Cuenta la historia de un periodista de éxito de un popular
periódico de Chicago que acude a las montañas a realizar un artículo sobre una
ornitóloga que estudia a una clase de águilas en extinción. Allí, surgen las
disputas (ella es chica de montaña, él hombre de ciudad) y las redencillas
para, de la noche al día, todo eso convertirse en un amor infinito, que se verá
perjudicado por los distintos hábitats en los que nuestros protagonistas se
desenvuelven.
“Mi nido o el tuyo” –“Continental Divide” en su versión
original, que hace referencia a la separación de montañas que hay entre los USA
y Canadá, dónde sucede el grueso de la película- tenía una intención; convertir
a Belushi en el nuevo Spencer Tracy. Lógicamente, todo Tracy que se precie,
tiene que tener una Catherine Herpburn que le sirva de pareja, así que le
endosaron a una tal Blair Brown, feucha y actriz del montón, con la que no surgió
ninguna química. El resultado es terriblemente flojo, una película aburrida de
narices, con una historia absurda y, en definitiva, una película carente de
cualquier carisma. Entonces, lo que iba a ser el peliculón de Belushi acabó
siendo uno de sus fracasos (recordemos que solo tuvo un par de grande éxitos).
Y es que, como dice la canción, el peor enemigo de Belushi,
era el propio Belushi. La película no
hay quien la salve, quizás protagonizada por Chevy Chase y Goldie Hawn sería
más visible, pero seguiría siendo una mierda. Sin embargo, hay que tener en
cuenta que “Mi nido o el tuyo” se ve resentida por un John Belushi en fase
terminal que echó a perder el rodaje, no solo por sus continuo estado de
embriaguez y/o drogadicción, sino también, porque quería meterle el rabo a
Blair Brown a toda costa, llegando, incluso, a meterle mano en algunas
ocasiones, con lo que consiguió que la actriz le cogiera un asco descomunal
que, desde luego, se transmite en la pantalla.
En la pre-producción, la inseguridad embargaba a Belushi. No
sabía si daría el tipo ya que necesitaba una interpretación sosegada y
contenida –“¡Nada de cejas!” le decía continuamente el director- y por unos
instantes, cuando aceptó el papel, decidió tomárselo en serio. Comenzó una
dieta que le hizo adelgazar casi 20 kilos y no consumió drogas durante ese
tiempo. Se mantuvo sobrio. Y el rodaje fue sobre ruedas las primeras semanas.
Pero claro, fue llegar a Chicago, dónde se rodaba parte de la película y mandó
a tomar por el culo la dieta y la abstinencia. Además, la eterna inseguridad
del actor, le hizo perder la fe en una película concebida a su medida, escrita
por Lawrence Kasdan y producida por Spielberg. Al considerar que no estaba a la
altura, que no resultaba interesante más allá del salvaje rol de Bluto de
“Desmadre a la Americana”, Belushi se dio de nuevo a la mala vida con lo que
eso conlleva; Llegar completamente
drogado al rodaje, engordar como un cerdo o directamente no asistir al rodaje.
Y es que, efectivamente, si sacamos a Belushi de su rol salvaje, resulta ser un
actor más bien discretito y tirando a malo.
Dicen que la película en la que más hecho polvo estaba
Belushi, es “Mis locos vecinos”, sin embargo donde el deterioro físico es más
palpable es en esta “Mi nido o el tuyo”, dónde los kilos y kilos de maquillaje
no ocultan un rostro castigadísimo por la cocaína, unas ojeras permanentes, o
en el peor de los casos, y vaya usted a sabe por qué, heridas y arañazos en el rostro, en una de las
escenas. Desde luego, lamentable. Por no hablar de cómo Belushi engorda y
adelgaza en una misma escena. Pero me
refiero a cambios físicos de entre 10 y 15 kilos.
Más allá de esto que cuento, y si no estuviera protagonizada
por quien lo está, “Mi nido o el tuyo” es una película muy del montón, muy
sosita, que pasó inadvertida en su estreno en USA, y aquí a España nos llegó
directamente al mercado del vídeo, y con pocas copias además, por lo que hoy en
día se trata de una de las películas más desconocidas del actor, siendo como
es, un icono.
Junto a Belushi y Brown destaca la presencia de Tony Ganios
¿Qué quien es ese? Pues nada menos que el “Cigarro Puro” de la saga de
“Porky’s”.
Dirige el director de estudio Michael Apted, que lo mismo te
dirige esta, que te dirige “Estado Crítico” al servicio de Richard Pryor, que
“Gorilas en la niebla”, que una de las entregas de “Narnia”.