Esta tercera parte de las aventuras del Capitán América bien
podría haberse titulado Los Vengadores 3, y es que el volumen de personajes casi
da a entender que es más una película de grupo que del propio Steve Rogers. Aun
así está bien que sea una película del Capi y es que el argumento gira en torno
a las decisiones que este toma con todo lo que se le viene encima.
Las Naciones Unidas están un poco a la que salta con Los
Vengadores, tras lo sucedido en las anteriores películas quieren atarles en
corto y tenerlos controlados. En algún momento se hace la analogía de que cada
uno de ellos es una bomba atómica y como tales han de ser controladas por los
gobiernos. Tony Stark tras sus ataques de ansiedad de Iron Man 3 y todo lo
vivido en Los Vengadores 2, mas la puyita que recibe de la madre de un joven
muerto en Sokovia, decide apoyar lo que la ONU dice. Steve no lo ve tan claro, además
todavía colea por ahí el asunto de su amigo Bucky Barnes, el Soldado de
Invierno, al que se le achacan cientos de asesinatos a lo largo de la historia,
aunque él los cometía con el cerebro lavado.
Aparece Bucky y es cuando se monta el lio a lo grande. Steve
pasa de firmar el tratado para controlar a Los Vengadores y decide ayudar a su antiguo
y perseguido amigo. Otros héroes le apoyan y pasan a ser los parias a los que
todo el mundo, incluyendo la facción de Tony Stark, persigue y quieren dar
caza. Pero tiene que haber un malo-malo, no solo de conflicto entre amigos vive
la película, así que tenemos al Barón Zemo, que ha orquestado un plan para
acabar con los Vengadores por cierta venganza personal que se descubre casi
terminando la cinta.
La película es entretenida y con un ritmo endiablado, aun con
su larga duración , casi las dos horas y media, no da respiro al espectador
encadenando escenas de acción con momentos en los que se nos va narrando la
historia de los personajes. Y aquí quiero hacer un alto, Zemo, es un personaje
que de primeras no parece muy amenazador, hasta que vas vislumbrando cual es el
plan que tiene, es entonces cuando en vez de un hombre vestido de calle y con
gafas, pasa a ser uno de los villanos más astutos del universo marvel cinematográfico.
Y digo astuto, no digo que sea hiper malvado o un loco megalómano que quiera
conquistar el mundo, es un villano de a pie, pero un villano que ¿consigue su
objetivo? Vean la película y lo sabrán. Así que puede que lo mejor de esta película
haya sido la interpretación de Daniel Brühl, si quitamos las escenas de acción
que quitan el hipo y los héroes invitados.
En definitiva, buena película del Capitán América, mejor película
de Los Vengadores.
Véanla, es un pepino.