domingo, 28 de septiembre de 2014

MOONTRAP, TRAMPA EN LA LUNA

Nos encontramos ante uno de esos típicos "hits" videocluberos que se daban mucho en los tiempos en los que estos eran el principal centro de ocio de la raza humana. Films normalmente modestos pero con el gancho suficiente para ser lanzados "a lo grande" y, por ende, alquilados con voracidad. Yo mismo fui uno de los que picaron... y además con doble interés, porque en su reparto figuraba, en rol estelar, un joven Bruce Campbell, quien no necesita presentación alguna por estos parajes. Sin embargo, y como creo que es ya una fea costumbre, me sentí profundamente decepcionado. Ello no ha sido óbice para que, un buen puñado de años después, y tras leer a fondo sobre ella en una revista especializada de la época, me dieran unas irrefrenables ganas de revisarla.
Unos astronautas de rutina laboral por el espacio se topan con una enorme nave de origen desconocido. Dentro, localizan un cuerpo humano momificado y una cosa que parece un puñetero melón. Al llegar a la tierra, el aparente fruto despertará y en plan "bricomanía" se currará un robot asesino con ayuda del cadáver y un porrón de piezas de laboratorio. Los chicos lograrán derribarlo. Como consecuencia de semejante misterio, serán lanzados de nuevo al espacio, esta vez en dirección a nuestro satélite, pa que desentrañen la movida y se enfrenten a hordas de robots malvados y maquetas mil.

"Moontrap" suponía la niña de los ojos del equipo que la confeccionó. Todos ellos venían del terreno los efectos especiales y/o la publicidad y se morían de ganas de aplicar sus conocimientos técnicos a un largometraje propio de ciencia ficción. Arropados por la "Shapiro Glickenhaus Entertainment", de la que hablamos hace no mucho, tiraron adelante el que era, sin dudarlo, un proyecto demasiado ambicioso para los medios con los que contaban... algo que, desafortunadamente, les acabó pasando factura en todos los sentidos.
No se puede negar que el arranque de la película resulta genuinamente interesante, la cosa de entrada nos plantea un gancho infalible con todo el cristo este de cyborgs homicidas escondidos en la luna. Pero el verdadero problema llega cuando los astronautas se largan hasta allá. Lo escaso de la cuenta bancaria a disposición canta más que una almeja. Que sí, que los efectos especiales están potables, ingeniosos, a base de maquetas, mate paintings y sets limitaditos, pero no alcanzan para todo aquello que sus perpetradores quieren contarnos.
Por ello, tiran de veta a base de lo infalible: paseos. Paseos por la luna. Ahora voy aquí, ahora voy allí, entre medio los protas no pueden evitar tomárselo todo un poco a chota soltando chistecillos varios, como si tal cosa, a pesar de la retahíla de hechos insólitos y sorprendentes de los que son testigos.
Para aligerar un poco la cosa, de vez en cuando aparecen monstruos amenazantes contra los que los héroes se enfrentan con la poca gracia que la escasez de todo puede ofrecer. Planos cortos y rápidos, actores reaccionando sin demasiada naturalidad y, muy rara vez, compartiendo cuadro con las criaturas. Además, cuelan en la trama a una chica guapa que se desnudará absurdamente en pleno caos/trauma para contentar a la audiencia juvenil (nota: el ripeo que rula por internet no incorpora la artificiosa escena de folleteo ¿?). Igual que el cadáver momificado del principio, esta moza se supone humana. Unos humanos que viajaron hasta la luna hace 14.000 años, nada menos. OK, la idea mola, muy enigmática, pero... ¿cómo es ello posible?, ¿eran viajeros del tiempo?, ¿por qué?, ¿de qué manera?... pues bien, olvídense de dar con una respuesta satisfactoria porque "Moontrap" pasa un cojón de aclarar el asunto. Así, por la patilla. A esto hay que añadir unas pocas incongruencias científico-tecnológicas más y que se saltan algunos trámites narrativos quizás no genuinamente necesarios, pero que en una peli de mayor presupuesto hubiesen sido explotados por la mera excusa del espectáculo visual. Por ejemplo, el viaje a la luna se limita a un encadenado. Y no me vengan con la economía narrativa... mejor llámenlo economía ahorrativa.
Total, que "Moontrap, trampa en la luna" acaba convertida en un producto mediocre que no cumple con lo que prometía. A veces es mejor intentar no apuntar tan alto o te puede pasar lo que a esta peña, que una serie de buenas ideas, de atractivos conceptos, terminen por ser trasladados a la pantalla sin la suficiente fuerza y sosainamente. ¡Qué desperdicio!.
En cuanto al personal implicado, y dejando de lado al entrañable pero limitado Bruce Campbell (digámoslo alto y claro, no puede ir más allá de las 45 muecas de su repertorio), encontramos de protagonista a un nombre de peso para los seguidores de la ciencia ficción, Walter Koenig, es decir, el "Chekov" del "Star Trek" original (inevitable guiño al comienzo de la peli con este parodiando los monólogos del "Capitán Kirk") quien, como les ocurriera a Tom Sizemore y William Forsythe en sus incursiones en el terreno de la serie B/Z, no da demasiado el pego como héroe, ni como hombre que despierte pasiones en una mujer (por mucho que lleve 14.000 años sin echar un quiqui). Ella era la televisiva Leigh Lombardi, que desde el 2002 no da señales de vida.

Tras las cámaras, dirigiendo, tenemos a Robert Dyke que había currado en los FX de películas como "Terroríficamente muertos" (ahora sabemos dónde conoció a Campbell!) -suyas son las cantosas maquetas, que se noten falsas no es culpa suya sino del Sr.Sam Raimi- o "Big Foot y los Henderson". "Moontrap" era su debut y tardaría un porrón de años en volver a dirigir. Este 2014 estrena una cosa titulada "Liquid Red" y para el 2015, ojo al dato, ya tiene en plena pre-producción "Moontrap: Target Earth", la inevitable secuela-que-en-realidad-es-un-remake (con una trama de lo más extraña: "Una cineasta comienza a creer que sus películas fantásticas son en realidad una crónica de su  futuro") y que, a pesar de haberse activado ahora, llevaba ya años en cartera. De hecho, poco después del lanzamiento de la original se anunciaron sendas
versiones de una segunda entrega. La primera iba a producirla nuevamente "Shapiro Glickenhaus" y con el título de "Moontrap 2: The pyramids of Mars" intentaba churrupetear del -entonces- reciente éxito de "Desafío Total". Un año después, más o menos, vuelve a anunciarse el proyecto, con idéntica intención explotadora, solo que ahora "Shapiro Glickenhaus" se ha retirado y la compañía que acarrea con la culpa no es otra que "Double Helix Films", en cuyo poco lustroso curriculum destacan las chusco-secuelas de "Sleepaway Camp". La cuestión es que entonces el tema no prosperó por ningún lado, aunque dejó pa la posteridad sendos cartelillos que gustosamente les cuelo en esta humilde reseña.