LOS FOTOCROMOS DE "VIOLACIÓN... LA VERGÜENZA CALLADA"
La primera persona humana con la que me encontré cuando llegué a Málaga para inmiscuirme en el rodaje de “Al Pereira vs. the alligator ladies” fue el venerable actor Antonio Mayans, y la primera de sus intervenciones actoriles por la que le pregunté fue “Escuadrón Pantera”, de la cual, todo sea dicho de paso, casi ni se acordaba. Y si fue esa la que me vino a la cabeza se debía a que la había deglutido recientemente y aún vibraba ante tal festival de descojonable negación e inutilidad. Negación e inutilidad atribuible, entre otros, a su director, toda una leyenda del “trash” franchute, Pete Knight… es decir, Pierre Chevalier. Fichaje habitual de “Eurociné” que durante los cincuenta hizo algunas pelis de esas que no arrastran demasiada mala prensa únicamente por ser antiguas, pero que a medida que los años pasaban, iba adentrándose lentamente en el lado más cafre y chusquero del séptimo arte, hasta que en 1970 dirigió la peli por la que se le conoce mundialmente, “Orloff y el hombre invisible”, generalmente atribuida por error -aunque un error en parte comprensible- a Jesús Franco. El resto de su carrera, hasta que falleció, siguió cuesta abajo de forma irremediable.
Y Pierre Chevalier es el responsable de la costra que protagoniza hoy la sección de fotocromos. Al no haberla visto (y ni ganas que tengo), no puedo asegurar que sea tan chunga como parece. Pero vamos, ¡apostaría mi ojete!. Así de buenas a primeras, la información recopilable nos dice que "Violación... la vergüenza callada" es un producto netamente exploitation que con la excusa de "denunciar diferentes casos de agresión sexual", perfectamente recreados con agradable música jazzística de fondo, lo que hace es, evidentemente, satisfacer los bajos instintos de la plebe masculina. Al final, por aquello de evitar malos rollos, la peli se cierra con la cruenta venganza de una hembra agredida, en este caso la morbosísima y pectoralmente excelentemente dotada Brigitte Lahaie, que tenía una exitosa carrera paralela como actriz porno, para alegría de muchos seres humanos.
Sí, es cierto, son pocos fotocromos... pero ya saben que esto es una lotería. Va como va. Y pal caso, dado lo peculiar de la película y su temática, supongo que podemos sentirnos “agradecidos” de contar con el material que sigue, por escaso que sea.