Y al final, y con
casi ochenta años a sus espaldas, “Raza” se prodiga como una comedia
involuntaria. Yo la compararía con “Reefer Mandess” (“El cigarrillo de la
risa”) que en su afán por hacer propaganda, se exagera tanto, que esa
propaganda se convierte en parodia de si misma. En esta ocasión, añadiré, que
detrás de la cámara, aún bajo el yugo y la presión del fascismo, incluso siendo
este partidario del régimen, estaba un buen director, con lo que, entre lo ridícula
que resulta, y que está magníficamente rodada,
esta película propagandística resulta condenadamente entretenida. Claro,
que el mensaje es terrible, desolador, terrorífico…pero por suerte a ninguno de
los aquí presentes nos tocó vivir aquello, motivo por el que en pleno 2015, yo creo que nos podemos reir tranquilamente de la película.
Un marino español muere en una guerra (creo que la de Cuba)
y su descendencia protagoniza la película. Los conflictos de estos en la vida y
en plena guerra civil, las enarbolaciones del fascismo, y el cambio de chaqueta
por parte del demonio rojo, junto con problemas monetarios y familiares que
sirven de relleno, componen el resto de la película, para que al final, un
desfile militar de alto copete ponga punto y final a la película. Risas máximas, cuando en
este desfile, un niño repelente y pelirrojo que lo presencia, pregunta a su
madre: “Qué bonito es todo esto ¿Qué es mamá?” a lo que la madre responde:
“Eso, hijo mío, es raza”.
Tras muchos años desaparecida, la filmoteca consiguió
hacerse con las distintas copias de la película. La que yo he visto es la
remontada en 1950 –la primera versión es de 1941, rodada cuando Europa estaba
dominada por el nazismo, y que fue destruida. Luego apareció en un cine a cachos-
y la que, por los motivos políticos que fuesen, los fascistas, por beneficiarse
de algún modo o por cobardía, redoblaron la película de cara a la buena imagen
que querían dar en los Estados Unidos y eliminaron todos los ataques y
críticas a estos -que los había-, eliminaron todas las referencias a la falange
Española, eliminaron todos los saludos nazis que había en la película, y le
cambiaron el título por el de “El espíritu de una raza”.
Se ve que es una de las películas más caras del cine español
(en esa época) y que aunque Franco no estuvo presente en el rodaje, si que
mandaba a un familiar suyo con instrucciones precisas, a tocarle los huevos al
director.
Cuando se estrenó la película, en el Palacio del Pardo,
contó su director, que Franco vio la película con lágrimas en los ojos de la
emoción.
En fin, que lo que digo; si tienen mucha curiosidad, véanla, no tengan en cuenta el documento horrible que en realidad es y échense unas risillas.
En cuanto al director José Luis Sáenz de Heredia, además de
dirigir para los fascistas durante el régimen, se lo conoce por haber rodado
clásicos del cine español como puedan ser “Historias de la radio”, “El Taxi de
los conflictos” o algunas películas para lucimiento de Paco Martínez Soria o Alfredo Landa.