Como es de suponer, “Agonizando en el crimen” es un bodrio e
tres pares de cojones, un thriller que coquetea con el fantástico y que aún
teniendo un par de momentos visuales conseguidos –algún asesinato- o momentos
propicios para la risa involuntaria –hay un bailecito yeyé en el que uno de los
jóvenes que lo practica hace unas muecas con la boca que hacen pensar en
retraso mental-, nunca nada de lo positivo que pueda ofrecernos esta
película es suficiente, si bien el único
interés que posee es el film es el personal implícito en la misma.
A nivel histórico, hay que decir que se trata de la primera
película protagonizada por Paul Naschy, y claro, como debut en un rol
protagónico anterior a Waldemar Daninsky, este no aparece acreditado como
Naschy, sino con el nombre de David Molba, que a su vez era el nombre artístico
que usaba en sus inicios Jacinto Molina, por ser este más comercial que el
autentico y genuino nombre, ya inherente a su persona.
Por otra parte, no deja de ser un anticipo a lo que más
adelante sería la carrera de Naschy, el hecho de que el director de la misma
sería Enrique López Eguiluz, quien después haría que Paul Naschy existiera en
el mundo rodando “La Marca del hombre Lobo” y que tan pronto se apartaría del
cine comercial tras rodar “Santo contra los asesinos de la mafia”.
Sin embargo, mucho más gracioso resulta el caballero que
produjo, escribió, compuso la banda
sonora e interpretó al protagonista principal; según los créditos, este señor
se hace llamar Juan. Así sin más. Claro que si indagamos un poco más
descubriremos que se trata de Juan Logar, enemigo de Paul Naschy desde esta
película y responsable de cosas como “Autopsia” o “El perfil de Satanás” que ya
hemos comentado por aquí.
Lo gracioso de Logar es la interpretación tan desfasada que
nos ofrece, si bien es cierto que por físico, incluso, recuerda terriblemente
al Edward D. Wood Jr. De “Glen or Glenda” lo que en su calidad de hombre
orquesta del cine más zetosillo, no deja
de ser revelador, ya que efectivamente, podríamos estar hablando de una especie
de equivalente patrio del considerado “Peor director de la historia del cine”,
siempre que tengamos en cuenta que, Logar, quién además rodó en vídeo hace un
par de años una nueva película en calidad de productor/director es, a todas
luces, infinitamente peor directos –y escritor, y actor- que Wood.
Más allá del interés que puedan generar estos personajes, el
ver esta película es un acto vacuo.
Pero bueno, en peores plazas hemos toreado de todas formas….