Así que, para poner fin a esta rutina, he decidido reunir todos aquellos fotocromos perdidos, bastardos, de los que dispongo de material demasiado escaso como para justificar una entrada exclusiva. Así hago "limpieza" y les alegro la vida con unas cuantas hermosas imágenes de -algunas- no tan hermosas películas.
Disfruten de lo que sigue y.... hasta que me dé el punto otra vez.
Volamos hasta Japón, año 1977. Aún faltan unos meses para que se estrene allí "La guerra de las galaxias", pero los padres de Godzilla, la Toho, ya conoce el fenómeno que está siendo en el resto del mundo, así que, antes de que llegue, corren a facturar su exploitation, invirtiendo para ello un montón de pasta. De semejante percal surge este "Galaxias año 2000" dirigida por Jun Fukuda, sobre una guerra entre humanos y marcianos que me sonaba por el diseño de una nave con un taladro en la punta. Si la he visto, que podría ser, no lo recuerdo.
Solo disponemos de un fotocromo... ¡¡pero menudo es!!, ahí con maquetas cantando como una almeja, incluidos los hilos que la sujetan, y ese planeta detrás con pinta de bola de porexpan. Y pensar que en esa época esto valía perfectamente como material promocional. Que tierno.
Siempre he considerado "Inferno" de Dario Argento una especie de "Suspiria 2"... solo que sin llegar a su nivel, pero es evidente que ambas pelis comparten algo más que al director. La estética, la agradecida ilógica, los colores, la (tremenda) banda sonora, la descarnada violencia. No es que me vuelva loco, aunque tiene su cosilla (disponía del VHS y se lo cambié a un colega por el de "Spookies", pero es que "Inferno" es para conservarla en dvd, es de esas pelis que, por su impactante y currada fotografía, merecen verse en condiciones óptimas). Los fotocromos, pues ya ven, uno no vale mucho y el otro mola un rato.
Nunca he visto este prototípico producto del destape, pero sí recuerdo que de pequeño solo leer el título, e imaginar, me ponía muy cachondo. Y siempre creí que era una peli yanki de porno duro, hasta que me enteré que era española y tirando a light, lo que me decepcionó. No obstante, conservo en la memoria a mi hermano mediano haciendo coñas en casa con el anuncio que salía en los periódicos, y sintiendo mucha vergüenza de que mis santos padres oyeran semejante título. Así mismo, el muchacho contó que originalmente querían llamar a la peli "El hijo de puta", pero que por cosas de la censura acabó siendo "No me toques el pito que me irrito". ¿Se lo estaría inventando o era verdad?. Ni idea.
¡Con Sebastián D´Arbó hemos topado!. Menudo personaje. Tuve la ¿fortuna? de tratarle medianamente un par o tres de veces y, en fin, nada destacable que contar, salvo que se ofendió mucho el día que le dieron un trofeo honorífico en un festivalillo organizado por unos amigos y ahí había cuatro gatos mirando. Por lo demás, no sé, la verdad es que sus pelis siempre me han parecido bastante chungas. Tengo los fotocromos de algunas de ellas, así que volveremos a ver a Sebas por acá en el futuro. De momento, centrémonos en este "El Ser", que me parece que llegué a ver y me aburrió criminalmente. No obstante, recuerdo que daban el trailer por la tele y, siendo chaval, me acojonaba. Contaba con una voz narradora y que citaba el título con un tono muy autoritario: "¡EL SER!", cosa esta que me impresionó. Un día, andando por la calle con el colegio, vi el cartel de la peli pegado en una pared a modo de promoción (como se hacía antaño) y me puse como loco imitando a gritos la voz del anuncio: "¡¡"El Ser", "El Ser", "El Ser"!!". Tal fue mi entusiasmo que la profe me echó bronca y me hizo callar.