Más conocida a nivel global como “Yosun ile Tosun” esta
película es la prueba palpable de que Turquía es el tercer mundo en potencia:
Se dedican a plagiar a Stan Laurel y Oliver Hardy, nada menos. Con dos cojones.
Pero no en su momento, los años 20 o 30 –a saber si en aquellos años los Turcos
hacían cine-. Se dedican a plagiarlos cuando ya casi nadie se acordaba de
ellos, en plenos 60. La definición misma de la palabra “trasnochado”.
Lo curioso es que siendo una película de la que no hay
subtítulos en la red, vista a pelo en Turco, la he entendido a la perfección o
al menos sus primeros 40 minutos en los que lo único que vemos son una serie de
sketchs de un blanco que asusta, con muy poquita gracia, y en los que el
“Slapstick” que pudieran ejercer los originales Laurel y Hardy, brilla por su
ausencia.
A partir del minuto 40 ya empiezo a perder un poco el hilo
porque entran en escena una cabaretera y un grupo de señores malos que
complican un poco la cosa lo suficiente como para que no me enterara
tanto. Y ahí se nota ya, mogollón, el
toque Turkish, con alguna escena de acción, un malo con parche en el ojo, y
esas mierdas que les gustan a ellos.
En cuanto a los impersonators, un turco gordo y otro delgado
que se parecen a Laurel y Hardy en los respectivos tamaños, por lo demás dos
señores turcos, sucios y desaseados, especialmente desagradables que, vistiendo
esos primeros minutos de los que les hablaba de manera normal y corriente, no
es hasta que entra en escena la subtrama que se ponen el traje y el bombín a lo
Laurel y Hardy –incluído el bigotillo postizo de Hitler para el gordo; antes
llevaba el suyo propio y mostachoíde- para hacer el mentecato lo que queda de
película.
Una curiosidad sin más. Como es comedia, no es lo
suficientemente coñazo para quitarla a medias, pero casi.
Dirige el tinglado un tal Nuri Ergün que rodó tropecientas
películas.