viernes, 11 de noviembre de 2016

CONTROL REMOTO

Jeff  Lieberman flipa, porque asegura que sus películas más populares, “Gusanos” o “Pánico antes del amanecer”, por las que hoy es requerido una y otra vez por la prensa especializada para ser entrevistado, en su momento pasaron inadvertidas y que es el tiempo el que les ha otorgado ese estatus de culto. En consecuencia, ha tenido que escuchar de todo acerca de sus películas durante toda su carrera; desde que son un impenitente truño, hasta que son una obra maestra. Cosas de ser un filmmaker de películas de Serie B.
No obstante, nunca se suele recordar, ni mucho menos, reivindicar –cosa que me extraña con toda la fiebre revival que hay actualmente, en la que una serie de televisión al estilo de los ochenta como es “Stranger Things” es reivindicada hasta la exageración, basándose en el único pretexto de estar rodada al estilo del cine fantástico de los ochenta, lo que es estúpido porque en realidad el cine de los ochenta no estaba rodado así… pero como somos idiotas…- una película genuinamente videoclubera como es “Control Remoto” firmada, claro, por Lieberman.
Y me ha resultado curiosísima, porque se trata de una película postmoderna de los ochenta. Quiero decir, no lo es hoy, lo era en su momento. Porque ofrecía una visión  alterada de lo que se supone que era el cine de ciencia ficción de los cincuenta, nos lo vende  como algo cool y molón –cuando en realidad en su momento no lo era-  que sirve para que los modernitos ochenteros se echaran unas risas viendo aquellas pelis tan desenfadadas… ¡exactamente lo mismo que pasa hoy con las películas de los ochenta, que se nos muestran con una visión alterada de lo que realmente eran!
Además, son tres las décadas que han pasado desde que Lieberman  se basase en la Serie B de los cincuenta, al igual que tres son las décadas que han pasado ahora de la era Spielberg.
Y sin embargo “Control Remoto” era una película muy actual, muy de su tiempo que tenía como premisa principal el boom sociocultural del momento; las cintas de vídeo y el vídeclub. Como si hoy se hiciera una película en la que el uso del  Internet está a la orden del día.
Por eso, olvídense de películas con la era del vídeo como temática principal como “La Muerte viaja en Vídeo” o “Terrorvision” como reflejo de la época, que la más fiel, y la en la que mejor se ve la evolución  de los tiempos es “Control Remoto” puesto que ya no existen los videoclubes y los ochenta son objeto de todo tipo de exaltaciones como en esa película lo eran los cincuenta. Eso no es óbice, para que “Control Remoto” sea mala a rabiar. Pero muy vistosa, muy ochentera de verdad.
Cuenta la historia de una película titulada asimismo “Control Remoto”, que está en alquiler en los vídeclubes. Una película de los años cincuenta que cuando la ves te hipnotiza, apareces dentro de ella, y en consecuencia mueres.
El empleado de un Videclub se da cuenta de que esta película está matando a la gente y destruye todas las copias que tiene en el establecimiento en el que trabaja, pero pronto se movilizará para destruir todas las que le sean posible, por lo que toma contacto con el sello que las distribuye.
Pronto se dará cuenta de que esa película es en realidad una forma que tienen los extraterrestres de conquistar nuestro planeta, por lo que se enfrentará como buenamente pueda a ellos.
Mala, sin ritmo, tontorrona… ya saben la Serie B de los ochenta. Nada que no pudiera imaginarme en el momento que le di al play al reproductor. El tono general de la película, no obstante, es de comedia.
“Control Remoto”, película concebida desde el principio como “Direct to video”, al igual que la  canción “Video Killed the Radio Star” de “The Buggles”, aparece en una época en que todo parecía indicar que el Videoclub iba a matar la sala de cine –de hecho, el videoclub en el que transcurre gran parte de la película está construido en el interior de un antiguo cine, idea esta que mola mucho- y la película entera se convierte en una oda al medio. Curiosamente, esté quedó obsoleto ya hace mucho y sin embargo, muerto y enterrado el VHS, las salas de cine sobreviven, aunque como pasó con el video domestico en aquel momento, parece que Internet va a acabar de matarlas. ¿Se dan cuenta de los paralelismos? A mí todo esto me resulta fascinante.
Más allá de eso, la película es un batiburrillo de personajes que van y vienen, efectos especiales chabacanillos pero resultones y, en un alarde de posmodernidad, chicas que se cardan el pelo como las chicas de las películas de ciencia ficción de los cincuenta, de la misma forma que hoy se recrea en las películas actuales ciertas estéticas de los ochenta y noventa.
En su momento, la película ya era posmoderna, como posmoderno puede resultar el hecho de verla hoy solo porque es posmoderna ¿me he explicado? A su modo, y salvando muchísimo las distancias, “Control Remoto” podía ser un ejemplo de típica película que ofrece una nostalgia mal entendida, como lo es hoy “Kung Fury”, solo que aplicando mal los conceptos y tópicos del cine de los cincuenta, como “Kung Fury” lo hace con  el de los ochenta ¿me he explicado bien?
Como curiosidad está bien, más allá de eso… Ni a Jeff Lieberman le gusta excesivamente.
En el reparto, por citar un par de nombres destacables, tenemos a Kevin Dillon, el hoy popular hermanísimo de Matt Dillon, que lo peta con la serie “El Séquito”, y  Jennifer Tilly que estaba igual de buena que ahora, pero que no era todavía famosa.
Para que se hagan cargo de la situación, y puesto que nadie la había vuelto a editar desde su lanzamiento en vídeo en 1988, el propio Jeff Lieberman, conmemorando el 25 aniversario de la película, se autoedita en DVD y Blu Ray, una edición limitada del film, a la venta en su página web, cuyo principal atractivo (aparte de los extras que pueda traer) es que es DVD prensado. Pero ni se molesten en ir a comprarla… ya está agotada.