Vuelvo a la carga de las reseñas escritas con una película
infantil. Como se acaba de estrenar la nueva película de Campanilla, estos días
están dando en el canal del ratón más famoso del mundo, las anteriores donde la
máxima protagonista es el hada de vestido verde.
En esta Campanilla, hadas y piratas, Campanilla no es la
protagonista absoluta, sino que junto con sus amigas, hadas todas de una clase
distinta, la del los animales, la de las plantas, la del agua, la de la luz y
la del vuelo veloz (viento al fin y al cabo) tendrán que solucionar la
papeleta.
Como ya he contado las hadas pueden ser de distintas clases,
Campanilla es una tintineadora, que son las que se encargan de crear
maquinarias e instrumentos que ayudan a las otras hadas a realizar sus
trabajos. Además de las clases ya mencionadas existe otra mas, las guardianas
del polvo (no penséis mal) Todas las hadas (y duendes, se les llama duendes por
no llamarles hados, pero es lo que son) necesitan del famoso polvo de hadas
para flotar, sus alas no son las responsables de que puedan surcar el cielo,
sino ese polvo dorado. En la hondonada de las hadas, donde viven estos
personajes, existe un árbol que junto a unos polvos azules y algo de magia,
producen el polvo amarillo característico con el que vuelan. Una de estas
guardianas del polvo, Zarina, está obsesionada con los distintos usos que se le
pueden dar al polvo y experimenta con el constantemente. Existe el polvo azul,
que es el que necesitan para crear más polvo amarillo, pero ella quiere saber
porque no existe polvo rosa, verde, o morado. Sus experimentos e insistencia en
probar el polvo para más cosas es lo que hacen de ella la guardiana a la que el
resto miran mal. El Duende Gery, el jefe de los guardianes del polvo, le
prohíbe seguir haciendo cosas raras con el polvo ya que este es muy poderoso y
no sabe lo que podría ocurrir si se utiliza mal. Pero claro, Zarina es curiosa
y en uno de sus experimentos acaba destrozando el árbol con el que generan el
polvo amarillo. Así que como castigo le despojan de su trabajo. Zarina se
autoexilia, pero pasado un tiempo (según los piratas un año) vuelve a la
hondonada de las hadas para robar el polvo azul. Campanilla y sus amigas irán
tras Zarina, pero esta con un polvo mágico preparado por ella, les rocía e
intercambia sus poderes. Así la que era la de viento ahora es tintineadora, con
la rabia que les tiene a estas, la de las plantas pasa a ser la de los
animales, con el asco que le dan, y así con todas. Juntas aprenderán a utilizar
sus nuevos dones y seguirán a Zarina hasta un barco pirata, donde el capitán la
ha engañado para conseguir que su barco flote y de esta forma viajar hasta
nuestro mundo donde poder expoliar todos los tesoros de los distintos países.
Película de animación CGI que como las anteriores está muy
bien producida, con un aspecto visual muy bueno y con unos personajes que a las
niñas les encantan. Mención especial se lleva el capitán pirata, cuya identidad
no conocemos hasta el final de la película, justamente en los créditos finales,
aunque el espectador ya la supone por su vestimenta.
No puedo decir que haya pasado el test de “Ane la vio hasta
el final sin chistar” pero hay que entenderlo, la cría estaba recién estrenando
sus vacaciones y tenía el cuerpo inquieto, pero en cualquier otro momento la
habría visto entera sin problemas. Es la quinta película de Campanilla, y ahora
se estrena la sexta, parece una franquicia que no tiene fin, pero la verdad es
que entretiene y tiene a las chavalas encantadas.