Les cuento la historia. Resulta que en los últimos tiempos,
a pesar de estar ninguneados durante años y años, inevitablemente, Mariano Ozores, Andrés Pajares y Fernando Esteso, sufren un pequeño revival. Lo que
hasta hace poco era algo cafre, machista y casposo, ahora mola mucho. Bueno, en
otros tiempos me hubiera cabreado por este revival en el que esnobs y
modernitos de postal que no tienen ni puta idea de nada se suben a un carro que
no es el suyo. Es lo normal, pasa con todo lo que ha significado algo
popularmente. Además el fandom necesita carnaza fresca. Todo en su sitio.
Luego, con el mismo ímpetu que les ha venido la moda, la olvidarán. Fans de toda
la vida, dicen que son. Pero sus dvds con las películas del triunvirato son los que
vendían junto a los periódicos, no los que editó Manga Films o DeAplaneta
originariamente. Fans. ¡Ja!
Por otro lado, a Don Mariano Ozores recibió un Goya
honorífico en la pasada edición de los premios de la academia. Mariano Ozores
es ya muy mayor y no se va a andar con hostias, así que recibe el premio y
Santas Pascuas, pero lo que tenía que haber hecho, ya que en su momento no
quisieron que él entrara en su sistema, es entrar al trapo y recibirlo, tenía que haber mandado
el Goya a tomar por culo, pero bueno eso es otro asunto.
Al margen de todo esto –que como ven, el fotocromo de rigor
me sirve para soltar la perorata- el amigo José Manuel Serrano Cueto, y en
contra de lo que puede parecer, con un proyecto anterior al Goya (pero quizás
si consecuencia de este Revival, aunque me consta la admiración que siente
Cueto por el cine de Mariano Ozores, Pajares y Esteso. Con esto quiero decir,
que en cualquier caso, se trata de un proyecto genuino), su documental sobre
Mariano Ozores –y su cine- “Yo quise hacer Los Bingueros 2”, contacta conmigo
para ver si consigo que Andrés Pajares aparezca en el documental. Cuando
tenemos el sí, quedamos con el set de rodaje en el hall del Hotel Miguel Angel,
donde tendrá lugar la aparición de Pajares. En el documental, que mezcla
ficción con entrevistas a los artífices de aquél cine, tengo yo una aparición
en la parte de ficción, interpretándome a mí mismo, además de hacer algún
apunte puntual en la intervención de Pajares. Entonces, un momento de esta
secuencia, narra como Pajares autografía fotocromos de “Los Bingueros”. Y es
que, algún amigo de Serrano Cueto, le envió un juego de fotocromos de “Los
Bingueros” para que se los autografiase el genio de la comedia. El tema está en
que, gentilmente, y quizás le costara a Cueto un disgusto con el dueño de los
fotocromos –ni lo se, ni me importa- , Serrano Cueto decidió regalarnos un
fotocromo de la película a cada uno de los que habíamos participado en el
rodaje de la secuencia y así pues, todos recibimos un fotocromo, que Pajares
nos firmó.
Y además de que la imagen de este fotocromo me encanta
(Cueto me dejó elegir), y a pesar de que he perdido ya la cuenta de objetos que
tengo firmados por Pajares, me gusta especialmente la dedicatoria; Pajares a la
hora de firmar autógrafos suele ser más o menos escueto. Pero esta dedicatoria
está personalizada, dice “A Víctor, mi amigo”. Y como comprenderán, me hace
mucha, mucha ilusión.
Ya les hablaré en otra ocasión, y quizás no en este blog,
sobre mi sana y sincera amistad con Pajares. De momento, les dejo con el
fotocromo.
Por cierto, no deja de ser irónico, que un documental que
habla sobre un tipo de cine al que se le negó la subvención del Ministerio en su momento, por motivos
políticos y subjetivos, esté, mucho o poco, subvencionado.
Aprovecho aquí para mandar un abrazo y darle las gracias al
director del documental, José Manuel Serrano Cueto, que tuvo la brillante idea
de regalar fotocromos a diestro y siniestro. Porque este, hasta lo he
enmarcado.