ahí su fama. Pero lo chocante de su carrera no es esto, si no que, siendo Italiano, y de la tradición de directores de la que proviene, Cozzi, tiene una filmografía demasiado escueta. No obstante, y siendo un manazas funcional, su “buen” hacer detrás de la cámara, le sitúa un par de peldaños por encima de otros “Artesanos”, que es como se les llama a los inútiles, de coetáneos tales como Lenzi o Fulci, de los que si digo lo que pienso, puedo temer por mi integridad, ya que una horda de fans retarderds de estos italianos, pueden firmar mi sentencia de muerte con tan solo pronunciar el nombre de sus dioses en bano.
Y es que “Contaminación: Alien invade la tierra” es ligeramente superior a cualquier clásico Italiano de aquella época. Como ya he dicho, al menos está entretenida y el paso del tiempo no la ha deteriorado tanto como a otras de aquellas mierdas.
Eso sí, cutreces no le faltan. La más destacable es la maqueta, más o menos bien construida, que simula una gruta del planeta Marte. En ella, hay unas decenas de los huevos protagonistas; bien, todo va de puta madre, hasta que en un momento, un foco ilumina esa maqueta, dejando claro que los huevos no son tales, sino ¡¡aceitunas!! ¡Resuelven la papeleta de los cientos de huevos de Alien, colocando en la maqueta aceitunas, algunas de ellas, incluso, con el rabito!
Sin embargo, todo lo referente a gore está más que bien servido. No solo la cámara se recrea sabiamente en mostrarlo, sino que este, obra del maestro de los efectos especiales  Giovanni Corridori (“Tenebre”, “La espada Salvaje de Krotar” por citar algunos de sus trabajos, y que acabó trabajando para Hollywood”) está tan terriblemente bien hecho, que da cierta grima. Un trabajo bárbato.
La película, no es un plagio propiamente dicho de la de Ridley Scott, es decir, que no copia o simula las desventuras de Ripley y su séquito a bordo de una nave parecida al Nostromo. Solamente toma prestado el concepto huevil, para en torno a esto, contarnos una historia que nada tiene que ver con la de la película expoliada; a parte de los huevos, las reventadas de estomago y el climax final, que recrea en su justa medida la ambientación de la nave de “Alien, el octavo pasajero”, absolutamente nada tiene que ver con ella… claro que de cara al incauto público, si esto puede pasar por secuela directa, mejor que mejor.
No obstante diré que mientras la genuina “Alien”, la incuestionable obra maestra, me parece un absoluto coñazo, ya les digo que este plagio me parece una película simpatiquísima, que efectivamente, me gusta mucho más que la original. O al menos, tiene más ritmo. Aunque no me tomen por imbécil; se cuales son los valores cinematográficos de cada una de ellas. Y en definitiva, “Contaminación: Alien invade la tierra” es una basura de las que hacen época, pero una basura bien digna y divertida, por lo que ya pasa a ser buena.
En el reparto tenemos a Ian Mc Culloch, presente en cosas tan icónicas del fantástico italiano como puedan ser “Nueva York bajo el terror de los Zombi” o “Zombi Holocausto”, la gabacha  Louise Marleau y el tan Italiano que es incapaz de parecer Americano, solo por lo mucho que gesticula, Marino Masé, todo terreno habitual de los “Polizescos” que también coqueteó con la comedia (“Otra loca academia de Policía”) o el terror (“Bestia Asesina”) y acabó actuando en “El Padrino III”.
Absolutamente entrañable, y a su modo, y en lo suyo, imprescindible.